Hace unos años, Idc estimó que se gastarían 1,3 billones de dólares a nivel mundial en iniciativas de transformación digital en 2018, pero que más de 900.000 millones no alcanzarían el objetivo. Según un análisis de McKinsey basado en casi 2.000 ejecutivos de todo el mundo, solo el 24% de los proyectos de transformación digital se completaron con éxito. La integración de aplicaciones empresariales es ahora tan importante como entonces, para integrar datos y aplicaciones, una actividad que, si no se realiza correctamente, es una de las principales causas del fracaso de los proyectos de transformación digital.
¿Qué es hoy la integración de aplicaciones empresariales (EAI) y cómo ha evolucionado?
Desde el mismo momento en que se introdujo una segunda aplicación en una empresa, surgió el problema de integrarla con la que ya estaba instalada, y con el tiempo la cuestión de la integración de las aplicaciones se abordó de diferentes maneras.
“Hemos pasado de la integración directa (con conectores que permiten la comunicación entre las distintas aplicaciones, utilizando protocolos de red como TCP o HTTP) a la creación de interfaces dedicadas (EDI, etc.) que, aunque motivadas por la lógica empresarial, complican las interfaces de aplicaciones y datos con impactos negativos en la usabilidad y la agilidad. A continuación, intentamos racionalizar esta “integración de espaguetis” con un middleware de servicios: del ESB-Enterprise Service Bus a un nuevo paradigma arquitectónico, el SOA-Service Oriented Architecture”, explica Stefano Mainetti, codirector científico del Observatorio de la Nube y las TIC como servicio de la Escuela de Administración del Politécnico de Milán.
Pero todo esto ya no es suficiente (ni fácilmente manejable), porque especialmente en un momento de incertidumbre como el actual, las empresas se enfrentan a nuevos retos que tienen un impacto directo en su modelo de negocio.
“La SOA”, recuerda Mainetti, “es una excelente solución de ingeniería de software, pero es demasiado engorrosa, demasiado cara y, sobre todo, no es capaz de cumplir ese requisito esencial de rapidez que puede determinar, por sí solo, el éxito de un proyecto empresarial”.
La evolución hacia el iPaaS y el uso de la API
La respuesta para simplificar esta complejidad viene de la mano de nuevos entornos de integración de consumidores como iPaaS (Integration Platform as a Service) y la difusión de las API, que son un conjunto de funcionalidades expuestas por una aplicación, en la práctica una forma estándar de consultar y acceder a los datos.
Las APIs son, por un lado, un tecnicismo que permite hacer más rápidamente lo que siempre se ha hecho, pero por otro lado, subraya Mainetti, “abren un potencial muy potente para cambiar los modelos de negocio porque al exponer las APIs habilitamos procesos propios de la transformación digital: podemos integrarnos fácilmente en una cadena ampliada con proveedores y socios comerciales; podemos realizar modelos basados en la multicanalidad al hacer que los servicios de las aplicaciones estén disponibles en todos los dispositivos; o, de nuevo, podemos permitir la aparición de nuevas entidades económicas porque hacemos posible el desarrollo de nuevos servicios para terceros”.
Pero para no volver a caer en la confusión de la “integración espagueti” (las APIs evolucionan a su vez, por lo que se hace imprescindible, por ejemplo, gestionar sus versiones), las plataformas de gestión de APIs son indispensables.
iSaas emerge: qué es
Además, estamos asistiendo a la aparición de iSaaS, plataformas en la nube que permiten lo que Gartner ha definido como “integración ciudadana”, es decir, la posibilidad de que algunos usuarios empresariales (o consumidores) se encarguen ellos mismos de la integración de algunas aplicaciones ya utilizadas en la nube (por ejemplo, MailChimp, un sistema de marketing por correo electrónico, y Salesforce CRM). Se trata de integraciones que la propia Gartner define como “básicas”, no complejas y empaquetadas, pero que pueden permitir el rápido desarrollo de nuevos servicios: exactamente lo que el negocio requiere hoy, una realidad que para hacerse realidad debe ver también una transversalidad de las competencias digitales en toda la empresa.
La evolución de los diferentes enfoques de la integración está conduciendo a la definición de soluciones de integración de aplicaciones empresariales que son plataformas híbridas que combinan plataformas de integración de datos y aplicaciones in situ con iPaaS, iSaaS y plataformas de gestión de API.
Un papel crucial en todo esto lo desempeña el gobierno de los datos, ya que éstos son la célula vital de toda aplicación, y es imposible desarrollar una estrategia de integración de aplicaciones si no se parte de datos que no sean manipulados (integridad de los datos), que tengan sentido y sean utilizables en las aplicaciones (coherencia de los datos).
Qué es una solución iPaaS y por qué utilizarla
Respondamos de inmediato a la primera parte de la pregunta proporcionando una definición básica de iPaaS (plataforma de integración como servicio): un servicio en la nube que proporciona a las TI una plataforma para integrar datos, aplicaciones, servicios y procesos.
Es un segmento que se está desarrollando muy rápidamente, y si bien no hace mucho tiempo era cierto que el iPaaS priorizaba la usabilidad sobre la funcionalidad, hoy en día la brecha de funcionalidad se está cerrando rápidamente y estas plataformas están cubriendo cada vez más necesidades (por ejemplo, están integrando la gestión de APIs). Pero la principal característica que los hace formidables en términos de usabilidad es que proporcionan herramientas de desarrollo basadas en plantillas y una cartera de integraciones pre-empaquetadas.
Massimo Pezzini, vicepresidente y miembro de Gartner, señala las dos razones principales por las que las iPaaS son un ingrediente importante de una estrategia de integración: “En primer lugar, son las plataformas ideales para soportar la integración nube-nube [crucial si, como hemos visto en los últimos dos años, el enfoque multicloud es una de las tendencias distintivas en la evolución de la nube híbrida – ed] y móvil-nube; en segundo lugar, estas plataformas al proporcionar entornos de desarrollo más sencillos que los on premise, facilitan lo que llamamos integración ad hoc, es decir, la integración de proyectos específicos.”
¿Qué es una solución de gestión de API y por qué la utilizamos?
Antes de hablar de la gestión de las API, recordemos brevemente qué es una API (Application Programming Interface): un conjunto de funcionalidades que, a través de una forma estándar de consulta y acceso a los datos, expone las funcionalidades de la aplicación, permitiéndole comunicarse con otras aplicaciones y posibilitando la reutilización de los servicios puestos a su disposición, que pueden así componerse y desglosarse según las necesidades. Las APIs son, por tanto, herramientas indispensables para la prestación rápida de servicios y para hacer posible modelos de negocio basados en la capacidad de responder en tiempo real a las necesidades del mercado: es gracias a las APIs, por ejemplo, que una aplicación empresarial está fácilmente disponible en los teléfonos móviles, o que uno puede integrarse en una cadena ampliada “abriendo” sus aplicaciones a proveedores y socios, etc.
Todo ello ha dado lugar a una proliferación de APIs que, sin embargo, si no se gestionan y gobiernan, corren el riesgo de hacer inmanejables las aplicaciones de cada empresa. Esto ha propiciado la aparición de plataformas de gestión de API que permiten crear, gestionar y distribuir las API, administrar su versionado, su disponibilidad y definir los límites de su uso: “El objetivo de una solución de gestión de API -continúa Mainetti- es, por tanto, supervisar, optimizar y asegurar el uso de las API mediante el control de accesos, la aplicación de políticas de seguridad, el enrutamiento, el almacenamiento en caché y las herramientas de análisis y seguimiento. Estas soluciones también apoyan la monetización de los datos y servicios expuestos, permitiendo la gestión de las transacciones, la fijación de precios, la medición del consumo, la facturación y el suministro de claves de acceso o tokens”.
Las plataformas de gestión de API más completas, de hecho, gestionan el acceso de pago a las API, proporcionando a los desarrolladores la información que necesitan para crear aplicaciones basadas en ellas; el pago puede ser directo o con reparto de ingresos (por ejemplo: utilizando la API de PayPal, los desarrolladores permiten a sus clientes pagar fácilmente por un artículo, mientras que PayPal recibe un porcentaje directo de cada venta).
Escenarios de uso de las soluciones de gestión de APIs
Los escenarios de uso de una solución de gestión de APIs pueden ser muy diversos, por lo que Forrester recomienda realizar una evaluación precisa de sus necesidades antes de elegir qué plataforma implementar. Para ayudarle a entender y clasificar sus necesidades, la empresa de análisis ha identificado cinco:
- Construir una gran comunidad de usuarios a través de APIs Rest (es decir, APIs que utilizan la tecnología REpresentational State Transfer para gestionar/transferir datos a través de Internet): grandes actores como Google, Twitter, Facebook, etc. ponen a disposición una amplia gama de APIs gratuitas y fáciles de implementar para atraer a un gran número de desarrolladores independientes. En este caso, es muy importante contar con una solución de gestión de APIs que disponga de herramientas analíticas muy potentes para entender cuántas personas están utilizando la API y cómo, para qué, etc;
- apoyar el desarrollo de aplicaciones móviles a través de Rest API – En este caso la solución de gestión de APIs se convierte en el lugar donde se coordinan todas las actividades de desarrollo y distribución de APIs que permiten el uso de servicios de aplicaciones en movilidad. Es posible que necesite una solución que haga especial hincapié en este aspecto: algunas ofrecen funcionalidades adicionales específicas, como la notificación push, la geolocalización, etc;
- Facilitar el uso de diferentes tipos de API – Las grandes empresas han utilizado, y siguen utilizando, tanto la tecnología Soap (Simple Object Access Protocol) como la Rest durante la última década, junto con WebSockets (tecnología web que proporciona canales de comunicación full-duplex a través de una única conexión TCP) y aplicaciones de comunicación como Amqp- Advanced Message Queuing Protocol o JMS- Java Message Service. En estos casos, se necesita una solución de gestión de API que pueda gobernar esta heterogeneidad y combinar las API con la arquitectura orientada a servicios (SOA);
- Construir una sólida comunidad B2B en torno a las APIs de misión crítica – Aunque el mercado de las APIs abiertas está creciendo, los usuarios contactados por Forrester para definir la Ola de Forrester para las soluciones de gestión de APIs dijeron que utilizan las APIs B2B casi el doble de veces que las APIs abiertas. Si se encuentra en esta situación, debe priorizar la elección de una solución de gestión de APIs que le permita gestionar una amplia gama de APIs y que cumpla con los estrictos requisitos de seguridad de los datos, tanto en términos de privacidad como de integridad.
- Actuar como un proveedor de API que quiere obtener un valor directo del acceso a las aplicaciones – Algunas empresas pretenden utilizar las API como una nueva fuente de ingresos. Hasta ahora, pocas empresas, dice Forrester, han tomado este camino, pero algunos proveedores de servicios tradicionales, como Verisign o Dun & Bradstreet, están ampliando sus ofertas tradicionales a este ámbito. En este caso, la solución de gestión de la API debe integrar las funciones de facturación y gestión de pagos.
¿Qué es una solución MDM-Master Data Management y por qué la utilizamos?
Digamos que no estamos hablando de una tecnología y para aclarar lo que entendemos por MDM-Master Data Management nos atenemos a la definición de Gartner: es una disciplina habilitada por la tecnología, un programa en el que el negocio y las TI trabajan juntos para asegurar la calidad, la precisión, la consistencia y la responsabilidad de los datos maestros presentes en la organización; un dato maestro es cualquier activo que define el negocio de la empresa (pueden ser datos relativos a productos, clientes, plantas, etc.). Gartner subraya que, aunque disponer de una visión coherente, integrada y consistente de los datos maestros no garantiza por sí mismo la competitividad de una empresa, su ausencia hace ciertamente muy difícil, si no imposible, lograr una integración eficaz de las aplicaciones.
El título de un estudio de Forrester de hace unos meses explica por sí mismo la cuestión que nos ocupa: La gestión del rendimiento de los datos es algo que hay que tener, no un bien que hay que tener. La gestión del rendimiento de los datos, explica la empresa de análisis, tiene que “contar una historia para el apilador” (es decir, dar una visión coherente del rendimiento de los datos) y para ello es necesario tener en cuenta tres niveles (figura 2):
- Físico. Los arquitectos de empresa (EA) necesitan cuadros de mando que permitan conocer los aspectos físicos de los datos (como patrones, integridad, redundancia, etc.) y los indicadores de rendimiento (volumen, errores de procesamiento, seguridad, etc.). Estos cuadros de mando ayudan a optimizar los recursos, los sistemas, los datos y las respuestas a los problemas y a las infracciones, de modo que las EA puedan validar la integridad y la coherencia de los datos.
- Política. Los equipos de gobernanza de datos necesitan visualizaciones que indiquen que los datos y su consumo cumplen con las políticas de calidad, seguridad, privacidad y uso. Los cuadros de mando de rendimiento de datos ayudan a los CDO y apoyan los programas de gobernanza de datos que abordan políticas de datos nuevas y cambiantes, mantienen los datos actualizados, mantienen los datos seguros y priorizan los recursos y proyectos basados en datos.
- Impacto. Los gestores de datos maestros necesitan análisis de rendimiento que se vinculen a las métricas empresariales y a los indicadores clave de rendimiento (KPI). A partir de estos análisis pueden entender si los servicios de gestión de datos están permitiendo o dificultando los procesos empresariales y las experiencias de los clientes. Al vincular las visualizaciones físicas y estratégicas de las condiciones de los datos con los resultados empresariales en los que los datos y la información impulsan las decisiones y las acciones, los CDO pueden validar las inversiones y proponer o ampliar las estrategias demostrando un ROI tangible.
Automatizar los flujos de trabajo para mejorar la integración de las aplicaciones empresariales
Todos los procesos empresariales pueden subdividirse en una secuencia de pasos repetibles que deben ser ejecutados en el orden correcto, por las personas adecuadas y en el momento oportuno, por lo que su automatización permite, por un lado, una mejor orquestación de las diferentes actividades y recursos implicados, y por otro, controlar en tiempo real el progreso de cada proceso (y de varios procesos al mismo tiempo). Las notificaciones instantáneas, las alertas, etc., permiten prevenir los conflictos, de modo que los jefes de proyecto o los altos directivos puedan intervenir sólo cuando sea absolutamente necesario y, por tanto, centrarse en actividades más valiosas que el mero control. La automatización de los flujos de trabajo también permite el importante concepto de “mejora continua”, que se ha vuelto tan crucial en un contexto de cambio constante y en el que entran en juego un gran número de variables.
Las plataformas modernas de automatización del flujo de trabajo pueden considerarse una extensión de las plataformas de integración de aplicaciones y pueden integrarse en un iPaaS o estar disponibles como plataformas independientes. Se caracterizan por su extrema facilidad de uso gracias a las herramientas de arrastrar y soltar que permiten diseñar procesos automatizados (gracias también al uso de plantillas preestablecidas) mucho más rápidamente que las soluciones tradicionales, y los analistas señalan que el 20% de las organizaciones que utilizan estas soluciones registran un 15% de ahorro en los costes empresariales.
Cómo implementar una estrategia eficaz de integración de aplicaciones empresariales y definir la arquitectura EAI necesaria
Cuando hablamos de integración de aplicaciones hoy en día, no podemos referirnos únicamente al aspecto tecnológico, ya que en un mundo digital, disponer de un activo de aplicaciones que pueda responder (si no anticiparse) a las demandas del mercado es el corazón mismo de la empresa. Por ello, aportando algunas indicaciones rápidas derivadas de un estudio muy reciente de Forrester (Integration Strategy And Delivery Service Providers, March 2018), recordamos que la definición de una estrategia de integración de aplicaciones empresariales debe incluir la revisión e integración de los procesos y las personas.
Estrategia EAI – Paso 1
Forrester se apresura a advertir contra la tentadora vía de los atajos (enfoques simples de la integración, sin una estrategia global) que pueden resolver el problema específico muy rápidamente, pero son opciones tácticas que pueden contribuir a una mayor agilidad técnica, pero ciertamente no a la agilidad del negocio en su conjunto. He aquí, pues, tres consejos de la empresa de investigación:
- Definir una arquitectura de integración de aplicaciones empresariales para la transformación digital: las tecnologías digitales innovadoras (por ejemplo, el aprendizaje automático o la gestión del flujo de datos en los sistemas de IoT) crean retos específicos, pero también oportunidades, que luego deben integrarse con las aplicaciones heredadas de la manera adecuada. Por lo tanto, a la hora de elegir un proveedor de servicios y herramientas EAI, es importante dirigirse en primer lugar a los que tienen modelos predefinidos de plataformas de integración para su sector, pero luego, para utilizar también la integración como elemento de diferenciación competitiva, la habilidad reside en combinar las prácticas del sector con la propia situación particular (en la práctica, no perder funciones estratégicas en favor de una facilidad de integración resultante de una estandarización anónima).
- Establecer la mejor organización y los mejores procesos para la integración: una mala integración de los procesos sólo puede conducir a una mala integración de las aplicaciones y las tecnologías, por lo que es esencial contar con equipos de colaboración que gobiernen los flujos de actividad; este punto, aunque lógicamente separado, está estrechamente relacionado con el siguiente.
- Definir una organización ágil que esté preparada para futuras evoluciones que actualmente son imprevisibles: los equipos separados, la escasa colaboración y la organización jerárquica son los enemigos jurados de la transformación digital, que en cambio se basa en metodologías ágiles donde la colaboración y la agilidad no se limitan a los equipos de TI (DevOps clásico) sino que se extienden a toda la empresa y más allá: también hay que ser capaz de integrar grandes ecosistemas y nuevas plataformas tecnológicas. Una vez más, la organización puede adoptar diferentes formas, no hay una receta única que sirva para todos, y la habilidad reside en dar forma a los conceptos de agilidad en la propia realidad específica.
Estrategia EAI – Paso 2
El siguiente paso de Forrester es ofrecer algunas orientaciones para elegir un proveedor de soluciones y servicios de integración de aplicaciones empresariales:
- Empezar con una visión amplia de la integración, restringiéndola sólo a la fase de implementación del paso inicial. Antes de empezar a seleccionar la plataforma, es necesario comparar las propias necesidades de integración (desde las más urgentes que deben implementarse inmediatamente hasta las menos apremiantes, aplazadas a fases posteriores, pero igualmente importantes) con las distintas funcionalidades de integración disponibles (una lista no exhaustiva incluye: integración de aplicaciones, integración de datos, calidad de datos, gestión de datos maestros, gestión de procesos de negocio, gestión de datos en memoria, integración en la nube, IoT, etc.).
- Busque una coincidencia entre la amplitud de su visión y la del proveedor. Algunos proveedores cubren la mayoría de las funcionalidades, otros proporcionan servicios individuales sin ofrecer una visión cohesionada; en cualquier caso, la cobertura de las funcionalidades de integración de datos es importante.
- Asegúrese de que su proveedor de servicios tiene una experiencia profunda en la plataforma de integración elegida. Esto parece trivial, pero no es tan obvio porque las empresas suelen tener relaciones establecidas con los proveedores de servicios y tienden a mantenerlas independientemente de la tecnología elegida.
- Las APIs y los microservicios deben considerarse siempre como parte de una visión más amplia de la integración (aunque no encajen en los requisitos específicos del momento).