En el marco del eCommerce Day Argentina 2025, Gabriel Pasqualini, CEO y Fundador de Pulpou, compartió en una entrevista con InnovaciónDigital360, Media Partner del evento, cómo ayuda a las grandes marcas a proteger su reputación y optimizar sus ventas en el ámbito digital mediante soluciones innovadoras de protección de marca.
Pulpou es una empresa tecnológica que se especializa en la protección de marcas en el mercado digital, y que le brinda a las distintas compañías herramientas avanzadas para combatir la falsificación y la competencia desleal en los marketplaces globales. Además, se distingue por su modelo de negocio que abarca desde la detección de infracciones hasta la gestión de la percepción de marca.
Durante la charla, Pasqualini detalló cómo la empresa evolucionó desde sus inicios y destacó su participación en proyectos importantes, como el programa de protección de marca de Mercado Libre. También explicó cómo la democratización de la tecnología le permitió a Pulpou mantenerse al nivel de las grandes empresas tecnológicas globales.
Además, abordó los desafíos regulatorios y culturales a los que se deben enfrentar cuando opera en mercados internacionales, y cómo están los agentes de inteligencia artificial podrían transformar la forma en que las marcas interactúan con sus consumidores en los próximos 3 años.
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¿Cómo pueden las grandes marcas convertir la protección de marca en una ventaja en el mercado?
De muchas formas. Imaginate que las marcas invierten millones de dólares en marketing y en posicionamiento de lo que es la percepción de marca.
Pensemos en una situación concreta: te comprás una remera que te gusta, pero al tercer lavado se achicó por completo. No sabías que era una falsificación. Esa mala experiencia, que antes podía quedar en lo privado, hoy puede amplificarse en redes sociales. Contarle a todos tus contactos lo que te pasó.
Entonces, la verdad es que si ellos (la marcas) no implementan acciones de protección, no solo pierden la capacidad de venta en sus canales oficiales o a través de distribuidores autorizados, sino que también la percepción de marca queda afectada.
El posicionamiento en ventas es clave, porque en los sitios de e-commerce, el 90% de las transacciones ocurre entre la primera y la segunda página de resultados. Si aparece competencia desleal vendiendo al lado de los distribuidores oficiales, el impacto sobre las ventas de la marca y sus canales online es enorme.
Por eso, se trata de estrategias que apuntan tanto al negocio como a la construcción de marca, y ambos aspectos son fundamentales.
¿Qué nivel de madurez alcanzaron las soluciones tecnológicas de Pulpou y cómo se diferencian de otras propuestas?
Estamos hace 12 años en el mercado. Creemos que incluso llegamos antes de tiempo al problema en América Latina. En aquel momento, los e-commerce y las redes sociales no estaban tan desarrollados como hoy, y nos costaba un poco más explicar el valor de nuestra propuesta. Además, las grandes marcas tenían el foco puesto en regiones que consideraban más conflictivas, como Asia, Europa o Estados Unidos.
Aun así, desarrollamos una tecnología muy potente. Un punto clave fue en 2017, cuando trabajamos con Mercado Libre para desarrollar el DIG y aportar nuestra tecnología al programa de protección de marca de la plataforma.
Hoy nos destacamos a nivel global, con clientes internacionales a quienes acompañamos en todas las regiones. Incluso tenemos un equipo en China, donde identificamos problemas relacionados con marketplaces mayoristas, entre otros.
El año pasado, OpenAI nos invitó a presentar Pulpou como caso de éxito ante sus desarrolladores, y este año repetimos la experiencia. En unos días, volvemos a San Francisco para mostrar cómo trabajamos.
Hoy la tecnología se democratizó. Ya no hace falta ser una empresa con millones de dólares en servidores para competir. Con una buena idea y una ejecución sólida, se puede alcanzar el nivel de desarrollo de las principales compañías del mundo.
¿Cuál es el desafío con el tema de los marcos regulatorios y cómo adaptan la propuesta a la cultura de cada país?
Muy difícil. Por eso, es clave apoyarse en equipos legales locales, que sean quienes te ayuden a tramitar, por ejemplo, el alta de marcas en los marketplaces, la revisión de casos. Ese tipo de acciones son importantes.
De todos modos, este desafío se repite en todo el mundo. La legislación de Brasil no tiene nada que ver con la de Argentina, y así ocurre en muchas otras regiones. Sin embargo, en América Latina logramos movernos con mucha solvencia, a pesar de esas diferencias.
En ese sentido, los marketplaces funcionan como grandes niveladores, ya que tienden a establecer reglas similares para todos los países donde operan. Eso facilita mucho la tarea, aunque siempre hay que tener en cuenta las particularidades legales y culturales de cada mercado.

Mercado Libre está en 18 países, por ejemplo. Entonces, de repente las reglas son las mismas para los 18 países. Si vos jugás bajo sus reglas y solicitás las bajas, las remociones inmediatas de cualquier infracción, se torna simple. No es que tenga que accionar según las condiciones locales de cada país.
Mirando hacia el futuro, ¿qué tendencias locales ves en la protección de marcas para los próximos 5 años?
Yo creo que la gran tendencia está en las interacciones agénticas de inteligencia artificial. Hoy, cuando entrás a un sitio para hacer una transacción, lo hacés porque ese sitio lo que te ofrece, en el fondo, son ojos de personas.
Si quiero vender esta mesa, la publico en ese sitio porque sé que mucha gente lo va a visitar. Pero eso está por cambiar, y no dentro de cinco años: en tres años o menos, mi agente de inteligencia artificial —ChatGPT o el que sea— va a hablar directamente con el tuyo.
Lo que se va a publicar online ya no será un producto, sino una necesidad. Por ejemplo, tu agente publica que necesitás comprar una mesa de madera, y los agentes de quienes tengan una mesa de madera para vender se postulan e interactúan entre sí.
Una vez que se ponen de acuerdo en los términos, incluso coordinarán automáticamente con el agente del correo para gestionar el envío.
Entonces esas interrelaciones no están ajenas a necesitar a alguien que valide el producto que se sigue vendiendo en el medio. Nosotros estamos yendo para ese lado, estamos identificando esas interacciones de agentes de IA y estamos viendo cómo insertar nuestra tecnología en esos procesos. Así que va a haber una transformación. Creemos que la necesidad va a seguir existiendo, pero transformada.