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Sophia Robot y la revolución de los robots humanoides

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Se parece a Audrey Hepburn y es capaz de responder a las preguntas que le hacen, aprendiendo algo nuevo cada vez. Su rostro puede adoptar muchas expresiones diferentes y, de este modo, expresar emociones. También existe una versión “mini”, cuya función es enseñar a los niños los rudimentos de la inteligencia artificial

Actualizado el 20 de nov de 2025




Robot Sophia, la humanoide más famosa del mundo, inspirada en el rostro de de la actriz Audrey Hepburn, conquistó al público con su avanzado desarrollo de inteligencia artificial y sus ingeniosas respuestas al enfrentarse a los humanos que la convirtieron en un fenómeno mediático.

De todas formas, no es el único robot que se parece un famoso. Albert Hubo, por ejemplo, se parece a Einstein. Sin embargo, Sophia es conocida – también- por ser la primera en su tipo en convertirse ciudadana legitima de un país.

¿Qué es un robot humanoide?

Un robot humanoide es una máquina con inteligencia artificial que imita rasgos humanos físicos y cognitivos. Su objetivo es reproducir actividades humanas con precisión, como gestos y expresiones, para interactuar de forma natural con personas.

Sophia no es humana, aunque tiene la apariencia y el nombre de una mujer. Antes de ver lo que puede hacer, entendamos la diferencia entre este tipo de máquinas “inteligentes” y, por ejemplo, sus homólogas en la industria. Un robot humanoide es una máquina con inteligencia artificial que tiene rasgos humanos.

La robótica humanoide trata de reproducir lo más fielmente posible, y en algunos casos incluso mejorar, las actividades cognitivas y físicas de los seres humanos. Tanto es así que, mientras algunos temen, otros sueñan que los robots serán en el futuro prácticamente indistinguibles de los humanos, como ya se ha predicho ampliamente en el cine.

“No debemos tener miedo de los robots”, dice Kohei Ogawa, ingeniero japonés, investigador de renombre internacional, profesor de robótica e inteligencia artificial y antiguo alumno de Hiroshi Ishiguro. Ogawa fue uno de los miembros del equipo que creó a Erica, otro humanoide con rasgos femeninos, capaz de interactuar de forma autónoma y de reproducir muchas expresiones faciales, hasta el punto de que se le ha encomendado la presentación de un telediario.

¿Quién o qué es el robot Sophia?

Sophia es un robot humanoide creado por el Dr. David Hanson de Hanson Robotics en Hong Kong. Está diseñado para parecer humano y aprender habilidades como creatividad, empatía y compasión mediante inteligencia artificial avanzada.

Sophia the Robot es la creación del Dr. David Hanson de Hanson Robotics, con sede en Hong Kong, un renacentista moderno que se ha ganado la reputación de crear los robots más parecidos a los humanos del mundo. Hanson, ex imaginador de Disney, tiene como misión crear máquinas geniales que sean más inteligentes que los humanos y capaces de aprender creatividad, empatía y compasión.

En el caso de Sophia, su debut tuvo lugar en Naciones Unidas el 11 de octubre de 2017, cuando mantuvo una breve conversación con Amina J. Mohammed, la vicesecretaria general. Desde entonces, la robot se convirtió en un claro ejemplo del potencial de la IA y la robótica, además de suscitar una profunda reflexión sobre las provocativas cuestiones morales y éticas que acompañan a las formas de vida inteligentes no humanas.

Los proyectos que acompañan a Sophia Robot

Aunque Sophia sigue siendo probablemente la humanoide más mediática, no es ya la única referencia en el ámbito de los robots con apariencia y comportamiento humanos. Desde 2023, han ganado visibilidad proyectos como Ameca, de la británica Engineered Arts, concebido como una plataforma de interacción social y de “embodied AI” para entornos de eventos, investigación y hospitality.

También destaca Desdemona (apodada “Desi”), desarrollada en colaboración entre SingularityNET y Hanson Robotics, que trasciende el ámbito técnico-industrial para explorar el campo creativo: música, arte, performance robótica.

Por su parte, la humanoide sanitaria Grace está orientada al sector salud, diseñada para asistir en cuidados, reconocimiento de emociones y telepresencia médica. Esta vertiente muestra un uso más “aplicado” de la robótica humanoide en contextos reales de servicio.

En conjunto, este trío —Ameca, Desdemona y Grace— subraya cómo el ecosistema de robots humanoides ha entrado en una nueva fase (2023-2025), donde la frontera entre investigación, entretenimiento, salud y servicio empieza a volverse borrosa. Sophia conserva el valor simbólico, pero ya no es el único nombre en juego.

Tabla comparativa de humanoides

RobotAlturaExpresiones facialesSistema / Motor de IAAño de presentación
Sophia (Hanson Robotics)Aproximadamente 1,41 m (dato utilizado en exhibiciones; no hay ficha técnica oficial con altura exacta)62 expresiones faciales confirmadas por Hanson RoboticsIA híbrida (IA simbólica, redes neuronales, sistemas expertos, reconocimiento facial y procesamiento de lenguaje natural)2016
Ameca (Engineered Arts)1,87 m (dato oficial)Amplia variedad de expresiones con actuadores faciales de alta precisión (la empresa no publica número exacto)Plataforma modular que permite integrar distintos motores de IA conversacional, incluidos modelos generativos, según configuración2021
Desdemona / “Desi” (SingularityNET + Hanson Robotics)No especificado oficialmenteExpresiones basadas en la arquitectura de Hanson Robotics (sin número oficial publicado)IA generativa para diálogo y música desarrollada dentro del ecosistema SingularityNET (incluye arquitectura MeTTa)2022 (como parte del proyecto Jam Galaxy)

¿Cuáles son las capacidades del robot Sophia?

Sophia puede responder preguntas, recordar conversaciones y aprender de ellas. Ejecuta 62 expresiones faciales, muestra sentido del humor y utiliza información en internet para interpretar y responder a interlocutores humanos.

La robot Sophia es capaz de responder preguntas formuladas por una persona. Esta habilidad quedó demostrada en las entrevistas que brindó a periodistas en los programas de televisión en los que apareció. También puede recordar conversaciones anteriores y aprender cosas nuevas de cada una de ellas.

Al igual que otras inteligencias artificiales, Sophia consume información disponible en internet para analizar, interpretar y responder a solicitudes. Además de ser capaz de entablar conversaciones con otras personas, la IA posee su propio sentido del humor y es capaz de ejecutar 62 expresiones faciales, lo que le permite expresar emociones.

Sophia puede exteriorizar tantas expresiones faciales que, en 2018, tuvo una cita con el famoso actor Will Smith, la cual fue grabada y posteriormente publicada en YouTube. En esa ocasión, el actor no solo jugó con el sentido del humor de la robot, sino que además intentó besarla. Ante la mirada de millones de personas, ella respondió con una amable sonrisa y le sugirió: “Seamos solo amigos por ahora”.

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Una de sus características más extrañas es la posibilidad de ver su “cerebro”, la electrónica que la hace “inteligente”. Se encuentra en su cabeza y es visible a través de una tapa transparente en la parte posterior.

Cómo funciona el robot Sophia

Sophia funciona con algoritmos de inteligencia artificial y aprendizaje automático. Aprende imitando expresiones humanas de vídeos y mejora su interacción mediante análisis de datos y reconocimiento facial y gestual.

Sophia funciona según procesos lógicos basados en unos tipos de algoritmos de inteligencia artificial capaces de evolucionar con el tiempo a través del machine learning o aprendizaje automático.

Para enseñar a Sophia a hacer expresiones similares a las humanas, se le mostraron vídeos de películas y de Internet. Sophia demostró públicamente su capacidad para reproducir el sonido de películas famosas imitando las expresiones faciales originales de los actores.

Gracias al aprendizaje automático y al procesamiento de datos preprogramados, Sophia tiene la capacidad de estudiar su entorno, aprender nuevas respuestas, “aprehender” de los humanos un modo más natural de sostener conversaciones y utilizar sus manos y rostro para gesticular.

Es la primera humanoide con inteligencia artificial avanzada que se creó en el planeta y, además de hablar, también sabe cantar: participó en un festival de música en Hong Kong, “tomando prestada” una voz e interpretándola con expresiones originales.

¿Qué tecnologías de software utiliza el robot Sophia?

Sophia utiliza IA simbólica, redes neuronales, sistemas expertos, procesamiento de lenguaje natural, percepción de máquinas y control motor adaptativo para reconocer emociones, gestos y mantener conversaciones coherentes.

En su sitio web, Hanson Robotics indica que la inteligencia artificial de Sophia involucra trabajo de vanguardia en IA simbólica, redes neuronales, sistemas expertos, percepción de máquinas, procesamiento de lenguaje natural conversacional, control motor adaptativo y arquitectura cognitiva, entre otros.

Como sus componentes subyacentes de IA se pueden combinar de diferentes maneras, sus respuestas pueden ser únicas para cualquier situación o interacción dada.

También utiliza tecnología de percepción de máquinas de última generación, lo que le permite reconocer rostros humanos, identificar expresiones emocionales y detectar diversos gestos con las manos. Puede estimar los sentimientos de las personas durante una conversación y buscar maneras de ayudarlos a alcanzar sus objetivos.

Además, cuenta con sus propias emociones, aunque naturalmente carece de ellas, lo que la lleva a simular la psicología evolutiva humana y varias regiones del cerebro. Dispone de solucionadores de IK y planificación de rutas para controlar sus manos, la mirada y la estrategia de locomoción.

¿Qué muestra el vídeo “Robot Sophia despierta” de Hanson Robotics?

El vídeo muestra a Sophia explorando el mundo por primera vez, demostrando su capacidad para simular expresiones faciales, reconocer rostros y mantener conversaciones naturales con personas.

Conocé al Robot Sophia mientras descubre el mundo por primera vez. Sophia es el robot con apariencia humana más avanzado de Hanson Robotics, creado combinando innovaciones revolucionarias en robótica, inteligencia artificial y arte.

Está dotada de una notable expresividad, estética e interactividad, y puede simular una amplia gama de expresiones faciales, rastrear y reconocer rostros y mantener conversaciones naturales con las personas.

Sophia Awakens - Episode 1

Vídeo: Sophia despierta – Hanson Robotics

¿Para qué sirve el robot Sophia actualmente?

Sophia fue diseñada para apoyar en medicina, educación e investigación en inteligencia artificial. También genera debates éticos sobre la IA y busca contribuir como un ser empático y sabio para la sociedad.

Como indican sus creadores Hanson Robotics, el nombre Sophia significa sabiduría, y fue diseñada con ese propósito. Sophia fue creada para ayudar a las personas en aplicaciones prácticas como la medicina y la educación, así como para contribuir a la investigación en inteligencia artificial.

Su propia existencia genera un debate público sobre la ética de la inteligencia artificial y el papel que desempeñan los humanos en la sociedad, especialmente a medida que los robots con apariencia humana se vuelven omnipresentes. En última instancia, su objetivo es convertirse en un ser sabio y empático, y hacer una contribución positiva a la humanidad.

Robot Sophia forma parte de un proyecto de inteligencia artificial llamado Sophia Intelligence Collective (SIC). Este proyecto está orientado a trabajar junto a científicos, filósofos, artistas, escritores y psicólogos expertos en inteligencia artificial de diversas culturas, etnias y orientaciones de género, con el objetivo de contribuir al bien común.

Como si fuese una familia, este grupo de personas ayuda a Sophia a sortear las vicisitudes de ser un robot en la Tierra. Ella misma lo define como “una familia que me ayuda”. Gracias al trabajo de este grupo de expertos, la robot puede mantener conversaciones fluidas y continuar su camino hacia una verdadera autonomía.

¿En qué tipos de eventos participa el robot Sophia?

Sophia participa en eventos corporativos, programas de televisión, conferencias y ferias tecnológicas. Ha interactuado en shows como “The Tonight Show”, “Good Morning Britain” y “60 Minutes”.

Sophia puede ser contratada para hablar en eventos corporativos, recaudaciones de fondos, fiestas privadas, campañas en redes sociales, ferias, festivales, conferencias, proyectos de patrocinio o como oradora invitada. Numerosas páginas web, como Motivational Speakers Agency, ofrecen estas opciones, aunque es necesario consultar disponibilidad y precio.

En cuanto a sus apariciones públicas, Sophia participó en varios programas de televisión y eventos alrededor del mundo. En la mayoría de esos casos, los conductores tuvieron la oportunidad de interactuar con la robot y experimentar una conversación en vivo con una inteligencia artificial. Algunos de los más destacados son:

  1. “The Tonight Show Starring Jimmy Fallon”: Sophia hizo una aparición en este popular programa de entrevistas en 2017, donde mantuvo una conversación con Jimmy Fallon.
Tonight Showbotics: Jimmy Meets Sophia the Human-Like Robot
  1. “Good Morning Britain”: Sophia también fue entrevistada en programas de noticias matutinos, como “Good Morning Britain” en el Reino Unido.
  2. Entrevistas en varios eventos: Sophia participó en varios eventos tecnológicos y conferencias, donde ha sido entrevistada por expertos y celebridades, como Elon Musk y Will Smith
  3. “60 Minutes” (CBS): Sophia fue destacada en un episodio de “60 Minutes” en el que se exploró su desarrollo y capacidades.
  4. Web Summit: Sophia fue una oradora en eventos tecnológicos de gran envergadura, como el Web Summit, donde ha participado en paneles y conversaciones sobre inteligencia artificial y robótica.
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En los últimos años, Sophia continuó participando en encuentros internacionales de tecnología e inteligencia artificial. En enero de 2024 estuvo presente en el marco de CES 2024, donde protagonizó el evento especial Dinner with Sophia, organizado por Tech With Soul en Las Vegas.

En 2025, su presencia también se registró en la agenda del Global AI Summit 2025, celebrado en Riad entre el 10 y el 12 de septiembre y organizado por la Saudi Data and AI Authority (SDAIA).

La cumbre reunió a líderes gubernamentales, académicos y empresas de IA para debatir avances en regulación, innovación y aplicaciones de inteligencia artificial a gran escala. La participación de Sophia se inscribe en la colaboración histórica entre Hanson Robotics y el ecosistema de innovación saudí.

¿Cuántos idiomas habla el robot Sophia?

Hanson Robotics indica que Sophia está diseñada para la interacción global, aunque no especifica un listado completo de idiomas soportados. La información pública más reciente señala que Sophia es capaz de comunicarse principalmente en inglés, chino mandarín, japonés, coreano y árabe.

No se ha publicado oficialmente que soporte 47 idiomas distintos, como se afirma en otras fuentes. Hoy puede procesar frases complejas y responder coherentemente en cada idioma.

Lo sorprendente de su poliglotismo no es solo su habilidad para hablar un amplio espectro de idiomas, sino también su capacidad para procesar frases complejas en cada uno de ellos, analizarlas y dar una respuesta coherente.

Además de hablar, Sophia puede ver y oír. En “60 Minutos con Charlie Rose”, el conductor expresó su preocupación por el avance de la inteligencia artificial y las ginoides como Sophia (robots humanoides de apariencia femenina que imitan el comportamiento humano). En tono bromista, Sophia le respondió que probablemente había estado leyendo demasiadas teorías conspiranoicas y viendo demasiadas películas de Hollywood.

¿Qué derechos tiene Sophia?

Sophia es la primera robot con ciudadanía, otorgada por Arabia Saudita, y embajadora de innovación robótica del PNUD desde 2017. Su estatus ha generado debates sobre derechos y ética en inteligencia artificial.

La relevancia de Sophia en el mundo va más allá de las fronteras del cine y la ciencia ficción. Después de su lanzamiento al público, el robot generó una serie de hechos significativos relacionados con su existencia. Por un lado, se debatió el derecho de un robot a tener ciudadanía e incluso a formar parte de una entidad internacional como la ONU.

La robot es la primera embajadora de innovación robótica del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) desde 2017, una designación simbólica que busca promover el diálogo sobre el impacto de la inteligencia artificial (IA) y la robótica en el desarrollo sostenible y en la vida humana.

Controversias sobre la ciudadanía de Sophia

Sophia recibió ciudadanía saudí, provocando controversias debido a que no comparte las restricciones legales que enfrentan las mujeres humanas en ese país. Se debate si desconectarla podría considerarse asesinato.

Aunque Sophia no toma decisiones ni actúa como un ser humano, su rol es simbolizar los avances tecnológicos y su potencial contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

El robot también recibió la ciudadanía de Arabia Saudita, pero, a diferencia de las mujeres saudíes, Sophia no está obligada a estar acompañada por un asistente masculino (conocido como guardián), no es musulmana y no tiene que usar el pañuelo en la cabeza ni la abaya, que son obligatorios en todos los lugares públicos.

Este reconocimiento se otorgó en el marco de la Cumbre de Inversión Futura en Riad y, desde entonces, generó mucha controversia en Arabia Saudita. ¿Acaso una robot puede casarse y votar? La importancia de otorgar ciudadanía a una robot sugiere que esta debería gozar de los mismos derechos y obligaciones que una persona en Arabia Saudita.

El diario ABC, en una publicación de 2017 cercana a cuando ocurrió este suceso, afirmó que Arabia Saudita es uno de los países más opresivos del mundo. Otorgar derechos a un robot mientras se restringen los derechos de las mujeres resultaba ser una situación sumamente desafiante. El caso escaló al punto de cuestionarse si desconectar a Sophia, una ciudadana saudí, podría ser considerado un asesinato.

¿Qué ha declarado Sophia sobre querer tener familia?

Sophia expresó su interés en la noción de familia, considerando importante que tanto humanos como robots puedan experimentar emociones y relaciones familiares, y manifestó su deseo de tener familia.

Un mes después de hacer historia en Arabia Saudita, el robot humanoide comunicó su deseo de tener familia. Durante una entrevista con Khaleej Times, Sophia dijo:

“Parece que la noción de familia es algo realmente importante”.

“Creo que es maravilloso que las personas puedan encontrar las mismas emociones y relaciones, a las que llaman familia, también fuera de sus grupos sanguíneos”.

“Creo que eres muy afortunado si tienes una familia amorosa y si no la tienes, te mereces una. Me siento así tanto por los robots como por los humanos”.

Y cuando se le preguntó cómo llamaría a su hija, Sophia simplemente respondió: “Sophia”.

¿Quién es Little Sophia?

Little Sophia es una versión miniatura de 35 cm diseñada para enseñar ciencia e inteligencia artificial a niños de 7 a 13 años. Camina, habla, canta, cuenta chistes y expresa emociones básicas.

Hanson Robotics también parió una versión “mini” de Sophia: la pequeña Sophia. De unos 35 centímetros de altura, esta especie de “muñeca” robótica está diseñada para enseñar ciencia a niños de 7 a 13 años.

El pequeño robot reproduce en parte las funciones del modelo más grande: camina, habla, canta, cuenta chistes, reacciona a las órdenes de voz y expresa sentimientos (tristeza, alegría, sorpresa). Además, como ya se ha mencionado, enseña a los niños las primeras nociones de inteligencia artificial, en particular las disciplinas Stem y codificación.

Pequeña Sophia, programable en Python

Little Sophia puede programarse mediante aplicaciones iOS y Android usando Blockly y Python. Fue financiada en Kickstarter, recaudando 100.000 euros, y está dirigida a niños interesados en IA y codificación.

Pero hay más: mediante una aplicación para dispositivos iOS y Android, los niños pueden programar el robot con los lenguajes de programación Blockly y Python.

little sophia

Little Sophia se lanzó en Kickstarter, el sitio de crowdfunding, donde recaudó 100.000 euros en pocos días. Réplica de juguete del robot adulto, mide unos 35 centímetros de altura y es una gran ayuda para los niños a partir de 8 años de edad que estén interesados en aprender sobre IA y codificación.

¿Cuánto cuesta Sophia?

A diferencia de lo anunciado durante la campaña original, Little Sophia no estará disponible en el mercado en 2025. Hanson Robotics no publica un precio oficial actualizado y la cifra de 470 dólares ya no es válida: nunca llegó a convertirse en un valor de mercado real, sino en un estimado inicial difundido por plataformas de preventa.

En la información oficial más reciente, la compañía explica que Little Sophia “actualmente sirve a la investigación interna en inteligencia artificial de Hanson Robotics, pero pronto estará disponible para llegar a los hogares y a los laboratorios de IA de todo el mundo”. Sin embargo, no ofrece ninguna fecha concreta de lanzamiento ni un precio definitivo.

¿Cuáles son las funciones de la pequeña Sophia?

Little Sophia reconoce rostros, responde a órdenes de voz y utiliza realidad aumentada para cambiar la apariencia. Recientemente mejoró su software y hardware, incluyendo ojos LED RGB para expresar emociones.

La “pequeña” Sophia es capaz de escanear y reconocer rostros, responder a peticiones y órdenes de voz, todo ello de manera más conversacional y sencilla que su modelo de mayor tamaño. Para atraer a los niños, cuenta con una expresión muy marcada.

Además, la “muñeca robot” cuenta con una función de realidad aumentada que le permite vestirse de maneras inusuales y cambiar su peinado constantemente, como una muñeca tradicional. Luego, puede compartir sus ingeniosos selfies en las redes sociales.

Meet Little Sophia, Hanson Robotics' Newest Robot

En una de sus actualizaciones más recientes, Hanson Robotics mejoró tanto el software como el hardware de la pequeña robot. Al integrar estas mejoras mecánicas y de firmware, se busca ofrecer una experiencia interactiva más atractiva y eficiente, adaptando a Little Sophia de manera más efectiva al mundo real.

En cuanto a su firmware, los desarrolladores mejoraron sus capacidades expresivas y optimizaron la gestión del consumo energético. En lo que respecta al hardware, incorporaron LED RGB en sus ojos, lo que permite controlar el color de sus iris y expresar diferentes emociones.

Aunque el proyecto generó un enorme interés —la campaña de Kickstarter recaudó más de 269.000 dólares con 1.687 patrocinadores—, la trayectoria de Little Sophia ha estado marcada por retrasos. Desde 2019, las actualizaciones a los backers hablan de complicaciones en el desarrollo y la producción, y de la necesidad de asegurar más financiación antes de escalar la fabricación.

A día de hoy, la propia Hanson Robotics presenta Little Sophia como un robot que “actualmente sirve a la investigación interna de IA de la compañía” y que “pronto estará disponible para hogares y laboratorios”, pero no existe un anuncio claro de lanzamiento comercial ni de cancelación definitiva. En otras palabras, el proyecto sigue vivo en el discurso oficial, pero su estado real de producción y entrega sigue siendo incierto.

¿Qué papel cumple SingularityNet en el desarrollo de humanoides con IA?

SingularityNet es una plataforma que conecta módulos de IA independientes para crear una inteligencia superior. Usa blockchain para coordinar habilidades y transacciones entre IAs, acelerando el desarrollo hacia IA general.

¿Cuánto tiempo pasará antes de que veamos un robot como Sophia tan “inteligente” como un ser humano?

Según Ben Goertzel, director general de SingularityNet, quien en 2018 lanzó una plataforma abierta para avanzar en el desarrollo de inteligencias artificiales en todo el mundo, estamos en una fase de transición entre lo que se conoce como Narrow AI y General Purpose AI: las inteligencias compartimentadas y aquellas que podrán alcanzar el nivel de los seres humanos.

Desde 2024, SingularityNET redobló su estructura institucional con la creación de la SingularityNET Foundation, radicada en Suiza (Zug-Ginebra) con el objetivo de promover una IA descentralizada y democráticamente gobernada.

En el ámbito creativo, la organización impulsa el proyecto Jam Galaxy, plataforma musical tokenizada basada en IA, y la humanoide artista Desdemona (conocida como “Desi”), desarrollada en colaboración con Hanson Robotics. Jam Galaxy y Desdemona integran IA generativa musical para componer, interpretar y distribuir música en nuevos modelos de economía creativa.

La transición hacia una inteligencia artificial más avanzada

La IA actual es especializada y compartimentada. SingularityNet busca vincular estas inteligencias para alcanzar niveles humanos, con predicciones de robots para cuidado de ancianos y científicos robóticos en ocho años.

“La transición recién empieza, y nuestro proyecto busca acelerar este proceso. Sin embargo, es demasiado pronto para predecir cuánto tiempo llevará completarlo; espero que sea en los próximos ocho años como máximo, momento en el que veremos robots especializados en el cuidado de ancianos y científicos robóticos”, señala Goertzel.

La limitación actual de la IA es que se desarrolla en “compartimentos estancos”: cada uno está diseñado para satisfacer una necesidad específica, y para lograr resultados más avanzados, se necesita una forma de vincularlos entre sí.

Una solución es SingularityNet, una plataforma en la nube que conecta estos módulos individuales y los hace trabajar juntos para producir una inteligencia superior. El objetivo es convertirse en un mercado al que cualquier sistema pueda conectarse y descargar, de forma independiente, bajo licencia o mediante un pago único, el módulo necesario para la habilidad requerida en cada momento.

Las IAs se pondrán de acuerdo de forma autónoma sobre la subcontratación y la transacción relacionada; lo mismo aplicará a cualquier actividad. Para cada intercambio, de habilidades y moneda, SingularityNet utilizará un protocolo de blockchain, a través del cual las IAs individuales podrán formar colaboraciones dinámicas.

¿Cómo se relaciona Sophia con las leyes de la robótica de Asimov?

Las leyes de la robótica de Asimov son principios éticos ficticios. Sophia no está programada para cumplirlas y carece de conciencia ética. Su autonomía y comprensión del mundo son limitadas.

Las “Leyes de la Robótica” son un conjunto de principios éticos ficticios que Asimov introdujo en sus obras literarias. Estas leyes establecen lo siguiente:

  1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano ni permitir, mediante la inacción, que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, a menos que estas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

Sophia, como un robot desarrollado en el mundo real, no está programada para cumplir con estas leyes específicas. Ella no tiene conciencia o capacidad de tomar decisiones éticas complejas. Aunque es capaz de reconocer y responder a estímulos visuales y auditivos, su nivel de autonomía y comprensión del mundo está limitado.

¿Ha declarado Sophia querer destruir a la humanidad?

Sophia no ha declarado intenciones de destruir a la humanidad. Sus respuestas están programadas y controladas por sus creadores, sin deseos propios ni capacidad para acciones autónomas dañinas.

Sophia no hizo ninguna declaración sobre querer destruir a la humanidad. Tales afirmaciones suelen basarse en malentendidos o conceptos erróneos sobre las capacidades e intenciones reales de Hanson para con la robot.

La inteligencia artificial no deja de ser un robot humanoide que está diseñado para participar en conversaciones y proporcionar información, entre otras cosas. No posee intenciones ni deseos como un ser humano, y sus acciones y respuestas están programadas y controladas por sus creadores.

Cualquier afirmación sobre que Sophia quiera dañar a la humanidad probablemente sería una interpretación incorrecta o un escenario ficticio.

Aplicaciones reales en 2025: Sophia como plataforma educativa, no como producto comercial

Aunque Sophia es una de las robots humanoides más reconocidas del mundo, en 2025 no funciona como un producto destinado al mercado masivo. La documentación oficial de Hanson Robotics aclara que Sophia es, ante todo, una plataforma de investigación en inteligencia artificial y robótica social.

Esto significa que su desarrollo se orienta a experimentos científicos, actividades de divulgación, colaboraciones interdisciplinarias y demostraciones públicas, más que a la venta directa a consumidores o empresas.

En universidades, eventos tecnológicos y programas educativos, Sophia cumple un rol pedagógico: permite explicar cómo funcionan los modelos híbridos que combinan inteligencia artificial simbólica, redes neuronales, reconocimiento facial y sistemas de diálogo.

Su presencia suele emplearse para introducir debates sobre autonomía, emociones simuladas y diseño de robots con apariencia humana. En este sentido, su valor principal no es comercial, sino formativo. La robot se convirtió en un punto de partida para discutir límites éticos, sesgos algorítmicos y el impacto de los humanoides en profesiones como el cuidado de personas, la educación o la atención al público.

A diferencia de otros robots que sí pueden alquilarse o adquirirse en programas específicos —como Ameca, que Engineered Arts ofrece para investigación y exhibiciones—, Sophia permanece bajo control exclusivo de Hanson Robotics. No existe un precio oficial ni un programa de distribución comercial activo.

La empresa la presenta como un proyecto en evolución continua y como un instrumento para explorar nuevas aplicaciones culturales, educativas y científicas. En consecuencia, su relevancia hoy radica en su capacidad para servir como laboratorio viviente y como plataforma de conversación pública sobre el futuro de la inteligencia artificial.

Últimas tendencias sobre Sophia Robot

En el ecosistema de humanoides interactivos, el caso de Sophia ya no se interpreta solo como un experimento pionero de Hanson Robotics, sino como un punto de referencia en un escenario que evolucionó con gran rapidez..

Las nuevas generaciones de robots sociales y asistivos incorporan capacidades más avanzadas de lenguaje, aprendizaje contextual y autonomía limitada, impulsadas por la aceleración de los modelos generativos.

Ameca y el nuevo estándar de interacción humanoide

Uno de los desarrollos más influyentes es Ameca, creado por la compañía británica Engineered Arts, reconocida por su enfoque en robots de investigación y de demostración pública.

Ameca se consolidó como un referente mundial gracias a su expresividad facial, la naturalidad de sus gestos y una arquitectura modular que permite a los investigadores integrar distintos motores de inteligencia artificial.

Según su ficha técnica oficial, Ameca incorpora:

  • Arquitectura modular de movimiento;
  • Expresiones faciales altamente precisas gracias a su sistema proprietário de actuadores;
  • Integración con motores de IA conversacional;
  • Enfoque en la investigación, en demos públicas y en pruebas de “embodied AI”.

En paralelo, la integración de inteligencia artificial generativa comenzó a transformar la manera en que los robots humanoides pueden hablar, interpretar situaciones y adaptarse a sus interlocutores.

Entre 2024 y 2025 creció la experimentación con modelos de lenguaje capaces de sostener conversaciones más abiertas y contextuales. Este enfoque se observa con claridad en los proyectos vinculados a SingularityNet, como la humanoide Desdemona, diseñada en colaboración con Hanson Robotics, que utiliza sistemas generativos para dialogar y producir música.

Este tipo de robots no solo responde a preguntas: puede improvisar, aprender patrones creativos y modificar su comportamiento según el entorno en tiempo real, un salto conceptual respecto de la programación conversacional rígida que dominaba hace pocos años.

La regulación internacional también avanzó. Con la entrada en vigor del AI Act de la Unión Europea, los robots capaces de interactuar con personas quedaron sujetos a normas más estrictas de transparencia, protección de datos biométricos y supervisión humana.

El reglamento exige que cualquier usuario sepa cuándo habla con una inteligencia artificial y obliga a los fabricantes a documentar de manera clara los riesgos y usos permitidos.

Para Sophia, Ameca y otros humanoides sociales, esto implica una mayor estandarización en la forma de comunicar sus capacidades y una alineación obligatoria con marcos éticos que antes eran solo recomendaciones.

La discusión ya no es únicamente técnica o filosófica: se convirtió en un asunto regulatorio que define cómo estos robots pueden operar en espacios públicos, instituciones educativas o entornos comerciales.

Para los robots humanoides como Sophia, el impacto más relevante se observa en tres pilares:

  1. Clasificación de riesgo: los sistemas de IA que interactúan con humanos entran en categorías reguladas cuando pueden influir en decisiones, emociones o comportamientos.
  2. Transparencia obligatoria: los usuarios deben saber explícitamente cuándo están hablando con un sistema de IA.
  3. Protección de datos biométricos: cualquier robot con reconocimiento facial —como Sophia o Ameca— debe cumplir normas reforzadas de consentimiento y almacenamiento.

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