Las Proptech, compañías que se basan en tecnología aplicada al sector inmobiliario para complementar las experiencias y servicios que brindan, han crecido notablemente en los últimos años. Tanto en la creación de nuevas compañías como en el abanico de ofertas de las mismas.
Si tuviéramos que mencionar algunas de sus virtudes, deberíamos destacar, sobre todo, que facilitan la transparencia y promueven la generación de confianza, algo que es fundamental para las operaciones de compraventa de inmuebles. Y muchas de ellas se apoyan en Internet para lograr ese objetivo.
Franco Forte, un referente de la industria en Latinoamérica, describe que han aparecido decenas de compañías en los últimos años con la idea de mejorar y facilitar procesos vinculados a la compra, venta o alquiler de una propiedad.
Muchas de estas compañías utilizan procesamientos avanzados de datos, motores de búsqueda de última generación, algoritmos optimizados, mapas interactivos, tours virtuales y un montón de soluciones más con el objetivo final de brindar asesorías más especializadas y acordes a las características de cada cliente. “Esto permite brindar una experiencia de compra cada vez más personalizada, ágil y transparente”, asegura Forte.
El nuevo consumidor
También, las empresas vinculadas al mundo inmobiliario son conscientes que deben exigirse más para atender las demandas de un nuevo perfil de consumidores. Hoy éstos tienen la posibilidad de buscar lo que sea desde una computadora o celular, en tan solo segundos.
Se acostumbraron a obtener respuestas inmediatas y recibir mucha información sin casi esfuerzo. Por lo que, aquellas compañías que no estén a la altura de estas nuevas exigencias, probablemente sean descartadas por las nuevas generaciones.
Al respecto, Forte enfatiza que hoy existe una fuente inagotable de información accesible en todo momento, gracias a la tecnología y a Internet. Sin duda- dice- que la variedad de canales del sector está potenciando la compraventa; aunque también remarca que nunca se reemplazará el componente humano implícito de toda transacción:
“Hablamos de operaciones sumamente emocionales y muy importantes para las personas que las inician, por lo que el factor humano y empático está más vigente que nunca”, cierra.
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