En los últimos años, Argentina, pese a ser un país en vías de desarrollo, avanzó considerablemente en materia de desarrollo tecnológico, innovando y generando valor agregado en dicha industria.
Un estudio de la Fundación Sadosky, donde se consultó a más de 120 referentes de las TIC, arrojó que existen áreas prioritarias de investigación y desarrollo en Argentina para el mediano plazo. Entre estas se encuentran la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la ciencia de datos y la bioinformática. Asimismo, la investigación determinó que la Agricultura y la Energía eran los sectores estratégicos en donde estas herramientas podían ser aplicadas y generar un gran diferencial.
En el marco del Internet Day, evento que se presentó bajo el lema “Conectividad para una nueva Argentina“ y en el que expusieron varios oradores, en el panel “Políticas Públicas para el sector TIC”, los expertos Héctor Huici, subsecretario de Comunicaciones y Conectividad, Santiago Pordelanne, subsecretario de Economía del Conocimiento y Juan Martín Ozores, interventor del Enacom, brindaron detalles sobre cómo el estado trabajará en pos del desarrollo de este sector.
Los desafíos regulatorios en Argentina
Huici explicó que planteó, en numerosas ocasiones, los problemas que viene enfrentando la industria en la Argentina, como la macroeconomía, el ya derogado DNU 690 y reglamentaciones que, en el mejor de los casos, son innecesarias y en otros ha perjudicado al sector.
“Alberdi, cuando escribió el libro ‘Bases y puntos de partida para la organización política de la República de Argentina,‘ señalaba cuál era la importancia del estado en el proceso de riqueza, y usó la misma frase que Diógenes a los romanos. Es decir, que no le hiciera sombra. En este caso, Alberdi se refería a que el estado no le haga sombra al privado en ese proceso de riqueza, y que garantice un sistema de reglas transparentes de resolución de conflictos”, detalló.
En esta línea, el experto reflexionó que, si bien la ausencia del estado puede solucionar conflictos, en otras ocasiones se puede dar la situación inversa. Recalcó que siempre la riqueza la generan los privados y que, en Argentina, es ridículo pensar que un estado quebrado, fundido y sin acceso al crédito va a poder reemplazar a la iniciativa privada. En todo caso, agregó que el rol del estado debería ser el de arbitrar y establecer reglas.
Estas deben ser pocas, claras y lo más transparente posibles, según Huici. Asimismo, consideró que el DNU 690 tuvo el “mérito” de demostrar que la industria puede tener intereses convergentes, por lo que espera que, ahora que se derogó, esto no desaparezca, ya que es importante que la industria encuentre los acuerdos necesarios ante un problema y no pedir permanentemente el “auxilio” al estado.
Ozores, por su parte, explicó los desafíos que se tuvieron que abordar desde el ENACOM. “Estamos trabajando en un marco regulatorio para generar condiciones claras. Queremos generar las políticas necesarias para fomentar la inversión y la competencia”, señaló.
Asimismo, destacó que están trabajando en el diseño de procesos ágiles y expresó sus deseos de que el mercado pueda avanzar de forma sostenida en la conectividad al mundo, algo que ya se está observando en la región.
“Hoy, el Enacom es un organismo funcional, técnico, dinámico, ágil, donde todas las partes, especialmente los privados, tienen una vía más simple para realizar sus negocios. En los meses que llevamos al frente del ENACOM tomamos medidas trascendentales para el sector como la derogación del DNU 690. Este representó un ejemplo más de las intervenciones injustificadas que distorsionaron las reglas del mercado y de la competencia, factores claves”, aseguró.
Además, autorizaron la llegada del despliegue del internet satelital, completando las tres vías de acceso en internet. En este sentido, el experto – entre otras cuestiones – espera grandes inversiones hacia esa dirección por parte de este sector.
Finalmente, Pordelanne consideró que la economía del conocimiento se nutre de la industria del internet. “Hoy la economía del conocimiento es el tercer sector exportador del país, además de ser una industria con un gran crecimiento mundial y un potencial muy grande. En ese sentido, somos el segundo país que exporta conocimiento”, aseguró.
Además, recalcó que el estado debe predisponerse en escuchar al sector privado y con una mentalidad de ayuda, por lo que se debe preguntarle al sector privado qué necesita y el estado debe facilitarles la vida. Es decir, trabajar articuladamente en lugar de imponer, permitiéndoles a estos crecer, invertir, competir, entre otras cuestiones.
“Dentro de la economía del conocimiento, la conectividad, las telecomunicaciones, entre otros, son centrales porque hoy las personas pueden trabajar desde cualquier parte del territorio y darle servicio a cualquier país, cambiando el hecho de tener que trabajar o mudarse a grandes centros urbanos para conseguir empleos en grandes empresas de forma presencial. Hoy estamos esperando que este sector crezca este año en más de US$ 1.000 millones en exportaciones”, concluyó.