Análisis en profundidad

Eficiencia energética en el mundo digital

El futuro es digital y requiere que la energía esté preparada para ello. La eficiencia energética, la clave para el desarrollo de la tecnología.

Publicado el 10 Feb 2023

Eficiencia energética.

Estamos en un momento de cambio alrededor de todo planeta, es que el mundo se ha vuelto digital. Se trata de una revolución en la forma de comunicarnos, de almacenar información y hasta de producir.

La información y los datos que circulan en la red de servidores de internet conocida como la nube crecen día tras día y significan la aparición de nuevos desafíos para acomodar otros aspectos como el de la energía a este nuevo mundo digital.

Aunque las innovaciones tecnológicas y estas nuevas formas de producir sean muy diferentes a las tradicionales, también consumen energía y lo hacen en grandes cantidades. 

De hecho, las grandes compañías informáticas que dominan la esfera de internet son las que más electricidad consumen en el mundo. 

Es por ese aspecto por el cual aparece la necesidad de cuidar el uso que se le da a la energía, no solo a través del ahorro, sino también a través de la eficiencia energética. 

Analizaremos en este artículo de qué manera se puede consumir menos sin bajar la calidad de lo producido, cuidando la energía en un mundo de recursos finitos.

A qué llamamos eficiencia energética

Cuando hablamos de eficiencia energética nos referimos a la posibilidad de reducir la cantidad de energía utilizada para el abastecimiento de productos y servicios. 

En otras palabras, se trata de un objetivo en el ámbito de la industria tradicional y digital, a través del cual se intenta producir en cantidades similares, con la misma calidad en los productos, y sin afectar la calidad de vida de los consumidores, pero reduciendo el consumo de energía.

Es un concepto que gira en torno al uso correcto de las nuevas tecnologías, ya que no se trata de producir menos o de realizar productos con menos condiciones, sino que se trata de llevar el uso de la energía necesaria a la mínima expresión.

Existen cuatro premisas generales que hacen al cumplimiento efectivo del objetivo de la eficiencia energética. Por un lado, se deben implementar medidas tendientes a mejorar la gestión de la energía. 

Por otro lado, es importante invertir en tecnologías de mayor rendimiento. Puede que el costo de estas sea alto en un principio, pero a la larga el ahorro conseguido terminará saldando la inversión. 

Además, los procesos productivos empleados deben perseguir la eficacia para poder tener mejores resultados con menos consumo. En el mismo sentido, otra de las premisas es la de mejorar los hábitos para que el uso de la energía sea responsable.

Pues, de esto se trata el concepto de eficiencia energética. De no desperdiciar la energía y de producir de la forma más eficaz posible.

Relación entre la eficiencia energética y las nuevas tecnologías

Si realizamos un análisis muy general, podemos llegar a la conclusión de que las nuevas tecnologías hacen que el consumo energético aumente de forma considerable. 

Pensemos por un segundo de qué manera alimentamos todo el mundo que la innovación ha creado. Los teléfonos celulares que llevamos con nosotros casi como una extensión del cuerpo, las computadoras, los televisores, los sistemas de calefacción, entre otras.

En fin, se trata de un nuevo estilo de vida caracterizado por la tecnología que requiere muchísima energía para funcionar. En términos reales, la energía que consumía la humanidad hace 100 años es mucho menor a la que consume ahora.

Este razonamiento que hemos hecho no está del todo errado. Pues, a más tecnología, mayor consumo energético. Sin embargo, hay un aspecto importante relacionado con las nuevas formas de producir que no estamos considerando.

Nos referimos a que las propias tecnologías que han nacido en los últimos años han ido perfeccionando su eficiencia energética, y esto si bien ha producido un aumento de la demanda de energía con el tiempo provocó que se redujera su consumo.

Para clarificar, podemos decir que es cierto que mientras más tecnología aparezca, mayor será la energía necesaria para cumplir con la demanda de estos avances. Pero, las nuevas tecnologías traen aparejada la eficiencia energética. 

Por lo tanto, la relación que existe entre las nuevas tecnologías y la eficiencia energética es clara. Con el tiempo, el consumo de energía se reducirá por las propias características de los nuevos procesos de innovación. 

Se trata de utilizar más energía con menor cantidad de recursos. Esto a su vez genera que consumamos menos y de mejor calidad, colaborando así con el objetivo de eficiencia energética. 

La importancia de la eficiencia energética

Hemos mencionado de qué se trata la eficiencia energética y su relación con las nuevas tecnologías. Pues bien, es momento de ver qué aspectos hacen a su importancia y de qué manera impactaría en la vida cotidiana del ser humano un mejor uso de la energía.

En primer lugar, las propias características de la eficiencia energética hacen a uno de sus beneficios. Pues, sabemos que se trata de un objetivo que intenta consumir menos, pero sin perder ninguna de las prestaciones o el confort de nuestras vidas cotidianas.

Aquí cabe marcar una clara diferencia entre el ahorro de energía y la eficiencia energética. Pues, el primer concepto trata de reducir el gasto mediante una baja en el uso de la energía. 

Algunos ejemplos claros de ahorro de energía sería utilizar la luz eléctrica solo en días muy oscuros o durante determinadas horas de la noche, mantener el aire acondicionado en una temperatura no menor a 24 grados o desconectar la televisión y computadoras al dejar nuestros hogares.

Es claro que mediante estas acciones tendremos un menor uso y por ende ahorraremos energía, pero también es cierto que nuestra calidad de vida y nuestra relación con los servicios básicos disminuye considerablemente.

¿Qué pasaría si existiese una forma de utilizar menos recursos, consumir menos y no desperdiciar energía sin afectar el confort y la calidad de las prestaciones? Ahí es donde aparece la eficiencia energética con una de sus ventajas más sobresalientes.

Pero además del impacto que tiene en nuestra vida cotidiana y la forma en la que nos relacionamos con los servicios, la eficiencia energética también cumple un importante rol en el cuidado del medioambiente.

Sabemos que al usar la energía estamos causando de alguna manera un impacto en el ambiente que nos rodea. La producción y el consumo generan efectos que desencadenan en calentamiento global, contaminación atmosférica, lluvia ácida y otras afecciones medioambientales.

Esto es algo que nos interpela y nos obliga a actuar para tratar de mitigar el impacto. Es justamente el rol que cumple la eficiencia energética. Al reducir el consumo de cualquier tipo de energía, también se reducen los impactos medioambientales que provienen de ella.

Desde que se genera la energía hasta su posterior consumo, se reduce la afección que tiene en el ambiente. Cabe recordar que esto se logra sin disminuir el rendimiento y los resultados que proveen la energía a la producción y los servicios.

Entre los principales beneficios para el ambiente que hacen que la eficiencia energética sea importante en esta materia podemos encontrar una clara reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y una contribución a la reducción de la huella de carbono. 

Estos últimos son aspectos esenciales para combatir al calentamiento global y al cambio climático, ambos fenómenos que acechan nuestro planeta.

Por último, la eficiencia energética otorga la posibilidad de optimizar la utilización de recursos naturales. Como mencionamos previamente, se trata de utilizar con mayor efectividad la misma o una menor cantidad de recursos. 

Soluciones informáticas sostenibles

El mundo digital y las nuevas tecnologías impactan de forma considerable en el ambiente y utilizan una gran cantidad de energía. 

Pero, además, se trata de una actividad que irá incrementando su labor con el correr de los años, pues está en constante crecimiento.

La cantidad de datos que utilizan las empresas es cada vez mayor, y la información almacenada en la nube crece día tras día. Sería un error creer que lo digital no contamina, de hecho, produce un gran impacto en el planeta y consume tanta energía como otras industrias tradicionales

Basta con solo mencionar el caso de Google, que con su amplia variedad de plataformas es una de las empresas que más electricidad utiliza en el mundo. 

Vale aclarar que el mayor consumo de electricidad está destinado al abastecimiento de la nube, que almacena toda la información de los usuarios en distintos centros de datos repartidos por todo el mundo.

Sabiendo el impacto que genera en el ambiente la gran cantidad de electricidad utilizada para abastecer a las compañías de software y tecnología, dichas empresas se comprometieron a realizar determinadas acciones para colaborar con la reducción del consumo.

En primer lugar, se trata de optimizar el uso de los centros de datos en la mayor medida posible, de modo que se puedan alcanzar los estándares de eficiencia energética. 

Por otro lado, muchas compañías obtienen electricidad para sus actividades directamente de energías renovables.

Para las empresas es fundamental invertir en tecnología informática sostenible, no solo por el gran ahorro en costos que esto significa, sino también por la imagen positiva que obtienen de cara a la sociedad.

Se trata de tomar la iniciativa e incorporar una estrategia sostenible de TI que permita que los recursos duren más y que fomente el ahorro energético. 

Pero, esto no será posible para las empresas si no cuentan con un apoyo especializado en soluciones informáticas sostenibles que ayude a alcanzar la eficiencia energética. Pues, son los especialistas en dicha temática los que pueden ofrecer las mejores estrategias.

Otra solución informática importante puede ser la de comprar los equipos a fabricantes que trabajen con compromiso con el ambiente. Esto con el objetivo de conseguir equipos que sean más fáciles de reparar y cuyo consumo energético sea el menor posible. 

Pero, tal como hemos explicado, el objetivo de eficiencia energética no implica bajar la calidad de los productos desarrollados o en este caso de los equipos informáticos adquiridos. Se trata de tener el mismo resultado con menor consumo, llevando la optimización de los recursos al máximo.

Para ampliar acerca de la inversión en tecnologías informáticas que colaboren con la eficiencia energética tenemos que mencionar a las diferentes alternativas en materia de soluciones de almacenamiento. 

Pues, un reemplazo que lleva hacia la eficacia de los recursos es el de los dispositivos de almacenamiento HDD, que han quedado antiguos, por las soluciones flash.

El almacenamiento flash se trata de una tecnología de datos que consta de una memoria de alta velocidad que utiliza electricidad para su programación. La ventaja que provee es que, si se interrumpe el suministro de alimentación de energía, los datos no se pierden.

Es fundamental además que los equipos de almacenamiento tengan funciones avanzadas de compresión y de duplicación. Estas últimas son dos formas de reducir la cantidad de información almacenada en la nube, eliminando aquellos datos que sean redundantes y logrando una mayor eficacia en los centros. 

¿Cómo las tecnologías digitales ayudan a la eficiencia energética?

Como bien marcamos, el incremento diario de los datos hace que un uso adecuado de la energía sea vital para que pueda abastecer todas las necesidades del mundo digital. 

Pues, aunque pueda parecer que la aparición de nuevas tecnologías sólo incrementa la demanda energética, es necesario remarcar que también colaboran a un uso más óptimo de ella.

Vale aclarar que, si bien la eficiencia energética es un objetivo mundial a largo plazo, su realización a través de nuevos métodos de ahorro se acelera debido a la crisis que hay alrededor del mundo.

Tanto las empresas como los hogares tienen un alto costo en energía, por lo que constantemente están buscando nuevas formas de ahorrar y de optimizar el consumo.

Aquí es donde las tecnologías digitales juegan un rol esencial. Por un lado, se estima que la tecnología 5G reduciría el consumo energético casi en un 90%.  

Si bien la aparición de esta tecnología provocaría que haya más dispositivos conectados, más antenas y más servidores que demanden energía eléctrica, lo cierto es que también colaboraría con la eficiencia energética.

Esto se debe a que el consumo de energía será más inteligente y automatizado, por lo que será capaz de reducir las pérdidas y excesos que puedan existir en toda la red.

El hecho de que las redes eléctricas sean más eficientes hace que, por un lado, se provea un mejor servicio evitando apagones y por el otro se reduzca la cantidad de energía consumida.

Además, la tecnología 5G ofrece tiempos de respuestas de datos a una velocidad tal que permite tener un mayor control sobre los dispositivos y el consumo a lo largo del día.

Por otro lado, como mencionamos con anterioridad, existen especialistas que trabajan el tema y ofrecen soluciones digitales para diversos modelos de negocios. La reducción de la energía utilizada es esencial para cualquier empresa, por lo que es importante invertir en ella.

Se trata de especialistas que diseñan soluciones que permiten monitorear y controlar el consumo energético en forma particular y especializada para las diferentes empresas que puedan necesitarlo. 

En algunos casos hasta se otorga un apoyo en las operaciones durante años hasta ver los resultados.

Digitalización y eficiencia energética por sectores

Los sectores industriales como el de la fabricación de automóviles y del acero o de sectores como el del transporte y la construcción son los que más necesitan estas acciones orientadas a la eficiencia energética. 

De hecho, quienes proveen los servicios especializados de optimización digital de la energía buscan clientes en estos ámbitos. Pues, son estas compañías las que más energía consumen acorde a sus actividades.

En el caso del sector industrial, se considera que la eficiencia energética será clave para la descarbonización del sector, reduciendo los gases de efecto invernadero emitidos. Se está tratando de lograr un sistema energético sostenible a través del tiempo.

Entre los industriales coinciden en tres aspectos que sin duda serán indispensables para concretar el proyecto de un sistema energético sostenible. 

En primer lugar, como ya bien marcamos, trabajar sobre la eficiencia energética, en segundo lugar, priorizar y aumentar el uso de las energías renovables para abastecer a las fábricas y por último incentivar el desarrollo de nuevas tecnologías.

Pero también se hace hincapié en la necesidad de invertir en la adaptación de los equipos físicos, en el desarrollo de nuevos procesos productivos y en un uso más óptimo de los materiales de producción. 

La digitalización ha tenido una fuerte influencia en el sector industrial, siendo de vital importancia para el análisis de datos y la toma de decisiones. 

También ha sido de vital importancia para el progreso en el sector de la logística, no solo por los datos, sino también por la automatización de un montón de actividades dentro de los depósitos donde se almacenan las mercaderías.

En otro sentido, si llevamos el concepto de eficiencia energética al sector del transporte, veremos que se trata de cumplir el mismo rol de movilidad y logística, pero con una baja en la utilización del combustible. 

La actividad de transporte es una de las que más contamina el ambiente por su alta emisión de gases de efecto invernadero. Es por eso que al día de hoy ya existen tecnologías más sostenibles que contribuyen a un ahorro general de la energía. 

Es el caso de los trenes de alta velocidad que podemos encontrar mayormente en las distintas ciudades de Europa. A contrario de lo que la lógica indicaría, este medio de transporte es uno de los más eficientes en materia energética.

Otro medio de transporte que ha revolucionado la forma de moverse es el auto eléctrico. Este último es mucho más eficiente a comparación de otros medios de transporte y sin duda es un reemplazo necesario si se quiere alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de CO2.

Por otra parte, la propia industria de la energía ha sido transformada por la digitalización. Esto se ve desde el comienzo mismo de la producción de energía en las plantas de generación a través de procesos automatizados.

Dicha automatización de procesos se puede ver en mayor medida en las nuevas formas de producir energía, como en parques eólicos o con los paneles solares, pero también se observan en algunas plantas tradicionales.

La digitalización y automatización del sector energético permite también evitar problemas causados por alguna falla en particular. Esto se hace a través de sensores que captan el comportamiento de los equipos de las plantas y hacen llegar la información a salas de control centralizadas.

Son también los datos los que facilitan la gestión de la energía y la hacen más eficiente. Mediante algoritmos de aprendizaje automático, los programas de software que utilizan para automatizar los procesos permiten que el propio sistema encuentre y resuelva determinadas fallas.

La eficiencia energética y su rol en la transformación digital

Tal como hemos mencionado a lo largo del artículo, la eficiencia energética es un objetivo a largo plazo que debemos ponernos como sociedad. No solo para que el consumo sea más eficiente en la industria, sino también en nuestros hogares.

Para el sector productivo, además, hay una realidad y es que quien no evolucione y adecue sus procesos a los nuevos paradigmas de la digitalización y la eficiencia en el uso de la energía quedará relegado por una cuestión de costos y reputación. 

La transformación digital ya está ocurriendo y se acelera a pasos agigantados. La gran mayoría de los cambios que trajo consigo fueron positivos para la sociedad en su conjunto, pero también requieren una mayor cantidad de energía que los abastezca.

El claro ejemplo de esto que mencionamos son los datos. Hoy las empresas de cualquier sector los utilizan para el análisis de sus ventas, de sus clientes, de la producción y demás.

Pues todas estas transformaciones en las formas de producir y de vender, incluidas las de los datos, necesitan los distintos tipos de energía para funcionar. 

Es por eso que la eficiencia energética es más que necesaria, pues si no comenzamos a hacer un uso inteligente y óptimo de la energía será muy difícil regular y controlar su consumo, lo cual frenaría la transformación digital.

Por Gonzalo Castillo. 

Prohibida su reproducción total o parcial.

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