Que falta personal especializado para cubrir puestos tecnológicos en Latinoamérica está claro. Es una necesidad que preocupa a muchos de los países de la región y que invita a sus principales actores, en carácter de urgencia, a arremangarse y hacer frente a esta problemática. En ese sentido, es evidente que para cerrar la brecha de conocimiento que existe entre los egresados universitarios y lo que demanda el mercado laboral se requerirá que las compañías y el sector educativo trabajen en conjunto.
Al respecto, Jesús Deloya, Director de Innovación Educativa de Aliat Universidades, dice en una columna de opinión que si bien hubo cantidad de instituciones universitarias que se han dado a la tarea de encontrar estrategias que ayuden a los estudiantes a estar vigentes en el mercado laboral, se necesita de más esfuerzo.
Sostiene que las instituciones educativas deben ayudar a los alumnos a lo largo de su formación profesional. Y esto significa no solo apoyarlos en la obtención del tan ansiado título, sino también en asegurarse que cuenten con reconocimientos y certificados a medida que van avanzando en su carrera.
Según Deloya, “esto se puede conseguir si se aprovechan las tecnologías como el Blockchain y los NFT’S (Non – Fungible Tokens), para compartir y socializar los logros académicos y las competencias adquiridas, garantizando la originalidad y personalización de estas y compartiéndolas en diferentes niveles, que van desde la misma institución educativa, los empleadores, las redes sociales o con otras instituciones académicas”.
Profundiza que la educación se vería realmente beneficiada por su uso. A tal punto de convertirse en ese administrador del historial académico de los estudiantes, autentificando certificados y títulos universitarios de grado y posgrado, o cursos especializados. Para Deloya, esto ayudaría a las empresas que andan en búsqueda de talento a encontrarlos de una manera más sencilla y práctica.
Casos referentes en el mundo
El Instituto Tecnológico de Massachussetts y la Universidad de Harvard ya pusieron en marcha algunos proyectos que apuntan a desarrollar sus propios certificados digitales y crear redes universitarias en las que puedan compartirlos.
“Un ejemplo excelente es el Digital Credentials Consortium fundado en el 2018, el cual tiene el gran propósito de desarrollar una red académica mundial para conectar tanto a estudiantes como docentes y compartir información académica digital auténtica y verificable”, cierra.
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