Especial

Ética en la Inteligencia Artificial: Principios, riesgos y cómo aplicarla en entornos empresariales



Dirección copiada

A la vez que transforma el mundo, la IA plantea dilemas éticos urgentes: sesgos, privacidad, empleo y responsabilidad. Cuáles son los los desafíos clave y las soluciones para fortalecer la ética en la inteligencia artificial.

Publicado el 22 de may de 2025

Silvina Darago

Periodista



Balanza dorada con símbolos de inteligencia artificial y cerebro, representando las implicaciones éticas de la inteligencia artificial en entornos empresariales.
Fuente: Shutterstock

La inteligencia artificial (IA) dejó de ser una mera promesa tecnológica para convertirse en una realidad omnipresente que transforma todo. Desde asistentes virtuales hasta sistemas de diagnóstico médico, la IA está redefiniendo la forma en que interactuamos con el mundo.

Sin embargo, este avance vertiginoso también plantea interrogantes profundos sobre las implicaciones éticas de la IA. ¿Cómo aseguramos que estas tecnologías respeten los derechos humanos, promuevan la equidad y no perpetúen desigualdades existentes? ¿De qué manera se fomenta la ética en la inteligencia Artificial?

En este contexto, es fundamental analizar los desafíos éticos que surgen con el desarrollo y la implementación de la IA.

¿Qué son las implicaciones éticas en la inteligencia artificial?

Las implicaciones éticas en la inteligencia artificial se refieren a las consideraciones morales y sociales que surgen del desarrollo, implementación y uso de sistemas de IA.

Estas incluyen preocupaciones sobre la privacidad, la equidad, la transparencia, la rendición de cuentas y el impacto en el empleo, entre otros aspectos.

Según la UNESCO, la ética en la inteligencia artificial (IA) se entiende como un marco integral, global y evolutivo que orienta la evaluación y regulación de estas tecnologías, tomando como referencia la dignidad humana, el bienestar y la prevención de daños.

Este enfoque ético busca guiar a las sociedades para afrontar responsablemente los efectos conocidos y desconocidos de la IA en las personas, la sociedad y el medio ambiente.

Principales desafíos éticos en el desarrollo de la IA

“Uno de los principales desafíos éticos que se presentan en el desarrollo de la IA es la toma de decisiones autónoma y su impacto en la vida de las personas” explica en entrevista con Innovación Digital 360, Néstor Balich, director del Laboratorio de Robótica Física y Laboratorio Creativo 3D, e investigador en Inteligencia Artificial del Centro de Altos Estudios en Tecnología Informática (CAETI) de la Universidad Abierta Interamericana (UAI).

En este sentido, resalta que la IA “tiene el potencial de influir en decisiones críticas como las que afectan la salud, el empleo y la seguridad, lo que plantea el riesgo de tomar decisiones erróneas o sesgadas debido a la programación, los datos o los algoritmos”, asegura el miembro del Consejo directivo CAETI.

Entre los desafíos más importante, el experto señala que hay uno que es vital: la responsabilidad. “Si una IA comete un error, ¿quién es el responsable? Asegurar la equidad, la justicia y la transparencia en su desarrollo y uso son claves en la discusión ética de esta tecnología”, menciona.

Para dar ejemplos concretos Balich menciona los robots de cirugía o vehículos autónomos. “La solución hoy en día es un documento en donde el paciente o usuario deslinda responsabilidad por el uso del automóvil o la aceptación del uso del robot en su operación”, comparte en entrevista con Innovación Digital 360.

Infografía sobre los desafíos éticos en inteligencia artificial, incluyendo privacidad, sesgos, responsabilidad y transparencia en sistemas de IA.
Infografía de los principales retos de la ética en la Inteligencia Artificial.

Otro riesgo que cada vez se hace más presente y que se ha abordado en la literatura y en la ciencia ficción, es que se borran las barreras emocionales entre una IA y un humano. Sobre esta problemática, el Director Laboratorio de Robótica e IA UAI confiesa que puede hacer que “el humano se olvide esta conversando con una IA y tome sus decisiones, propuesta como correctas, basadas en el sentido común o una base emocional, cuando en la realidad estos sistemas son probabilísticos y cada vez con más datos, con más interacción, son más parecidos a nosotros”.

En este contexto, el Informe Belmont, un documento ético fundamental para la investigación en seres humanos, se plantea como un modelo a seguir, promoviendo valores como el respeto por las personas, la beneficencia y la justicia.

Entre todos los puntos, este documento propone tres principios esenciales que orientan el diseño ético de experimentos y algoritmos:

  • Respeto por las personas: Este principio destaca la importancia de reconocer la autonomía de cada individuo y la necesidad de proteger especialmente a aquellos con capacidad limitada para tomar decisiones, como personas con enfermedades, discapacidades cognitivas o menores de edad. En esencia, se centra en asegurar que los participantes estén plenamente informados sobre los posibles riesgos y beneficios, y que tengan la libertad de decidir si desean participar o retirarse en cualquier momento del proceso experimental.
  • Beneficencia: Derivado de la ética médica, donde se promueve el compromiso de “no causar daño”, este principio es igualmente aplicable a la inteligencia artificial. Reconoce que, aunque los sistemas y algoritmos estén diseñados para mejorar procesos o resultados, existe el riesgo de amplificar prejuicios relacionados con raza, género, orientación política, entre otros, lo que requiere un enfoque cuidadoso para minimizar cualquier impacto negativo.
  • Justicia: Este principio aborda la distribución equitativa de los beneficios y las cargas generadas por la experimentación y el aprendizaje automático. Se pregunta quiénes deben ser los receptores de las ventajas obtenidas. El Informe Belmont identifica cinco criterios para esta distribución justa: igualdad, necesidad individual, esfuerzo personal, contribución social y mérito.

Adaptar estos principios al desarrollo de sistemas de IA permitiría establecer mecanismos de consentimiento, monitoreo continuo y evaluación de riesgos en cada etapa del ciclo de vida del sistema.

Impacto de la IA en la privacidad y protección de datos

La recopilación masiva de datos por parte de sistemas de IA plantea preocupaciones sobre la privacidad individual. Un informe de la Universidad de Stanford destaca la necesidad de políticas robustas de protección de datos para salvaguardar la información personal en la era de la IA.

La IA a menudo requiere grandes cantidades de datos para funcionar eficazmente, lo que plantea riesgos significativos para la privacidad. Un artículo publicado en la Universidad de Yale subraya la necesidad de establecer límites claros sobre cómo se recopilan, almacenan y utilizan los datos personales en sistemas de IA.

Los sistemas de IA pueden perpetuar o incluso amplificar sesgos existentes si se entrenan con datos históricos que reflejan prejuicios sociales. Los autores Simon Friis y James Riley, resaltaron en su artículo publicado e Harvard Business Revirew la necesidad de desarrollar métodos para identificar y mitigar estos sesgos en los algoritmos.

Sobre esta temática, el representante de la UAI explaya: “La IA afecta a la privacidad de los individuos principalmente a través de la recopilación y el procesamiento de grandes cantidades de datos personales, si estos datos se encuentran en páginas de internet de libres accesos, esto podría cuestionarse desde el usuario, por utilización de estos para otros usos, como ejemplo la publicación en un muro para interactuar o hablar con otros seres humanos, no para entrenar una IA”.

En muchos casos, explica, la información que se utiliza para entrenar sistemas de IA puede ser sensible, desde datos médicos hasta datos de comportamiento en línea. Si no se maneja adecuadamente, la IA puede violar la privacidad de los usuarios, ya que puede extraer patrones y hacer predicciones sobre individuos sin su consentimiento explícito.

“El riesgo de una vigilancia masiva y la manipulación de la información también son preocupaciones válidas en este ámbito. Esta idea es el eje central de las disposiciones legales adoptadas por la comunidad europea para los sistemas de IA, y garantizar la no apropiación de datos personales”, agrega Balich.

Sesgos y discriminación en algoritmos de IA

Los algoritmos de IA pueden reflejar y amplificar sesgos presentes en los datos de entrenamiento. Un estudio de la organización especializada ACM FAccT propone enfoques para auditar y corregir estos sesgos, promoviendo una mayor equidad en los sistemas de IA.

Uno de los hallazgos clave del estudio es que los marcos regulatorios locales, como el de la ciudad de Nueva York, pueden servir como laboratorios para evaluar cómo deben implementarse las auditorías algorítmicas de manera efectiva.

Estas auditorías no solo identifican sesgos, sino que también deben ser interpretables para quienes no tienen conocimientos técnicos, como responsables de recursos humanos o reguladores públicos.

“Muchas IA padecen de sesgo de entrenamiento, es decir, son tan buenas como lo son los datos que se seleccionaron para su entrenamiento. Datos erróneos o sesgados producirán resultados erróneos y sesgados”, detalla el experto.

Estos sistemas actualmente en muchos LLM como los chatbots con IA -agrega- están entrenados y su cerebro funciona en un servidor en otro país, sin forma de validar que alguien acceda a los datos de los usuarios.

“Por lo general la mayoría aceptamos estos riesgos, para poder utilizar una herramienta que nos facilite la vida, pero ¿qué pasa cuando no se nos consulta o cuando confiamos que los programadores cumplieron las normas éticas para el desarrollo del sistema, y auditan el mismo para que con su autoaprendizaje no las cumplan?”, se cuestiona Balich.

El experto señala que en la actualmente ya se está investigando y creando IA capaces de controlar y auditar a otras IA, “pues ya ha rebasado la capacidad humana para realizarlo”, afirma y continúa: “Sin embargo, no todo está perdido, somos los humanos que debemos frenar un poco, orientar y establecer normas y sistemas que garanticen el cumplimiento ético de los sistemas, en función del sentido común y el beneficio de los seres humanos”

Más allá de esto, advierte: “Si no lo hacemos, tendremos que hacerlo luego de sufrir los efectos negativos y eso no sería un buen ejemplo de inteligencia natural”.

Transparencia y responsabilidad en sistemas de IA

La falta de transparencia en los sistemas de IA dificulta la identificación de errores y la asignación de responsabilidad. Los investigadores del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) sugieren que la aplicación de principios éticos establecidos en la investigación médica puede mejorar la rendición de cuentas en la IA.

La opacidad de algunos modelos de IA dificulta la comprensión de cómo se toman las decisiones, lo que puede socavar la confianza del público. Lo expertos del instituto de EE.UU, proponen aplicar principios del Informe Belmont para mejorar la ética en la investigación de IA.

Sobre este tema, el director del Laboratorio de Robótica Física y Laboratorio Creativo 3D de la UAI señala: “La transparencia en los sistemas de IA es fundamental para generar confianza en su uso. Los usuarios deben saber cómo y por qué se toman ciertas decisiones, especialmente cuando estas afectan directamente su vida diaria”.

Un sistema transparente -detalla- permite que los algoritmos sean auditados, verificados y corregidos si se identifican sesgos o fallos. “Además, la transparencia facilita la rendición de cuentas en caso de que algo salga mal, lo cual es esencial para mantener la confianza pública en la tecnología”, aporta.

Regulaciones y marcos éticos para la inteligencia artificial

Diversas organizaciones están desarrollando marcos éticos para guiar el desarrollo y uso de la IA. La UNESCO ha publicado recomendaciones sobre la ética de la inteligencia artificial, enfatizando la necesidad de un enfoque centrado en el ser humano.

Este marco establece principios como:

  • La transparencia
  • Rendición de cuentas
  • La no discriminación
  • La sostenibilidad
  • La protección del medioambiente

También hace énfasis en la necesidad de fortalecer las capacidades institucionales de los Estados para evaluar y auditar sistemas de IA, y de promover la alfabetización digital en todos los niveles educativos, como mecanismo de empoderamiento social.

Por otro lado, la OCDE y el NIST desarrollaron sus propios principios y marcos operativos. Estas guías, aunque no son vinculantes en todos los países, ofrecen estándares de referencia ampliamente adoptados por la industria y gobiernos para alinear el desarrollo tecnológico con los valores democráticos.

En conjunto, estos esfuerzos apuntan hacia una IA confiable, centrada en el ser humano y alineada con los derechos fundamentales.

La Ética aplicada a la Inteligencia Artificial

Futuro de la IA y consideraciones éticas emergentes

A medida que la IA continúa evolucionando, surgen nuevas consideraciones éticas. La Universidad de Yale destaca la importancia de abordar cuestiones relacionadas con la autonomía de los sistemas de IA y su impacto en la toma de decisiones humanas.

En el contexto de la creciente integración de la inteligencia artificial en diversos aspectos de la vida cotidiana, el profesor Luciano Floridi, director del Centro de Ética Digital de Yale, enfatiza en el estudio la necesidad de desarrollar marcos éticos que anticipen y aborden los desafíos emergentes.

Floridi destaca que no se trata solo de reaccionar a los problemas existentes, sino de prever y mitigar posibles riesgos antes de que se materialicen. Este enfoque proactivo busca garantizar que la implementación de tecnologías digitales, incluida la IA, se alinee con valores sociales fundamentales y respete los derechos humanos.

Preguntas frecuentes sobre las implicaciones éticas de la inteligencia artificial

¿Cómo afecta la IA a la privacidad de los individuos?

La IA puede recopilar y analizar grandes cantidades de datos personales, lo que plantea riesgos para la privacidad. Es esencial implementar políticas de protección de datos y garantizar la transparencia en el uso de la información.

¿Qué son los sesgos algorítmicos y cómo se pueden mitigar?

Los sesgos algorítmicos ocurren cuando un sistema de IA produce resultados injustos debido a prejuicios en los datos de entrenamiento. Para mitigarlos, se deben utilizar conjuntos de datos diversos y realizar auditorías éticas de los algoritmos.

¿Por qué es importante la transparencia en los sistemas de IA?

La transparencia permite comprender cómo funcionan los sistemas de IA y cómo se toman las decisiones, lo que es crucial para generar confianza y garantizar la rendición de cuentas.

¿Qué desafíos presenta la IA en el ámbito laboral?

La ética en inteligencia artificial enfrenta el reto de equilibrar la automatización con la protección laboral, evitando desigualdades y garantizando un impacto justo. La solución pasa por implementar políticas éticas que promuevan la reconversión profesional y la inclusión tecnológica.

¿Cómo se puede garantizar el uso ético de la IA en aplicaciones militares?

Es fundamental establecer marcos legales y éticos claros que regulen el uso de la IA en contextos militares, asegurando que se respeten los derechos humanos y se eviten abusos.

Artículos relacionados

Artículo 1 de 6