El informe The Future of Jobs 2025 del Foro Económico Mundial analiza cómo la inteligencia artificial y la automatización están modificando el mercado laboral global.
Según el relevamiento, el 86% de las empresas espera que la inteligencia artificial transforme sus operaciones antes de 2030. Eso implicará tanto la creación de nuevos puestos (especialmente en tecnología y sectores vinculados al ambiente) como la pérdida de empleos tradicionales.
Para ese año podrían aparecer 170 millones de nuevos puestos, lo que representa el 14% del empleo actual. A la vez, se eliminarían 92 millones, es decir, el 8%. El resultado sería un incremento neto de 78 millones de trabajos.
A continuación, se detallan los empleos más afectados por estas tecnologías: aquellos en retroceso que exigen capacitación nueva, junto con los sectores y habilidades más comprometidas.

Índice de temas
Roles en declive por IA: trabajos que requieren recapacitación inmediata
Los puestos más amenazados por la automatización y la inteligencia artificial suelen ser aquellos ligados a tareas rutinarias, predecibles o manuales. Estos empleos están en retroceso, y sus trabajadores deben capacitarse de nuevo para poder adaptarse a otras funciones.
Según el informe, “la automatización provocará un declive en roles clericales, secretariales y de procesamiento de datos”, con caídas marcadas en puestos como los siguientes:
Trabajadores de fabricación en línea de montaje
La robótica industrial viene reemplazando tareas manuales repetitivas en fábricas. Los operarios de líneas de montaje y obreros de manufactura con baja calificación enfrentan desplazamientos, a medida que las empresas incorporan robots y sistemas autónomos. Estos trabajadores van a necesitar capacitarse en el manejo de tecnología o cambiar hacia otras funciones.
Asistentes administrativos y secretarios ejecutivos
Es un rol clerical tradicional en fuerte retroceso. Las tareas administrativas —como la gestión de agendas, la carga de datos o la documentación— se automatizan cada vez más. El Foro Económico Mundial prevé que los trabajos de oficina y secretaría sufrirán la mayor pérdida absoluta de empleo en los próximos años.
Cajeros de tienda y taquilla
Están siendo reemplazados por cajas autoservicio y el comercio online. Las empresas ubican a los cajeros entre los empleos con caída más rápida a nivel global. Por eso, muchos trabajadores del comercio minorista van a necesitar capacitarse para ocupar otros puestos.
Cajeros bancarios y personal de sucursales
La banca online y los cajeros automáticos disminuyen la necesidad de atención humana. Este puesto figura de manera constante entre los que más bajaron a nivel mundial. El Foro Económico Mundial también señala a los cajeros bancarios, empleados postales y teleoperadores como los trabajos con descenso más acelerado.
Empleados de correos
El correo tradicional pierde lugar frente a la comunicación digital, y la clasificación postal ya se automatiza. Los empleados de servicios postales están entre los trabajos que más rápido se achican, según el Foro Económico Mundial.
Capturistas de datos
La digitalización y el reconocimiento automático de datos —como OCR e inteligencia artificial— hacen innecesaria gran parte de la carga manual. Este rol administrativo figura entre los más afectados por la automatización. Quienes ocupan estos puestos deben buscar capacitación en nuevas habilidades.
Teleoperadores y agentes de atención al cliente
Los chatbots con inteligencia artificial y los sistemas automáticos ya cumplen tareas de telemarketing y soporte básico. Eso reduce la demanda de operadores humanos. El informe del Foro Económico Mundial incluye a los telemarketers entre los trabajos con contracción más pronunciada a nivel global. Muchos empleados de call centers van a necesitar formarse en habilidades digitales más complejas o migrar a roles de atención más especializados.
🚨 Puesto en riesgo | 📉 Motivo del declive |
---|---|
🏭 Trabajadores de fabricación en línea | Robótica industrial reemplaza tareas manuales repetitivas. |
🗂️ Asistentes administrativos y secretarios | Automatización de tareas como agendas, carga de datos y documentación. |
🛒 Cajeros de tienda y taquilla | Avance de cajas autoservicio y el comercio online. |
🏦 Cajeros bancarios y personal de sucursales | Banca digital y cajeros automáticos reducen la atención presencial. |
✉️ Empleados de correos | Digitalización de la comunicación y automatización de clasificación postal. |
🧾 Capturistas de datos | Uso de inteligencia artificial para el reconocimiento y carga automática de información. |
☎️ Teleoperadores y atención al cliente | Chatbots y sistemas automáticos reemplazan funciones básicas de soporte. |
Sectores más impactados
La automatización golpea sobre todo a los roles administrativos, presentes en muchas industrias. En finanzas, cae el personal en sucursales bancarias; en el comercio minorista, disminuyen los cajeros por la automatización de tiendas; en logística postal, hay menos empleados postales; y en centros de atención al cliente, se reduce el número de agentes humanos. Incluso en manufactura se observa una baja de operarios en tareas repetitivas.
En general, cualquier sector con fuerte carga de tareas rutinarias —desde oficinas hasta líneas de producción— recorta estos puestos tradicionales. Aunque es un fenómeno global, se da primero en economías con alta adopción tecnológica. Las empresas de tecnología son las que lideran la implementación de inteligencia artificial, mientras que rubros como salud y educación, más centrados en la interacción humana, sienten menos reemplazo inmediato. Aun así, también cambian y exigen nuevas habilidades.
Habilidades y recapacitación: brechas que se agrandan
Con tantos roles tradicionales en riesgo, el desarrollo de nuevas habilidades —reskilling y upskilling— se volvió clave. El Foro Económico Mundial estima que, en promedio, el 39% de las habilidades básicas necesarias para trabajar cambiará de acá a 2030, lo que muestra un nivel alto de disrupción. Muchos trabajadores tendrán que aprender competencias distintas para conservar sus empleos. A nivel global, cerca del 59% necesitará algún tipo de recapacitación antes de 2030.
Esta situación ya se nota entre 2024 y 2025: la llamada “inestabilidad de habilidades” —la parte del perfil laboral que debe reemplazarse por nuevas competencias— se mantiene elevada. Sin embargo, bajó levemente respecto de años anteriores: fue del 44% en 2023 y ahora ronda el 39%, en parte porque la mitad de los trabajadores participó de programas recientes de capacitación.

La brecha de habilidades es el principal obstáculo para transformar las empresas, según un 63% de los empleadores encuestados. Por eso, el 85% de las organizaciones planea invertir en mejorar las habilidades de su personal (weforum.org).
Entre las estrategias más comunes figuran la contratación de personas con nuevas competencias (70% de los empleadores), la reducción de personal cuyos conocimientos queden obsoletos (40%) y la reubicación de empleados de puestos en declive hacia otros en crecimiento (50%).
En otras palabras, la mitad de las compañías buscará mover trabajadores desde roles amenazados por la automatización hacia otros con mayor proyección, siempre que logren adquirir las competencias necesarias.
De todos modos, hay un riesgo claro: una parte de la fuerza laboral quedaría rezagada. El informe advierte que cerca del 11% de los trabajadores no recibirá la recapacitación que necesita, por lo que sus posibilidades de seguir empleados estarán “en creciente riesgo”.
Esto marca la urgencia de que tanto el Estado como las empresas implementen políticas concretas para reentrenar a quienes hoy están más expuestos.
Habilidades en alza y en caída
La automatización no solo modifica qué trabajos se hacen, sino también cómo se hacen y qué habilidades se necesitan. Las empresas anticipan una mayor demanda de competencias tecnológicas y cognitivas avanzadas, mientras que las habilidades manuales básicas pierden relevancia.
Recapacitación: habilidades con más demanda a futuro
Entre las habilidades con más demanda a futuro, el análisis de datos y la inteligencia artificial encabezan la lista, seguidos por la ciberseguridad, la alfabetización digital y tecnológica, y el manejo de grandes volúmenes de datos. También crecerá la necesidad de competencias humanas que complementen a la tecnología: pensamiento creativo, resiliencia, flexibilidad, adaptabilidad, curiosidad, aprendizaje continuo, liderazgo, influencia social, gestión de talento y conciencia ambiental.
Estas habilidades blandas y transversales son difíciles de automatizar y, por eso, ganan valor con la expansión de la inteligencia artificial. El pensamiento analítico, de hecho, sigue como la competencia central más buscada: 7 de cada 10 empresas la consideran esencial.
En cuanto a las habilidades en retroceso, las capacidades puramente manuales o rutinarias pierden peso. Destreza manual, resistencia física y precisión figuran entre las que más caen: un 24% de los empleadores prevé que estas habilidades serán menos importantes hacia 2030.
Lo mismo ocurre con tareas básicas como el ingreso de datos o el cálculo simple, que cada vez se delegan más a programas informáticos, lo que reduce la demanda de habilidades operativas simples.
Por supuesto que el impacto de estas tendencias varía según las condiciones demográficas y económicas de cada región. En las economías avanzadas con poblaciones envejecidas, aumentó la demanda de trabajadores en el cuidado de la salud —como enfermeros y cuidadores—, un sector difícil de automatizar pero clave. En cambio, en países en desarrollo con poblaciones jóvenes en expansión, creció la necesidad de docentes, formadores y empleos vinculados al trabajo digital online.
A pesar de estas diferencias, casi todas las regiones del mundo enfrentan un mismo desafío: recapacitar a su fuerza laboral para adaptarse a una doble transformación. Por un lado, la tecnológica —con avances en inteligencia artificial y digitalización— y por otro, la vinculada a una economía sustentable.
El informe destaca que el crecimiento del empleo dependerá tanto del desarrollo tecnológico como de la capacidad de los gobiernos y las empresas para preparar a los trabajadores. En ese sentido, iniciativas como la “Revolución de Recapacitación” del Foro Económico Mundial apuntan a acompañar este proceso de readaptación masiva de habilidades.
¿Qué conclusiones tomar de todo esto?
Industrias y regiones en transformación
Ningún sector quedó exento, pero el golpe más fuerte se sintió en finanzas, comercio minorista, manufactura, logística y centros de atención telefónica, donde la automatización de procesos ya forma parte del día a día.
Las empresas tecnológicas encabezaron la adopción de inteligencia artificial. En paralelo, sectores más tradicionales aceleraron su transformación digital para no perder terreno frente a la competencia.
En cuanto a las regiones, los países desarrollados percibieron antes los efectos de la automatización. Los altos costos laborales empujaron la adopción tecnológica, aunque también contaron con más recursos para la reconversión laboral. En los países emergentes, el avance tecnológico podría mostrarse más lento, pero igual de profundo hacia 2030.
Capacitación, recapacitación y brechas de habilidades
La única respuesta concreta al desplazamiento laboral por tecnología está en la formación continua. La mitad de las empresas planea trasladar personal desde áreas en retroceso hacia sectores en expansión, aunque para eso necesita cerrar brechas de habilidades.
Entre 2023 y 2025 creció el porcentaje de trabajadores que accedieron a capacitación: pasó de 41% a 50%. Es una señal de que tanto empresas como empleados entienden la urgencia del cambio. Aun así, un 11% de la fuerza laboral mundial corre riesgo de quedar al margen si no recibe formación adecuada.
Los gobiernos y el sector privado deberán coordinarse para impulsar programas de reconversión y actualización laboral. El objetivo es claro: evitar desempleo tecnológico y aprovechar los nuevos trabajos que surgen.
Nuevas oportunidades laborales
Al tiempo que se pierden empleos rutinarios, aparecen nuevos roles impulsados por la tecnología y la transición ecológica. El Foro Económico Mundial detectó un crecimiento acelerado en perfiles como especialistas en big data, ingenieros fintech, expertos en inteligencia artificial y machine learning, desarrolladores de software y otros trabajos vinculados a lo digital.
También aumentó la demanda de empleos ligados a la sostenibilidad —como ingenieros en energías renovables y especialistas en vehículos eléctricos— y a la economía del cuidado, con enfermeros y cuidadores como protagonistas.
El mercado laboral muestra así una doble dinámica: la inteligencia artificial elimina ciertos trabajos pero al mismo tiempo genera demanda en otros. La clave, entonces, está en reconvertir a los trabajadores hacia donde aparecen las nuevas oportunidades.