Si bien ya existían desde antes, los Tokens No Fungibles (NFTs) sorprendieron en 2020 por su característica de llevar la escasez al espacio digital. ¿Qué significa esto?
Que cualquier archivo digital puede ser copiado, y ser todos las copias iguales sin sufrir degradación de calidad. Nada en los archivos indica cuál es el original o primero. Con el NFT, en cambio, es posible indicar cuál es el archivo al que uno se refiere. Un NFT representa un ítem único e indivisible.
El NFT es una representación de un ítem digital que, al mismo tiempo que lo convierte en único, registra su trazabilidad en blockchain. Esta trazabilidad está disponible y brinda transparencia.
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De lo digital al espacio físico
La no fungibilidad suele estar resuelta en la presencialidad. Identificamos un automóvil con su patente, una vivienda con su dirección, un pedido de cliente, un usuario, por citar algunos ejemplos. Sin embargo, no resulta sencillo identificar un producto que es parte de un lote. Es así como muchos inventarios se conducen manualmente, son engorrosos y sufren inconsistencias.
La tecnología de radiofrecuencia es una herramienta para la identificación. Traslada la identificación al espacio digital para beneficiarse con la capacidad de cómputo y optimizar procesos, dando lugar a escenarios automáticos, control y alertas en tiempo real.
Integrando la Identificación por Radiofrecuencia (RFID) con blockchain y NFTs, la no fungibilidad o identidad de un ítem físico queda trazada en la cadena de bloques, heredando así la característica de inmutabilidad. Esta posibilidad es una herramienta poderosa en logística 3PL y cadenas de abastecimiento que permite generar soluciones transparentes y automáticas de punta a punta, integrando acciones que aportan valor, desde diferentes actores o proveedores, y al usuario final como veedor.
¿Cómo funciona el RFID?
Una solución basada en RFID se compone de tags o etiquetas, readers y antenas que pueden ser fijos o móviles. Los readers emiten una señal interrogando a través de las antenas y los tags dentro del radio de alcance responden con la información solicitada.
La tecnología RFID se ofrece en diferentes frecuencias, en base a la necesidad de implementación:
Low Frequency (LF)
Permite lecturas de corto alcance de pocos centímetros. Utiliza frecuencias entre 125 y 134Khz y permite una lectura de hasta aproximadamente 10 cm. Se utiliza para Identificación de mascotas, animales, control de accesos, entre otros.
High frequency (HF)
Permite lecturas de corto alcance. Se utiliza comúnmente para ticketing, identificación en libros, pagos; incluso pagos mediante microchip implantado en la mano.
La mayoría de sistemas RFID HF funcionan en 13,56 Mhz, frecuencia que utiliza NFC (Near Field Communication). NFC es un tipo de comunicación con la que cuentan muchos celulares. Su ventaja, y por la cual se utiliza en aplicaciones de pago, es el ser una comunicación que requiere prácticamente contacto y donde el dispositivo NFC puede ser tanto emisor como receptor. En la comunicación NFC, además de enviar información, es posible activar acciones.
Ultra High frequency (UHF)
Cuenta con dos opciones: tags activos o pasivos. En los sistemas RFID activos, al utilizar baterías, los tags tienen la capacidad de transmitir información almacenada. Usualmente, los sistemas rfid activos ofrecen un rango de lectura amplio de aproximadamente 100 metros. Suelen utilizarse en objetos y máquinas muy grandes que tienen que estar controlados en grandes espacios como minería u obra civil.
El RFID UHF pasivo, por su parte, no lleva baterías y permite lecturas de aproximadamente 12mts. Muchas veces, es la evolución o el complemento de un sistema de código de barras.
¿Código de Barras o RFID?
El código de barras es comúnmente utilizado en retail. Es un conjunto de números y líneas paralelas de distinto grosor que forman un código universal único que sirve para identificar la mayoría de los productos de cualquier tienda.
Si bien podría crearse un código de barras diferente para cada unidad, suele ser único por tipo de producto. De esta manera, en una tienda o supermercado, el escaneo descuenta un producto del stock pero no indica exactamente cuál de ellos es el descontado.
El código de barras se escanea con un dispositivo lector o incluso su lectura se puede realizar con un teléfono celular de una manera más lenta. Requiere línea de vista para registrar uno por uno los productos
Con el código de barras solemos responder la pregunta “¿cuántos hay?”, pero no sabemos “¿cuáles hay?”
El RFID UHF pasivo son etiquetas o tags que contienen un chip y una antena que se energiza en contacto con un lector RFID para emitir su información. Muchas veces, se combina en una misma solución el código de barras con el RFID UHF. De esta manera, el código de barras facilita una lectura más simple y económica, mientras el RFID se reserva para controles más ágiles y específicos como inventarios y salida de pedidos del almacén.
RFID UHF agiliza la toma de inventarios y el control de movimientos de productos
El RFID tiene la posibilidad de generar escenarios automáticos, como alertar en caso que una orden de salida esté saliendo incompleta del almacén, o que un empleado se esté retirando con la notebook equivocada, o que una silla se encuentre en la oficina vecina. O que se esté despachando el medicamento indicado.
RFID UHF es la tecnología utilizada en muchos peajes de autopistas. Al detectar el tag rfid en el parabrisas, el sistema busca si está habilitado y de acuerdo a la respuesta levanta o no la barrera y debita el importe.
De la misma manera, incluso con muchos tags rfid adheridos en productos embalados que atraviesan el radio de una antena, el sistema registra en tiempo real el movimiento.
Algunos casos de uso:
- Inventario de activos fijos
- Control de pedidos en el almacén
- Trazabilidad de máquinas en construcción
- Trazabilidad de operarios
- Identificación de cableados en vía pública/ centro de cómputos ● Cercas virtuales
- Integración con alertas remotas/ presenciales
- Accionamientos automáticos
La tecnología RFID tiene varios años. Se encuentra en un momento de madurez, con costos accesibles y gran cantidad de opciones de tags y etiquetas para mejorar la trazabilidad de productos, personas, documentación, producción entre otros. El secreto de una buena implementación es el análisis de los materiales, las necesidades de lectura y la integración para una optimización de los procesos.
Incorporando a las soluciones RFID una capa de colaboración mediante blockchain, se logran escenarios que expanden las fronteras de la empresa habilitando a los clientes y proveedores una ventana a información de valor.
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