El término “Ambient IoT” no empezó a circular hasta finales de 2022. A pesar de ello, ya es posible encontrar una definición del mismo en Wikipedia. En el vasto universo del Internet de las Cosas, los dispositivos que se engloban bajo el paraguas del Ambient IoT se basan en un nuevo estándar para las comunicaciones de banda ancha móvil creado por el Third Generation Partnership Project (3GPP).
Este último identifica un acuerdo de colaboración, que se remonta a 1998, entre entidades implicadas en la normalización de los sistemas de telecomunicaciones en diversas partes del mundo. En el mismo camino hacia la normalización, cabe mencionar también al Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE), con su grupo de trabajo centrado en la cuestión de la alimentación de estos dispositivos.
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Qué es Ambient IoT: ejemplo concreto
En comparación con la generación anterior de sistemas IoT que utilizaban, por ejemplo, la tecnología NB-IoT, la fuente de alimentación de los dispositivos Ambient IoT son las ondas de radio, que se prestan a alimentar pequeñas computadoras. Es similar a los paneles solares y debería reducir los costos energéticos y eliminar el tiempo de sustitución de las baterías.
En el último MWC GSMA se habló de ello en una reunión titulada “6G Ambient IoT: ¿su antídoto para la cadena de suministro y las crisis climáticas?”. En esa ocasión, Dominique Bonte, de ABI Research, afirmó que los dispositivos Ambient IoT podrían alcanzar una cifra superior a los 10 billones.
En la misma ocasión, Steve Statler, Director de Marketing de Wiliot, tuvo la oportunidad de explicar cómo trabaja su empresa en el seguimiento del estado de artículos como coches, contenedores de transporte, contadores de gas y electrodomésticos. Wiliot, una startup israelí fundada en 2017, a través de sus IoT Pixels y servicios en la nube relacionados proporciona etiquetas de bajo costo, pequeñas y flexibles. De hecho, tienen el tamaño de una estampilla, pero suficiente para albergar una computadora y la tecnología necesaria para recoger la energía de las ondas de radio. La sencillez de estas etiquetas, comparadas con las balizas Bluetooth clásicas, significa que pueden emitir un paquete de datos sin necesidad de alimentarse con una batería o una fuente de alimentación conectada.
Dispositivos para vigilar unidades cada vez más pequeñas
En una entrevista reciente, Statler se refirió a la capacidad del IoT ambiental para controlar unidades muy pequeñas, como alimentos, medicamentos y ropa, como ejemplos de objetos potencialmente rastreables. Aunque aún se encuentra en una fase incipiente, es concebible que el impacto de este tipo de tecnología crezca exponencialmente, impulsado por su mayor sostenibilidad y la posibilidad de combinarse con modelos lingüísticos de inteligencia artificial como ChatGPT.
También se espera que el factor costo contribuya a la difusión de estas nuevas etiquetas, que resultan más baratas que los lectores RFID portátiles. Además, mientras que la etiqueta Ambient IoT es un dispositivo activo que transmite constantemente el estado del artículo supervisado, la etiqueta RFID tradicional solo se comunica cuando se produce un cambio de estado. Esto hace que la primera sea especialmente adecuada para ayudar a los fabricantes, distribuidores y minoristas de alimentos a cumplir los estrictos requisitos de mantenimiento de registros y trazabilidad, como los establecidos por diversas autoridades reguladoras de todo el mundo.
Los múltiples usos posibles del IoT ambiental
La empresa Wiliot pudo comprobar la validez y eficacia de la tecnología Ambient IoT durante la pandemia cuando integró sus etiquetas en frascos individuales de vacunas para Pfizer. Así fue posible controlar en tiempo real condiciones como la temperatura, el nivel de llenado e incluso la dilución de las vacunas. De cara al futuro, los casos de uso podrían ser muchos. En el campo de la logística, por ejemplo, las empresas del sector buscan constantemente soluciones con las que eliminar los “puntos ciegos” de visibilidad que pueden producirse durante el tránsito de mercancías. El estado “siempre activo” del IoT ambiental también puede ayudar cuando las comunicaciones se interrumpen temporalmente, como puede ocurrir en un buque portacontenedores en medio del océano.
En este caso, los datos podrían almacenarse en el borde y reenviarse a la nube en cuanto el contenedor regrese a una zona cubierta por una red celular. Según Steve Statler, en los próximos años las etiquetas Ambient IoT podrían hacer su aparición en contextos inesperados, como el frasco de insulina o la caja de cereales. Dondequiera que haya datos propios, cifrados y trazables que puedan utilizarse en beneficio de un servicio cada vez mejor para las personas.
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