Análisis en profundidad

¿Qué son los hologramas 3D?

En la actualidad, la tecnología es capaz de permitir la reproducción tridimensional de una imagen grabada mediante el llamado haz coherente de luz láser. No se trata de una simple imagen fotográfica, por lo que surgen complejas cuestiones legales en el caso de personas que ya no están vivas. Todo lo que necesita saber sobre los hologramas 3D.

Publicado el 31 Mar 2023

Annalisa Spedicato

holograma 3d

Imagínese volver a ver a personalidades del mundo del espectáculo tan queridas y ya fallecidas como Marilyn Monroe, Elvis Presley o Amy Winehouse moviéndose por un escenario. No en una grabación de vídeo, sino gracias a hologramas 3D que utilizan la realidad aumentada.

Los hologramas 3D pueden utilizarse en diversos campos de la vida real, desde la moda hasta la publicidad, la sanidad, la formación, los eventos, el turismo y la administración.

Se trata de una tecnología que forma parte de la realidad virtual, capaz de atrapar la luz en un espacio tridimensional. De este modo, una imagen grabada puede reproducirse en 3D mediante un haz coherente de luz láser, lo que permite observar la imagen desde distintos puntos de vista, dando la ilusión de tridimensionalidad.

Sin embargo, aunque la industria del entretenimiento parece estar invirtiendo mucho en este campo, especialmente en Estados Unidos, los problemas legales y éticos que este uso tecnológico está abriendo son muchos y probablemente llevarán a la necesidad de revisar la ley de derechos de autor y a establecer normas de uso aceptables en un futuro próximo.

Las nuevas tecnologías permiten ver los hologramas sin gafas ni dispositivos de apoyo, sino a simple vista. Los chatbots y la inteligencia artificial aplicados a los hologramas pueden generar la forma en que un artista actúa o se mueve.

En 2014, el INO (Instituto Nacional de Óptica) del CNR presentó un sistema que permite, mediante telepresencia holográfica, que dos personas distantes interactúen como si estuvieran físicamente frente a frente, gracias al canal de transmisión de internet. El proyecto se ha realizado gracias a la colaboración entre el CNR, la empresa Quintetto de Pont Saint Martin y la cofinanciación de la Regione Val d’Aosta.

Hologramas 3D

La tecnología audiovisual ha avanzado de tal manera que hoy, a través de diferentes tipos de dispositivos como tablets, teléfonos celulares y hasta televisores, podemos reproducir todo tipo de imágenes y videos.

Pero ya existe una tecnología que va más allá de las pantallas planas y que ha revolucionado por completo el campo de las imágenes. Nos referimos a los hologramas 3D.

Un holograma 3D es una imagen de tres dimensiones que se crea mediante la proyección de luz a través de una placa fotográfica.

A diferencia de otras tecnologías tridimensionales, no es necesario utilizar anteojos especiales para poder observar la profundidad en los hologramas. 

Se trata de una innovación más que interesante que ofrece la posibilidad de observar objetos y que parezcan reales y completos. Una de sus tantas ventajas es que es útil para una gran variedad de ámbitos como la educación, el entretenimiento, la publicidad y la salud.

Cuando se visualiza un holograma, en comparación a una imagen común, no solo podemos apreciar mejor el brillo y los colores de un objeto, sino que también se puede percibir una cierta textura.

Lo cierto es que cuando apareció la realidad virtual y la posibilidad de observar el mundo digital en tres dimensiones se creyó que iban a desaparecer por completo las imágenes planas. 

Pero la realidad virtual y la aumentada traen consigo algunos inconvenientes, como náuseas y cansancio en la vista, que no permitieron pasar de una dimensión a otra. Es por eso que los hologramas pueden ser los que cumplan ese rol. 

La historia de los hologramas desde 1862 hasta la actualidad

En la actualidad, la inteligencia artificial está revolucionando la forma de hacer holografía, aunque su principal aplicación sigue siendo la industria del cine y el entretenimiento. Muchas celebridades vivas han aceptado ser reproducidas por un holograma; en 2006, por ejemplo, el holograma de Kate Moss desfiló por la pasarela de Alexander McQueen.

En 2018, los periódicos informaron que la cantante Amy Winehouse, fallecida en 2011, volvería a cantar en los escenarios. La gira se pospuso más tarde, pero lo que informaron los periódicos no era una noticia falsa. La cantante, al igual que otras celebridades fallecidas, podría volver a estar entre sus fans en directo gracias a su holograma en 3D.

Esta frase atribuida al actor estadounidense James Dean deja claro que, si estuviera vivo, sin duda aprobaría su holograma: “Si un hombre es capaz de tender un puente entre la vida y la muerte, si es capaz de seguir viviendo después de su muerte, entonces quizá haya sido un gran hombre”.

La holografía (de las palabras griegas holos todo y grafè escritura) no es precisamente un invento moderno. Fue aplicado por primera vez en 1862 por los científicos John Henry Pepper y Henry Dircks en un experimento llamado “El fantasma de Pepper”.

La teorización de esta técnica de percepción de imágenes fue posterior y se debió al científico húngaro Gabor, que publicó su teoría en las “Actas de la Royal Society” en 1948.

La holografía se detuvo entonces, para volver a explotar en los años 60 con la introducción del láser. Desde entonces, el método holográfico se ha aplicado en laboratorios, en la industria cinematográfica e incluso en galerías de arte. Gabor recibió el Premio Nobel de Física en 1971 por su intuición inicialmente rudimentaria, en parte debido a las limitaciones de la tecnología de la época.

Inteligencia artificial y hologramas

En cuanto a su funcionamiento, lo novedoso de los hologramas es que se pueden observar mediante una fuente de luz que puede ser un proyector o un láser. Estos últimos se encargan de codificar la información y transformarla en píxeles holográficos.

Esto genera una demanda tecnológica muy grande, puesto que cada holograma codifica una gran cantidad de datos para que se puedan apreciar las tres dimensiones y por sobre todo la profundidad en la imagen.

Es por esto que existía una necesidad de bajar la necesidad de altas tecnologías informáticas en el funcionamiento de los hologramas 3D. En algunos casos, hasta se trataba de una tecnología difícil de conseguir.

En este contexto es donde se vuelve importante para el ámbito de los hologramas el complemento de la inteligencia artificial. 

A través del Deep Learning, un término emparentado con el machine learning, se busca que la máquina termine aprendiendo a procesar y codificar los datos por sí misma.

El hecho de que sea la propi computadora la que, mediante numerosas capas de procesamiento de algoritmos, pueda proyectar la imagen de forma independiente, lo que soluciona el problema de la necesidad de una tecnología informática demasiado potente.

Ya existen científicos que pueden generar hologramas tridimensionales de calidad y en tiempo real a través de la inteligencia artificial y el Deep Learning. 

En conclusión, la inteligencia artificial otorga a los hologramas un gran potencial porque de una manera relativamente sencilla permite lograr imágenes de calidad, con buen brillo, color y textura.

 Aplicaciones de hologramas 3D con famosos fallecidos

Hasta 2012, a nadie se le había ocurrido aplicar la holografía para revivir a personalidades fallecidas, en parte porque una aplicación de este tipo implica costes considerables y conlleva diversos problemas legales. Sin embargo, en ese año, el holograma de Tupac, un famoso rapero estadounidense fallecido, volvió a subir al escenario; luego fue el turno de Marylin Monroe, Elvis Presley y otras estrellas que fallecieron.

Por el momento, es la industria del entretenimiento, repleta de estrellas, la que más está invirtiendo en el perfeccionamiento de esta tecnología en el ámbito de las celebridades fallecidas. Ninguno de ellos está dispuesto a revelar cómo se consiguen los efectos de los hologramas, ya que se trata de tecnologías protegidas por patentes. Probablemente, el punto de partida sea el análisis del comportamiento del personaje en vida, el seguimiento de su rostro y la animación de alta frecuencia. Los escaneos en 3D cobran vida gracias a un actor que hace que el holograma se mueva.

Desde un punto de vista jurídico, la holografía podría definirse como la proyección en 3D de una imagen (aunque esta descripción puede ser reductora y ya veremos por qué). A primera vista, podría decirse que se le aplican las normas sobre derechos de imagen y las de derechos de autor relativas a los retratos.

Tanto es así que muchos sellos discográficos, con una amplia interpretación, consideran que los contratos que ya han firmado con las estrellas para la explotación de su imagen con fines comerciales también les dan derecho a crear y utilizar sus hologramas. Las estrellas suelen ceder prácticamente todos sus derechos a los productores por la oportunidad de hacerse famosas, por lo que básicamente sólo cambiaría el uso de las diferentes tecnologías.

Pero un holograma con una persona fallecida como sujeto va más allá. En tal caso, la persona actúa con acciones nuevas, no se trata de la mera reproducción de acciones, rasgos o comportamientos que asumió en vida. Es decir, se parte de éstos para hacer que el holograma “viva” nuevas experiencias. Por tanto, no sólo entra en juego el derecho a la imagen, sino todos los derechos de la personalidad, como el derecho a la identidad personal, el derecho al honor, la integridad moral, la dignidad y la confidencialidad de la persona.

En otros ordenamientos jurídicos, existe el llamado Derecho de publicidad, es decir, un derecho que incluye no sólo la imagen, el rostro o el nombre de una persona, sino también su identidad personal, sus gestos, sus rasgos de comportamiento, que tiene un valor patrimonial y, en algunos Estados, puede asignarse y sobrevivir incluso después de la muerte de una persona a varios niveles, según el tipo de jurisdicción. Por ejemplo, en California, el derecho de publicidad se extiende cincuenta años después de la muerte. En Nueva York, ese derecho termina con la muerte.

En el caso de las celebridades fallecidas, los herederos son los que generalmente tienen derecho a consentir el uso de estas tecnologías para permitir la reproducción del personaje con un holograma. Por lo tanto, hay que poner a los familiares del fallecido en situación de mantener el máximo control sobre todo el desarrollo del proyecto.

Luego está la música, los vídeos grabados que sirven de base para la reconstrucción, cuya licencia debe solicitarse por separado a la empresa que tiene los derechos de ese material. Para crear uno de estos espectáculos, el organizador de una gira del artista fallecido con hologramas en 3D debe pagar primero los derechos de autor para utilizar la música del cantante. Por lo tanto, se necesitan acuerdos contractuales especialmente complejos para gestionar la relación entre todas las partes y, sobre todo, para determinar el reparto de los beneficios.

Adquisición de los derechos de las personas desaparecidas

La gran pregunta es cómo conseguir todo lo necesario para crear un holograma de un personaje famoso fallecido. Las cuestiones jurídicas que rodean el cobro de derechos siguen siendo bastante complejas.

Una de las batallas legales más importantes en este ámbito tuvo lugar en 2012, cuando la empresa que tenía los derechos de Marilyn Monroe amenazó con demandar a una start-up que había patentado “VM2 – The Virtual Marilyn, la primera actriz virtual que vive y trabaja desde el ciberespacio”. La empresa de nueva creación alegó que Virtual Marilyn no había infringido en modo alguno los supuestos derechos de propiedad intelectual reclamados por la empresa titular de los derechos de imagen de la estrella, aunque posteriormente renunció a sus proyectos.

En general, para crear un holograma de un músico fallecido, cualquier empresa de entretenimiento debe obtener primero una licencia para utilizar la música y el vídeo del artista de la misma manera que lo haría en cualquier otro tipo de actuación en directo.

También debe conceder la licencia de uso de cualquier imagen de la celebridad que se necesite para crear la reproducción visual, lo que probablemente signifique tratar con la familia o, en los estados en los que está permitido, ceder la imagen a título póstumo, con la empresa que posee esos derechos sobre la celebridad. A partir de ahí, hay que redactar un contrato entre todas las partes implicadas para determinar el reparto de los beneficios.

Pero eso no es todo. En algunos Estados, también es necesario llegar a un acuerdo sobre el derecho de publicidad que, como se ha mencionado anteriormente, incluye los rasgos físicos, la voz, el comportamiento, los movimientos, el apodo, la firma, que en algunos sistemas jurídicos tiene un carácter patrimonial y puede ser transferido a terceros y registrado como marca. Sin embargo, mientras que cuando la persona está viva puede decidir libremente conservarla para sí misma o cederla a otras personas, lo que ocurre en relación con ella después del fallecimiento de la persona cambia según la ley del país en el que vivía esa persona.

Hay veintitrés estados en los que el derecho de publicidad pervive a título póstumo y los tiempos varían mucho: desde 10 años en Washington hasta 100 en Oklahoma. En California, el derecho de publicidad lo tiene la familia de la persona durante 70 años. En Nueva York, actualmente se detiene con la muerte de la persona. A medida que se vaya organizando el andamiaje legal en torno a la industria de los hologramas en 3D, que aún es relativamente minoritaria, será cada vez más difícil para quienes quieran entrar en el negocio adquirir los derechos para montar nuevos espectáculos.

La cuestión ética de los hologramas

Luego hay situaciones más complejas que tratar, como los casos en los que el holograma que reproduce al personaje es puesto en situaciones que quizá no hubiera aceptado en vida o que nunca hubiera compartido. ¿Quién tiene derecho a decidir sobre esto? Cuando la técnica se utiliza en personajes conocidos que siguen vivos, el efecto wow está asegurado, pero la elección de formar parte del juego y la forma de hacerlo sigue siendo del personaje que decide cómo gestionar su imagen. Pero cuando el personaje ha desaparecido, ¿quién tiene derecho a decidir?

El rostro de Winehouse, por ejemplo, nunca ha sido escaneado en 3D y la cantante nunca ha sido consultada al respecto -su padre decidió en su nombre-; ¿es ético que una empresa venda su imagen holográfica creada después de su muerte en un futuro próximo? De hecho, hay una diferencia considerable entre vender la música, las películas, los anuncios que un artista hizo cuando estaba vivo, y comercializar su holograma simulando acciones y experiencias que nadie puede saber si en vida habría aprobado.

¿Dónde termina la línea entre el honor, la dignidad y la explotación de los derechos cuando se trata de personas fallecidas? Seguramente habrá muchas cuestiones que los jueces tendrán que abordar en breve, pero ya se puede entender cómo en esta fase embrionaria de desarrollo de este sector es de suma importancia pensar en la ética, ya que la aplicación de la holografía 3D abre áreas del mercado que aún no están bien definidas. Las normas que se creen a partir de ahora marcarán sin duda las pautas para el futuro. De momento, al intérprete le queda la difícil tarea de enmarcar la tecnología holográfica y sus nuevas aplicaciones en el mundo real a partir de la normativa aún vigente.

¿Cómo hacer imágenes para hologramas 3D?

Hacer imágenes para hologramas 3D puede ser más sencillo de lo que parece, puesto que lo único que se necesita es una lámina transparente y un elemento para dibujar.

Lo primero que se debe hacer es dibujar una pirámide en una hoja de papel. Luego, se deben recortar cuatro figuras ideales y juntarlas con una cinta adhesiva. De esta manera, tendremos nuestra pirámide.

A partir de allí, lo que debemos hacer es buscar en YouTube utilizando nuestros dispositivos móviles cualquier video que diga ‘pyramid hologram’ y colocar la parte superior de la pirámide en la pantalla. De esta forma, podremos visualizar una imagen tridimensional dentro de la pirámide.

¿Qué tipos de hologramas existen?

Los hologramas tienen varias clasificaciones. En primer lugar, podemos separarlos en estáticos y animados, según se trate de imágenes sin movimiento o, por el contrario, de imágenes que se muevan.

Además, dentro los tipos de hologramas que existen podemos encontrar los hologramas flotantes. Se trata del tipo de hologramas más común que consiste en imágenes tridimensionales flotando sobre el aire.

Asimismo, también podemos encontrar las proyecciones holográficas. La lógica y el funcionamiento es similar al de los hologramas flotantes, con la sola diferencia de que, en este caso, las imágenes se pueden ver en paredes o techos.

Por último, uno de los tipos de hologramas más novedosos son las cúpulas holográficas. Se trata de grandes estructuras que permiten la proyección de imágenes tridimensionales en 360 grados, logrando así una experiencia más inmersiva.

Otras áreas de aplicación de los hologramas 3D

Los hologramas 3D tienen la particularidad de ser útiles en una gran variedad de ámbitos. Se destacan por la facilidad que proveen a la hora de observar imágenes y videos.

En este apartado analizaremos de qué manera se aplican los hologramas en diferentes áreas.

Hologramas en la publicidad

Es sabida la importancia que tiene la imagen y la comunicación visual en la publicidad. Pues allí se encuentra la clave de las ventas puesto que cualquiera que tenga capacidad de hacer una buena campaña publicitaria puede atraer muchos clientes.

En este sentido, los hologramas 3D son esenciales debido a que el impacto visual que generan en las personas es superior al de cualquier otra tecnología. Se trata de una innovación llamativa que sin duda hará que una campaña destaque por sobre el resto.

Cuando se comunica a través de hologramas es posible cautivar al cliente y generarle una expectación muy grande que provocará que se muestre interesado en lo que se le esté mostrando.

Además, son interactivos, ya que el potencial cliente puede acercarse a él y observar de cerca. De esta manera, no solo podrá sentirse atraído por el producto, servicio o lo que sea que estemos vendiendo, sino que también podrá conocerlo mejor y con más detalle.

Por último, se trata de una forma de publicidad económica en comparación a los métodos tradicionales. Si bien la inversión inicial puede ser alta, sin duda es conveniente a largo plazo.

Hologramas en la medicina

En el ámbito de la medicina, los hologramas 3D serían una innovación totalmente positiva. 

En primer lugar, sería de gran ayuda para los estudiantes, quienes podrían analizar las diferentes partes del cuerpo con una mayor precisión y de esa manera elevar su nivel de conocimiento y aprendizaje.

Por otro lado, también daría lugar a mejores análisis, diagnósticos y tratamientos médicos, ayudando a la efectividad sobre los pacientes.

Pensemos, por ejemplo, en la posibilidad de analizar una resonancia ya no desde una simple imagen 2D si no a través de un holograma en el que haya profundidad. Sin duda se podría apreciar mucho mejor el resultado de un estudio médico.

Hologramas en el ámbito militar

Pensemos la importancia que tiene en las misiones militares la necesidad de reconocer el terreno previo a entrar en él. Se trata de un aspecto esencial en el ámbito de las operaciones y de los movimientos militares.

A través de los hologramas 3D, los militares podrían observar, con mayor claridad que en un mapa, el lugar al que tienen que acceder. De esa manera, no solo se sentirán más seguros, sino que también estarán más preparados para su trabajo.

Hologramas en la educación 

Sin duda, uno de los ámbitos en donde se pueden aplicar los hologramas 3D y causar un gran impacto es en el de la educación. 

En primer lugar, es un incentivo para los alumnos que siempre encuentran motivación en la tecnología. 

Pero, además, se trata de una innovación que facilita la comprensión de algunos temas más complejos, puesto que la tercera dimensión otorga más claridad que la simple hoja que encontramos en un libro.

En términos generales, una tecnología de este estilo en las aulas ayudaría a los docentes, motivaría a los alumnos y elevaría el nivel de la enseñanza.

Hologramas en el entretenimiento

Otro de los ámbitos en los cuales los hologramas 3D tienen una gran importancia es en el entretenimiento. Como sucede con la publicidad, aquí el impacto visual es también muy importante.

Pensemos en las grandes posibilidades que ofrece para un concierto de música; grandes efectos especiales, la proyección de un videoclip y hasta la aparición virtual de músicos que no estén allí físicamente.

En este campo, existen muchos aspectos sobre los que se puede innovar, de modo que el límite está solo en la imaginación de los artistas y productores.

Por último, si hablamos de entretenimiento, no podemos dejar de mencionar el gran impacto que tiene esta innovación en los videojuegos, que buscan proporcionar una experiencia muy cercana a la realidad que logra movilizar los sentidos al máximo.

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Annalisa Spedicato

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