No solo androides o brazos mecánicos: la automatización robótica se caracteriza cada vez más por el uso de bots, los robots software que permiten aumentar la productividad y reducir el tiempo medio para realizar tareas repetitivas.
Argentina se encuentra entre los países de la región que más fomenta y promueve la Inteligencia Artificial (IA). El Centro de Estudios Nacional de Inteligencia Artificial, una iniciativa chilena, analizó de manera cuantitativa las capacidades de los países de América Latina para adoptar y utilizar IA. El resultado indicó que la Argentina forma parte de los países líderes en la región por sus capacidades en esta tecnología, junto a Chile, Brasil y Uruguay.
Al revisar la información detallada del informe, se encontró también que, entre los países analizados, Argentina ocupa la posición principal en cuanto al respaldo estatal a la Inteligencia Artificial. Este reconocimiento se debe a las políticas públicas implementadas que guían la adopción de esta tecnología y generan contribuciones relevantes tanto desde el ámbito público como privado.
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Qué es la automatización robótica
La automatización robótica es el uso de robots para automatizar procesos de producción. En concreto, ahora es posible integrarlos en distintas fases de la cadena de producción:
- Robots cartesianos, que se desplazan únicamente en línea recta a lo largo de los tres ejes del plano;
- Robots antropomórficos, es decir, brazos robóticos;
- Los cobots, los robots colaboradores que comparten espacio de trabajo con los humanos;
- AGV – Automated Guided Vehicle, que se conducen solos siguiendo una trayectoria predefinida;
- AMR – Autonomous Mobile Robot, los robots móviles que optimizan sus rutas en tiempo real;
- APPS – Automated Picking Packaging Systems, los sistemas automatizados de picking y embalaje.
Pero cuidado: no todos los robots requieren una contrapartida física.
Robots software: qué son
En concreto, si por automatización robótica entendemos la traducción de RPA – Robotic Process Automation, se refiere exclusivamente al uso de software inteligente, los llamados “software-robots” o bots, capaces de interactuar en tiempo real y ejecutar automáticamente tareas repetitivas.
El término “robot software” surgió precisamente para hacer una diferencia entre los sistemas basados en software y los sistemas físicos, que no se ejecutan en dispositivos anfitriones sino que se instalan en autómatas individuales. Por ejemplo, el “robot-abogado” o el “robot-juez” no son humanoides, sino programas informáticos capaces de redactar documentos jurídicos o comparar sentencias y reglamentos gracias al aprendizaje automático.
Automatización robótica: cómo funciona
La automatización robótica consiste en integrar robots en una o varias etapas de la cadena de producción. En función de las necesidades, los objetivos a alcanzar, los plazos y los recursos disponibles, los proyectos de automatización digital pueden ser muy diferentes.
En el contexto de la RPA, es decir, el uso exclusivo de robots de software, se hace una distinción entre RPA asistida o no asistida, o RPA asistida o independiente. La RPA asistida es la automatización robótica en procesos definidos por la colaboración humano-robot; por el contrario, la RPA independiente funciona de forma autónoma.
Los chatbots o asistentes virtuales entran dentro de la RPA asistida porque pueden realizar su tarea dentro de la interacción con humanos. En cambio, los bots independientes realizan procesos enteros de forma autónoma, lo que permite una automatización de extremo a extremo y escalable. Mientras que los chatbots deben ser activados por los usuarios, los bots independientes se activan según lo programado y siguen su proceso hasta el final.
Automatización robótica: dónde se utiliza
Los robots cartesianos pueden utilizarse en la automatización de pick and place y embalaje. Los cobots pueden utilizarse para automatizar operaciones de montaje y paletizado de precisión, control de calidad y alimentación de máquinas. AGV para manipulación y transporte de mercancías, AMR para almacenamiento, APPS para picking.
En cuanto a la RPA propiamente dicha, es decir, el uso de software robótico, entre los ejemplos más comunes de posible uso se encuentran:
- Web site scraping, es decir, la recopilación, procesamiento, síntesis y visualización de datos específicos de sitios de interés;
- Procesamiento de nóminas, extrayendo detalles de las hojas de horas;
- Detección de fraudes bancarios, cruzando los datos disponibles;
- Depuración de datos;
- Procesamiento de pedidos, para introducirlos en repositorios en el momento del envío o como seguimiento completo desde la entrada en el carrito hasta la posventa;
- Seguimiento de drones;
- Gestión de las solicitudes de activación de tarjetas de crédito;
- Procesamiento de correos electrónicos entrantes, con clasificación y etiquetado automáticos;
- Transferencia de datos entre sistemas, una vez establecidos el origen y el destino;
- Procesamiento automático de formularios;
- Generación automática de renovaciones de primas de seguros y/o reclamaciones;
- Conciliación de extractos;
- Generación de avisos de envío;
- Registro automático de accesos a centros sanitarios.
¿Cuál es la relación entre RPA e inteligencia artificial?
La mayoría del software robótico en el que se basa la RPA no es capaz de aprender: repite la misma tarea, a menudo simple, a gran velocidad. Sin embargo, la RPA y la IA están estrechamente relacionadas. La IA permite el “upstream” RPA “downstream”, es decir, la IA integra el aprendizaje que hace que las reglas en las que se basa el RPA funcionen mejor.
Algunos ejemplos son el uso del procesamiento del lenguaje natural (PLN) o la visión por ordenador asociada a los bots.En concreto, dos importantes tendencias en auge son: la adquisición cognitiva basada en algoritmos de IA, que recopila datos heterogéneos y los transforma en un formato estructurado para que la RPA pueda proceder; y la orquestación de procesos, que coordina la gestión dinámica de casos y la colaboración entre máquinas y personas.
El mercado de RPA e IA en América Latina
En su informe “Guía práctica de RPA e IA en Latinoamérica“, la consultora EY, realizó una proyección de consenso de la demanda de RPA e IA para el próximo lustro en Latinoamérica. De este modo, se estima que un 15% de la demanda global se situará en Latinoamérica y que por cada especialista que hoy trabaja en Latinoamérica, en 2024 se necesitarán 12.
El documento aclara que “las cifras pueden parecer desbordantes a simple vista, dado el carácter incipiente del desarrollo de estas soluciones digitales en nuestro sector, pero, comparativamente, son una fracción de los 47,800 millones de dólares”. Por países, el 86% de la demanda la capturarán Brasil, México, Colombia, Argentina y Chile.
“Estimamos que entregar implantaciones RPA y IA por valor de 1 billón de dólares requerirá formar unos 25,000
profesionales en los próximos 2 años en Latinoamérica. Esto es un reto que, en nuestra opinión, será la verdadera traba para la adopción de esta tecnología de futuro en la región”, concluye la investigación.