La ciberseguridad en redes críticas se convirtió en un factor decisivo para la continuidad operativa del sector energético, especialmente en un contexto en el que la digitalización acelera la integración entre sistemas IT y OT.
A medida que aumenta la conectividad, también aumentan los riesgos: ataques dirigidos a plantas, subestaciones o centros de control pueden interrumpir servicios esenciales, generar pérdidas millonarias y afectar la estabilidad regional. La integración de los sistemas de Tecnologías de la Información (IT) con los entornos de Operación (OT), junto con el avance de la telemetría y la automatización, mejoró la eficiencia de las operaciones, aunque también amplió la superficie de ataque de las infraestructuras críticas.
Sin embargo, este progreso también trajo consigo una nueva oleada de vulnerabilidades cibernéticas que ponen en riesgo la continuidad de servicios esenciales, como la generación y la distribución de energía. Por eso, comprender cómo la digitalización amplía las vulnerabilidades —y qué estrategias permiten mitigarlas— es hoy una prioridad estratégica tanto para las empresas de generación y distribución como para los organismos que regulan infraestructuras esenciales.
“En una red crítica, detrás del servicio, hay operaciones que no pueden caer”, explicó Alan Mai, CEO de Bloka, en diálogo con Innovación Digital 360. “Los ciberdelincuentes buscan dinero y cuando comprometen una red crítica, saben que la presión por restablecer el servicio es mucho más alta”, agregó.

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El desafío de la ciberseguridad en redes críticas en América Latina
Un editorial de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) remarcó que los ciberataques ya generan pérdidas cercanas al 1% del PIB anual de la región, una cifra que podría trepar hasta el 6% si se ven comprometidas infraestructuras críticas.
Además, solo 10 de 33 países latinoamericanos superan el promedio global en el Índice Global de Ciberseguridad, hecho que evidencia una brecha importante en la capacidad de defensa digital.

Sin embargo, Nahuel Giliberto, experto en Ciberseguridad de Xelere, reveló en diálogo con Innovación Digital 360 que la adopción de tecnologías de seguridad experimentó un gran crecimiento. “La adopción sigue siendo heterogénea: las grandes compañías avanzan rápidamente debido a que conocen los riesgos de quedarse atrás, mientras que las pymes suelen quedarse atrás”, explicó.

Además, el marco regulatorio está acelerando esta adopción, pero aún persiste una disparidad en la capacidad de las empresas para implementar medidas de seguridad robustas.
La importancia de reforzar la ciberseguridad en redes críticas
La protección de infraestructuras críticas, como los sistemas de control SCADA y las redes de distribución, es uno de los motivos principales que impulsan las inversiones en seguridad informática.
“Hoy todo funciona sobre redes y tecnología. La ciberseguridad garantiza que esa tecnología pueda seguir operando y no quede en manos de terceros no autorizados”, detalló Mai. Además, comentó que, sin esta, cualquier proceso de digitalización queda expuesto a riesgos que las empresas no están en condiciones de aceptar.
Por su parte, Iván Gomolinsky, COO de Security Advisor, le comentó en exclusiva a Innovación Digital 360 que las razones para invertir en ciberseguridad están directamente relacionadas con la continuidad de las operaciones y la protección de activos fundamentales.

“Un ciberincidente puede paralizar la operación de sistemas críticos, como la generación o distribución de energía, con consecuencias económicas y sociales graves”, sostuvo. En una región como América Latina, donde el sector energético es fundamental para el desarrollo económico y social, las brechas podrían desencadenar efectos devastadores, como:
- Apagones masivos.
- Interrupciones prolongadas en el suministro de energía.
Esta visión se ve respaldada por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés). La implementación de sistemas digitales y equipos de telecomunicaciones distribuidos por toda la red aumenta la vulnerabilidad de las empresas, ya que cada componente tecnológico representa un punto de entrada adicional para los ciberdelincuentes.
Principales vectores de ataque contra infraestructuras críticas
El 70% de los ataques registrados en 2024 afectaron infraestructuras críticas, de acuerdo al “Índice de inteligencia de amenazas IBM X-Force 2025”. Dentro de este grupo, el 31% de los accesos iniciales ocurrió mediante el uso de cuentas válidas. Le siguieron el phishing y la explotación de aplicaciones públicas, ambos con un 26%.
Las consecuencias más frecuentes para las víctimas fueron:
- El robo de credenciales (27%).
- El hurto de datos (23%).
- La extorsión (20%).

Esta creciente exposición a ciberataques evidencia la necesidad de fortalecer las estrategias para proteger las infraestructuras críticas y garantizar la estabilidad y la continuidad del servicio.
Ejemplos reales de ciberataques al sector energético
El impacto de los ciberataques en el sector energético no es una preocupación abstracta. Durante los últimos años, se registraron diversos incidentes en América Latina que dejaron al descubierto las vulnerabilidades de las infraestructuras críticas y las consecuencias que estos ataques pueden tener en la economía y la sociedad.
Desde Innovación Digital 360 les presentamos una tabla que resume cuales fueron los ciberataques más importantes al sector energetico a nivel global:
| Incidente | Año | País / Región | Tipo de ataque | Impacto principal |
|---|---|---|---|---|
| Light S.A (Sodinokibi/REvil) | 2020 | Brasil | Ransomware | Interrupción de procesos comerciales y facturación |
| IFX Networks | 2023 | Colombia, Chile, Panamá | Ransomware | Caída de +760 servicios públicos y privados |
| FrostyGoop | 2024 | Ucrania | Malware contra ICS | +600 edificios sin calefacción durante 2 días |
El ataque del grupo Sodinokibi/REvil a Light S.A en Brasil
En junio de 2020, la empresa eléctrica brasileña Light S.A. fue víctima de un ataque de ransomware por parte del grupo Sodinokibi/REvil. Los atacantes exigieron inicialmente un rescate de 7 millones de dólares, cifra que se duplicó a 14 millones cuando la empresa no pagó en el plazo estipulado.
Aunque el ataque no impactó el suministro de energía, interrumpió los procesos comerciales relacionados con la facturación de la empresa.
Ciberataque a IFX Networks
En septiembre de 2023, un ataque de ransomware contra el proveedor de telecomunicaciones en la nube IFX Networks afectó a más de 760 entidades públicas y privadas en Colombia, Chile y Panamá. El INCIBE reconoció que el incidente dejó fuera de servicio páginas gubernamentales y plataformas digitales clave, lo que se considera uno de los mayores ataques cibernéticos registrados en la región.
El Malware FrostyGoop afectó a más de 600 hogares en Ucrania
En enero de 2024, un malware llamado FrostyGoop atacó a una empresa energética municipal en Ucrania. El incidente dejó sin calefacción a más de 600 edificios durante dos días, luego de que los atacantes comprometieran los controles industriales Modbus de la red de calefacción.
Beneficios operativos de la ciberseguridad
La implementación de soluciones de ciberseguridad en redes críticas genera una serie de beneficios operativos tangibles que contribuyen a la continuidad de las operaciones y a la resiliencia. Los beneficios son multifactoriales y abarcan diversas áreas críticas del negocio, según detalló el COO de Security Advisor.
Giliberto comentó: “La detección temprana de anomalías permite prevenir fallas tanto físicas como en los servicios críticos de las compañías”. Además, la gestión eficiente de parches y configuraciones asegura que los sistemas estén siempre actualizados y operando conforme a los estándares de seguridad necesarios para prevenir vulnerabilidades.
Por su parte, el CEO de Bloka sintetizó: “La ciberseguridad ofrece beneficios legales, reputacionales y operacionales que fortalecen la resiliencia de la empresa”.
| Área de beneficio | Impacto clave |
|---|---|
| Disponibilidad y operación | Menos downtime, mejor MTTD/MTTR, mayor disponibilidad de sistemas |
| Continuidad del negocio | Detección temprana de anomalías y prevención de fallas en servicios críticos |
| Cadena de suministro | Menos riesgos de terceros gracias a controles, auditorías y exigencia de estándares (p. ej., ISO 27001) |
| Protección de datos | Cifrado, DLP y cumplimiento regulatorio (NIS2 y normas sectoriales) |
| Competitividad | Mejor reputación, más confianza del mercado y hasta 50% más valor para accionistas |
Reducción del downtime y mayor disponibilidad de los equipos
Una buena postura de seguridad permite reducir los incidentes y los tiempos de inactividad. Al contar con capacidades de respuesta ágil, las compañías pueden mejorar indicadores clave como el Tiempo Medio de Detección (MTTD) y el Tiempo Medio de Respuesta (MTTR), lo que acorta los plazos para contener y resolver problemas y disminuye las interrupciones.
Giliberto señaló que una ciberseguridad eficaz ayuda a disminuir drásticamente el downtime de los equipos y a aumentar la disponibilidad de los sistemas. Además, prácticas como la segmentación de red facilitan la contención de ataques o fallas sin comprometer toda la infraestructura y así reducir el impacto.
Mejor gestión de la cadena de suministro y reducción de riesgos de terceros
La cadena de suministro energética también se beneficia de las medidas de ciberseguridad. Varios de los incidentes más importantes ocurrieron a través de proveedores.
Por este motivo, las compañías del sector comenzaron a incorporar más exigencias de seguridad en sus relaciones con terceros.
Gomolinsky remarcó que las siguientes prácticas ayudan a reducir los eventos de seguridad originados fuera de una empresa u organización:
- Incluir cláusulas de seguridad en contratos de proveedores.
- Exigir acuerdos claros sobre protección de datos.
- Auditar continuamente a terceros.
Entre las mejores prácticas en este campo se destaca la evaluación de proveedores críticos con base en estándares reconocidos. Algunas medidas incluyen exigir certificaciones como la ISO 27001 o someterlos a evaluaciones de seguridad verificadas. También se pide que informen cualquier incidente que los afecte y que participen en planes de respuesta conjunta.
Protección de datos sensibles y cumplimiento regulatorio
Otro beneficio importante es la protección de datos sensibles. La ciberseguridad garantiza que los datos sean manejados con un enfoque de mínimo privilegio para proteger la confidencialidad de la información crítica mediante técnicas como:
- Cifrado en tránsito y en reposo.
- Tokenización.
- Data Loss Prevention (DLP).
Además, la protección de datos también ayuda a cumplir con las regulaciones vigentes. En un contexto donde las leyes son cada vez más exigentes, tanto en materia de datos personales como de normativas específicas del sector, demostrar buenas prácticas de seguridad favorece a las empresas energéticas para evitar posibles sanciones y alinearse con estándares nacionales e internacionales.
Un ejemplo concreto es el de la Unión Europea, que a fines de 2024 puso en vigor la directiva NIS2. Esta norma impone medidas obligatorias de ciberseguridad a más de 400.000 compañías de sectores críticos, incluida la energía, para asegurar que los datos no sean expuestos o mal manejados.
Ciberseguridad como un habilitador estratégico de competitividad
En términos de competitividad, la seguridad informática se convierte en un habilitador estratégico.
Al garantizar que las infraestructuras y servicios sean confiables y estén protegidos contra ataques, las empresas del sector pueden ofrecer servicios más seguros, lo que aumenta la confianza de sus clientes y socios comerciales.
El refuerzo de la seguridad también mejora la reputación de las compañías. Clientes y socios confían más en alguien que proteja sus operaciones y sus datos. Además, los costos del seguro cibernético tienden a bajar cuando una compañía puede demostrar buenas prácticas de gestión de riesgos.
Según el Foro Económico Mundial, las empresas “ciberresilientes” generan hasta un 50% más de valor para sus accionistas que las menos preparadas, al evitar pérdidas por incidentes y mantener la confianza del mercado.
También se comprobó que un gran incidente de seguridad puede borrar, de forma inmediata, valor de mercado: se registraron casos con caídas de hasta 2.000 millones dólares en la capitalización de empresas luego de sufrir brechas graves.

La IA y la automatización: el futuro de la ciberseguridad en energía
Entender cómo proteger activos y utilizar la IA para la seguridad informática es un aspecto esencial para proteger la cadena de suministro del sector energético, de acuerdo con el Foro Económico Mundial.
La incorporación de inteligencia artificial y automatización está transformando la forma en que el sector energético enfrenta los ciberataques. Las redes actuales generan volúmenes masivos de datos de telemetría y registros de sistemas IT/OT que superan la capacidad humana de análisis
Giliberto comentó que esta tecnología ya se utiliza para detectar anomalías en telemetría y comportamientos sospechosos en entornos IT/OT con el objetivo de reducir la tasa de falsos positivos y mejorar la correlación de eventos.
La automatización acelera las respuestas mediante:
- La ejecución de playbooks automáticos.
- La segmentación de redes en tiempo real.
- La gestión proactiva de parches.
Esto permite responder con mayor agilidad ante incidentes sin comprometer la continuidad.
Sin embargo, el especialista de Xelere advirtió que la IA no está exenta de riesgos: “Si los modelos no están bien entrenados o si se alimentan con datos de baja calidad, pueden generar errores o incluso ser objeto de manipulación por parte de los atacantes”.
La doble cara de la inteligencia artificial en la ciberseguridad
La IA presenta, además, una doble cara en ciberseguridad: no solo la emplean los defensores, sino que también los atacantes la aprovechan. El COO de Security Advisor lo describió así: “Los atacantes la usan para escalar; los defensores la necesitan para priorizar, enriquecer el contexto y ejecutar playbooks”.

En efecto, del lado ofensivo ya se ve el uso de IA para automatizar tareas como:
- Exploración de vulnerabilidades (bots inteligentes que escanean redes en busca de fallos)
- Creación de malware evasivo que modifique su firma para burlar antivirus
- Generación masiva y personalizada de correos de spear phishing apoyados por modelos de lenguaje.
No es de extrañar que los grupos criminales estén integrando estas herramientas para aumentar la eficiencia y el alcance de sus campañas maliciosas.
Frente a estos desafíos, los equipos defensivos están incorporando IA para:
- Clasificar las alertas y filtrar el ruido, priorizando únicamente las amenazas realmente importantes.
- Detectar comportamientos anómalos en la red de manera integral.
- Correlacionar millones de eventos en segundos, algo que sería imposible realizar manualmente.
Esta velocidad y capacidad de correlación multiplican la eficacia de los Security Operations Centers (SOC) en el sector energético. Sin embargo, los especialistas subrayaron que la IA debe verse como un copiloto que potencia las capacidades humanas, no como un piloto automático que sustituya el juicio experto.
“La inteligencia humana sigue siendo indispensable para lograr resultados de excelencia”, remarcó Gomolinsky. Los analistas humanos son los responsables de entrenar, supervisar y ajustar los sistemas de IA, así como de tomar las decisiones críticas basadas en las recomendaciones de estas herramientas.
Aplicaciones concretas de la IA
- Clasificación automática y herramientas DLP (Data Loss Prevention): pueden descubrir y proteger datos sensibles con el objetivo de garantizar que la información crítica no sea exfiltrada o manipulada.
- Entornos OT (Operational Technology): puede detectar anomalías de proceso que delaten un ataque o una falla inminente antes de que se traduzca en una interrupción del servicio.
- Gestión de terceros (TPRM, Third Party Risk Management): ayuda a clasificar proveedores por criticidad. Prioriza la supervisión de quienes manejan datos o sistemas más sensibles.
El futuro de la ciberseguridad en redes críticas: preparándose para los nuevos retos
De cara a los próximos cinco años, el consenso entre los expertos es claro: la creciente digitalización del sector energético incrementará la superficie de ataque. Nahuel Giliberto e Iván Gomolinsky coincidieron en que estamos al inicio de un cambio de paradigma. Cada vez más procesos van a incorporar sistemas conectados que ampliarán la exposición a potenciales ataques.
Mai coincidió con los expertos y sostuvo que “los próximos cinco años son difíciles de predecir, pero el ritmo de adopción tecnológica exige una adaptación continua de los mecanismos de protección”.
Tanto los atacantes como los defensores intensificarán el uso de la IA. Es probable que veamos amenazas potenciadas, pero también defensas autónomas e incluso contraataques más potentes.

Un factor clave será la creciente presión regulatoria: los gobiernos y organismos internacionales están elevando los estándares de resiliencia que las empresas energéticas deben cumplir. Esto las obligará a invertir en protección o enfrentar sanciones.
“La ciberseguridad siempre logró adaptarse a cada ola tecnológica. Vamos a seguir ajustando controles y medidas para acompañar esta nueva realidad”, cerró el CEO de Bloka.
El impacto económico de los ciberataques en el sector
Las consecuencias financieras de no prepararse son alarmantes. A nivel global, el costo promedio de una filtración de datos alcanzó un máximo histórico de 4,45 millones de dólares, y Latinoamérica registró el mayor aumento anual de este costo, con un 32% más de 2022 a 2023, de acuerdo con el reporte “Estado de la ciberseguridad de la tecnología operativa en Latinoamérica”.

Gomolinsky resumió que, dada la sinergia entre digitalización y riesgo, “las empresas tendrán que invertir más en protección”. Aquellas que escatimen en gastos podrían ser víctimas de ataques y perder competitividad, e incluso enfrentarse a barreras legales que les impidan operar. Por el contrario, las que apuesten a mejorar sus defensas estarán mejor posicionadas para enfrentar los retos del futuro.
Tres pilares fundamentales para garantizar la resiliencia en el futuro de la ciberseguridad
Según el especialista de Xelere, la evolución del sector se apoyará sobre tres pilares fundamentales:
- Protección de datos: evitará la manipulación o exfiltración de información crítica
- Seguridad de la Inteligencia Artificial: garantizará que su uso esté controlado, autorizado y monitoreado para prevenir envenenamiento de modelos o decisiones no justificadas
- Control de identidades: se convertirán en el nuevo perímetro, con soluciones de Identity and Access Management (IAM) sólidas, autenticación multifactor (MFA), gobierno contextual de accesos y Privileged Access Management (PAM) para usuarios y dispositivos.
Además, advirtió que será imprescindible aplicar:
- Pruebas continuas.
- Controles de integridad.
- Medidas quantum-safe, como la migración a criptografía post-cuántica y la gestión de claves.
La fórmula de los ganadores: tecnología + talento + procesos
En un escenario futuro tan desafiante, ¿qué características tendrán las organizaciones más exitosas en ciberseguridad energética? Gomolinsky cree que la clave será integrar múltiples elementos de forma integral. “Por la misma sinergia entre digitalización y riesgo, las empresas tendrán que invertir más en protección”, remarcó.
Los grandes ganadores serán aquellas empresas que integren tecnología de punta con una sólida gestión humana y disciplina en los procesos. Esto implica, en primer lugar, automatizar todo lo automatizable en seguridad para ganar velocidad y alcance, pero, al mismo tiempo, invertir en especialistas capacitados que puedan supervisar esas automatizaciones y tomar decisiones informadas.
La capacitación continua del personal a todos los niveles será un aspecto fundamental, ya que las amenazas evolucionan constantemente y el personal de TI debe saber cómo reconocer y reaccionar ante intentos de intrusión. Recordemos que el factor humano sigue siendo uno de los vectores de ataque más comunes.
Otro factor clave será establecer procesos disciplinados y repetibles. Esto incluye desde desarrollar y probar regularmente planes de respuesta a incidentes hasta instaurar procedimientos rigurosos de gestión de cambios en sistemas OT, para evitar la introducción inadvertida de vulnerabilidades.
La cultura organizacional debe orientarse hacia la seguridad, con políticas claras, simulacros periódicos y un apoyo visible de la alta dirección. La ciberseguridad debe ser vista como una parte esencial del negocio diario, no como un añadido.
El momento para apostar por la ciberseguridad en redes críticas es ahora
Cada día surgen nuevas vulnerabilidades y técnicas de ataque, mientras las infraestructuras críticas se vuelven más complejas y entrelazadas con la tecnología.
Esperar para actuar no es una opción segura. Como concluyó Giliberto, “La superficie de ataque crece con la digitalización; el costo de esperar es mayor que el de invertir hoy”. Postergar las inversiones en seguridad incrementa la probabilidad de un incidente catastrófico que podría costar mucho más que lo que costaría fortalecer las defensas hoy.
Ahora es el momento de actuar, no solo para proteger, sino también para innovar con seguridad.





