Como el lugar donde comienzan y terminan muchos viajes, los aeropuertos son una pieza clave en la economía. Pero también son fuente de muchas frustraciones, como retrasos de vuelos, cuellos de botella de seguridad y un servicio al cliente deficiente. Sin embargo, los aeropuertos podrían acabar siendo un lugar donde realmente disfrutemos pasar tiempo.
Índice de temas
Lo que está pasando y lo que está por pasar
Según un nuevo informe de Oliver Wyman Forum, el brazo de investigación de la consultora global bajo el mismo nombre, se avecina una revolución en la experiencia de los pasajeros en las próximas décadas. De hecho, nuestra experiencia de viaje está a punto de volverse fluida, sin contacto, agradable, rápida y personalizada; y además estamos en camino de hacerla menos contaminante a medida que las aerolíneas comienzan a cambiar hacia combustibles de aviación sostenibles y los aeropuertos electrifican el equipamiento en tierra.
Las principales tendencias que afectarán el futuro de los aeropuertos, desde objetivos de sostenibilidad hasta tecnologías transformadoras, hacen que incluso para fines de la presente década los aeropuertos puedan ser notablemente diferentes, con servicios personalizados para los pasajeros. Basta con imaginarse colas virtuales o comida entregada a la puerta de embarque, además de más lugares para relajarse y hacer compras.
Estados Unidos
El Aeropuerto de Seattle-Tacoma y el de Los Ángeles están entre los primeros de América del Norte en probar colas virtuales, que permiten a los viajeros saltar la fila al hacer una reserva digital para el control de seguridad.
Además, el de Detroit ha agregado un gran tablero futurista de salidas que utiliza tecnología de reconocimiento facial para mostrar información personalizada a los viajeros sobre su vuelo.
Uruguay
Y a nivel Sudamérica está el de Carrasco, en Uruguay, el primero completamente digital de América Latina, con procesos biométricos de principio a fin.
Contactless
Muchos aeropuertos están avanzando rápidamente también hacia la tecnología “sin contacto” que utiliza reconocimiento facial, inteligencia artificial, automatización y escáneres biométricos para agilizar el check-in, la seguridad o los controles de inmigración.
Para 2040, las tarjetas de identificación digitales sin contacto podrían reemplazar los pasaportes en papel, confirmando la identidad del pasajero, la información de viaje y el estado de inmigración.
Más seguridad
Y, combinado con la tecnología biométrica, los pasajeros podrían pasar por “túneles” de seguridad e inmigración a paso ligero en un viaje completamente continuo. Si el proceso de seguridad se integra con otros modos de transporte, como taxis aéreos o trenes rápidos, la información del pasajero podría ser verificada incluso antes de llegar al aeropuerto. Además, con servicios personalizados de recogida y entrega de equipaje, las valijas de los viajeros podrían enviarse por adelantado al aeropuerto, para que lleguen sin carga a su destino.
Sin embargo, una experiencia tan fluida requeriría compartir datos de manera segura en toda la industria global de viajes, lo que podría ser un gran obstáculo. Concretamente, los gobiernos de todo el mundo deben aceptar las autorizaciones de seguridad de los demás, y no todos los pasajeros querrán esta experiencia fluida y sin contacto si implica compartir su identidad digital.
Así, con menos espacio de aeropuerto dedicado a mostradores de check-in o filas de seguridad, las terminales tendrán más lugares para relajarse o hacer compras (como atracciones, tiendas, sitios de ocio, jardines o hasta hoteles). Al conectar los aeropuertos con otras formas de transporte, las áreas alrededor de ellos también podrían transformarse, creando aeropuertos que son verdaderas ciudades vibrantes. En resumen, los aeropuertos podrían convertirse en algo más que simplemente un lugar para tomar un avión; podrían convertirse en destinos en sí mismos.
Prohibida su reproducción total o parcial.