Sin lugar a dudas, el gran aliado y compañero de un Product Manager son los datos. Es casi inimaginable que una persona pueda desempeñar este puesto en una empresa sin apoyarse en indicadores y métricas (posibles gracias a los datos recopilados), ya que sin ellos le sería imposible mantener una visión global del negocio.
El hecho de poder contar con información sensible de lo que ocurre no solo a nivel interno, sino también a nivel mercado, le permite tomar decisiones eficaces a la hora de encargar la estrategia, el marketing y el diseño de un producto.
No obstante, más allá de lo dicho anteriormente, si bien los datos son considerados como oro para las organizaciones, si no hay una interpretación, un análisis y un estudio detrás; posiblemente casi ni tengan valor. Por más de que suene fuerte, lo que queremos decir con esto es que los datos por sí solos no dicen nada. Por eso, además de entenderlos, es fundamental que las empresas sepan cuáles de todas las métricas que recopilan son realmente importantes para su negocio.
En ese sentido, el Instituto académico IEBS, describe que existen algunas métricas denominadas como “amplias” y que cualquier empresa que comercializa un producto o servicio debe seguir:
Índice de temas
Métricas de fidelización
Saber cuánto tiempo invierten los usuarios en el producto, cuánto tiempo tardan en dejarlo de lado
Métricas de adquisición
Por ejemplo, ¿cuántos nuevos usuarios han empezado a usar los productos en un espacio de tiempo determinado?
Métricas de retención
Conocer cuál es la tendencia de DAU (usuarios activos diarios) y MAU (usuarios activos mensuales)
Métricas de la experiencia
Saber cuán satisfecho se encuentra con el producto nuestro cliente, si se lo recomendaría a otras personas, por ejemplo.
Métricas financieras
Es importante reconocer cuál es el costo de adquirir un usuario: CAC (costo de adquisición de clientes); cuál es el valor de vida de los usuarios – CLV (valor de vida del cliente); Cuál es el ingreso por cuenta – ARPA (ingreso promedio por cuenta)
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