En el último tiempo, la industria avícola viene siendo golpeada con enfermedades masivas que cada vez son más comunes a causa de la globalización y el cambio climático. Sin ir más lejos, en los últimos meses, por el temor que causa la gripe aviar en distintas provincias de la Argentina más de 200 gallinas fueron sacrificadas.
Dado este contexto es que, quienes forman parte de esta industria, están buscando mejorar sus estándares de calidad y evitar (o mejor dicho, reducir) estos escenarios de enfermedades que describimos, a través de la innovación con tecnología.
Por ejemplo, la empresa nacional de salud animal CLADAN, que se dedica a producir premezclas (que tienen vitaminas, aminoácidos, aditivos ambientales, entre otros) para sumar al alimento de aves, cerdos y rumiantes, es un caso. Esta compañía, que innova tanto en el sector avícola como ganadero, trabaja en cada instalación agrícola para hacer los análisis correspondientes y luego un seguimiento para corroborar que se cumplen los objetivos deseados.
Los beneficios de trabajar con las nuevas tecnologías son varios, aseguran jugadores importantes del sector. Principalmente, los resultados se ven en la reducción de costos y del impacto ambiental.
CLADAN apunta a que el animal ingiera una cantidad menor de alimentos y aproveche el 100% de los nutrientes que se le ofrecen. Bajo ese objetivo, describen en una entrevista con Forbes Argentina, analizan las secreciones de los animales para detectar si hay grasa o proteína, por ejemplo, “lo que indica que por algún motivo no lo digirió bien y entonces hay que modificar el alimento para balancear mejor las cantidades”.
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Nanotecnología
“Hoy se apunta mucho a la nanotecnología. Uno de los aminoácidos que se usa en la industria avícola es la metionina, que es clave. Con la nanotecnología se puede demostrar que se puede reemplazar hasta 4 a 1 esa fuente y utilizar menos material. Esto ocurre porque estas nanopartículas tienen mejor digestibilidad que una micropartícula. Para eso se usan modelos científicos que comprueben estas cuestiones y eso es lo que hacemos en los laboratorios”, explican desde CLADAN
Bioseguridad
Asimismo, aseguran que para evitar que enfermedades como la gripe aviar y otras tantas se expandan es fundamental controlar el aspecto sanitario. Si bien parece algo lógico remarcarlo, muchas veces este aspecto no se cuida como se debiera. Ellos entienden que es clave tener vacíos sanitarios y controles para estar seguros de que no se transfieren patógenos. ”Todo eso te lleva a la bioseguridad y hace que lo que venga después sea más fácil de afrontar. Son todas herramientas que aportan a este proceso”, afirman en la entrevista con Forbes.
Hoy los consumidores no solo se interesan por la calidad de los alimentos, sino también por otra cuestiones que tienen que ver con el medioambiente, con el sufrimiento de los animales (que no estén estresados ni hacinados) y que el producto no tenga antibióticos o pesticidas, por ejemplo. Y para lograr esto, reconocen los especialistas, se debe mejorar la eficiencia de la producción.
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