La producción agrícola en Argentina siempre fue un pilar de la economía nacional. Pero, en los últimos años, algo cambió: la tecnología comenzó a abrirse paso en el campo.
Y no hablamos solo de tractores inteligentes o apps meteorológicas, sino de una transformación profunda que está redefiniendo cómo, cuándo y cuánto se produce. Estas tienen potencial para mejorar la eficiencia de los cultivos, la sustentabilidad y la toma de decisiones.
Este proceso de digitalización responde a una demanda de optimización de recursos, adaptación al cambio climático y competitividad global. No solo se trata de implementar soluciones innovadoras, sino que es necesario comprender qué desafíos y oportunidades representa para la producción agrícola en Argentina.
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¿Cuáles son los principales cultivos agrícolas en Argentina y su distribución geográfica?
Gracias a su combinación de suelos fértiles, clima favorable y tradición agropecuaria, Argentina se consolidó como uno de los principales productores agrícolas del mundo. A esto se le suma el factor geográfico, que permite una diversificación de cultivos a lo largo y a lo ancho del país.
Para conocer dónde se encuentran los principales cultivos, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentó el Mapa Nacional de Cultivos 2023/24 que fue elaborado por especialistas de 35 unidades de la entidad INTA en todo el país.
Esta cartografía que “brinda información a escala detallada sobre la ubicación de los principales cultivos extensivos para la descripción de cada campaña agrícola”, permite identificar con precisión las zonas dominantes de soja, trigo, girasol y maíz durante la campaña 2023/24.
En Argentina, los principales cultivos agrícolas son la soja, el trigo, el maíz, el girasol, el sorgo y la cebada. De acuerdo con El Sur del Sur, en función de la zona climática, la distribución geográfica de la producción agrícola se divide en:
- Zona templada: está formada por la parte meridional de la llanura platense o llanura pampeana. En esta zona se cultivan cereales como el trigo; hortalizas; frutos como los cítricos, duraznos, ciruelas, mandarinas, naranjas y limones; y flores de corte.
- Zona subtropical: se divide en oriental, central y occidental. La oriental está ubicada al noreste de Argentina y en ella se cosecha yerba mate, tung y té. La central se encuentra en el centro y norte del país y en ella se cosecha algodón y se cultivan frutas y hortalizas. La occidental está al noroeste del territorio nacional y en ella se cosechan cereales, tabaco, caña de azúcar, algodón, vid, cítricos y frutas tropicales.
- Zona árida: ocupa la mayor parte del territorio argentino, en donde se destacan la Cuenca del Desaguadero en Cuyo y el Alto Valle del Río Negro, y en ella se cultiva vid, manzanas, peras y frutos rojos.

¿Cómo ha evolucionado la producción agrícola argentina en la última década?
Si miramos hacia atrás, la última década fue todo menos tranquila para el agro argentino. La tecnología avanzó a pasos agigantados, el clima se volvió más impredecible y el mercado internacional elevó la vara. ¿El resultado? Un sector que aprendió a adaptarse rápido o quedar atrás. Pese a esto, el país logró adaptarse y mantenerse como uno de los mayores productores y exportadores de granos del mundo.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, en la campaña agrícola 2024/2025, el área sembrada con todos los granos en Argentina es de 42.5 millones de hectáreas. Esta cifra representa un aumento del 4% en comparación con el ciclo anterior.
Por otro lado, los rindes a la baja en cebada y soja llevaron a una producción de granos en 135.7 millones de toneladas. Este volumen representa un incremento del 2% con respecto al año previo y es el segundo más alto de la historia, solo por detrás de la campaña 2018/19, cuando se produjeron 141.5 millones de toneladas.

Maíz
En la campaña 2024/25, el maíz cubrió 8.3 millones de hectáreas, 19.7% detrás del ciclo anterior. Esta caída de superficie se dio luego de 9 años consecutivos de aumentos y llevó a una caída en la estimación de producción del 7.2%. Esta se sitúa en 48.5 millones de toneladas.
Según una investigación de la Universidad Estatal de Iowa, los avances tecnológicos desempeñan un papel transformador en la producción de maíz en Argentina. Desde la introducción del maíz transgénico en 1998, los agricultores lo adoptaron para el control de plagas, y los híbridos tolerantes a herbicidas para el manejo eficiente de malezas.
Además, técnicas como la siembra a tasa variable, los drones y las imágenes satelitales ayudaron a optimizar la densidad de siembra y el monitoreo de los cultivos. Los tratamientos de semillas, por su parte, protegen los cultivos durante las primeras etapas de crecimiento, mientras que los híbridos tolerantes a la sequía son claves para mitigar la variabilidad climática.
Soja
La soja ganó 1.3 millones de hectáreas en el ciclo actual y alcanzó una cobertura de 17.8 millones hectáreas a nivel nacional. Sin embargo, los rindes se vieron afectados por las olas de calor que tuvieron lugar en gran parte del país. Por este motivo, se produjo una caída del 5.7% interanual y, tras esto, la producción se proyecta en 48.5 millones de toneladas. Esto supone una reducción del 3% con respecto a la campaña previa.
En septiembre de 2024, según el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), un grupo de investigadores desarrolló una línea de soja que produce un 60% de sus vainas con cuatro semillas. Las variedades comerciales actuales producen más de un 93% de vainas con tres semillas, por esto tiene un impacto positivo en el rendimiento del cultivo.
Trigo
El incremento de superficie para cultivar trigo en la campaña 2024/25 fue del 25% y alcanzó los 6.9 millones de hectáreas. A nivel nacional, los rindes promediaron aumentos del 7.4% con respecto al ciclo anterior. De esta manera, la estimación de producción se ubica en 20.1 millones de toneladas, con un aumento del 39% interanual.
Cebada
La cebada también experimentó un incremento en la superficie sembrada, al llegar a 1.7 millones de hectáreas en la campaña 2024/25. No obstante, los rindes de este cultivo marcaron una caída del 16.8% interanual. Por este motivo, la producción se estima en 4.9 millones de toneladas, lo que significa una caída del 3.9% interanual.
Girasol
Con respecto al girasol, se estima un área sembrada de 2.2 millones de hectáreas en la campaña 2024/25. La cosecha llegó a su fin en todo el país con muy buenos rindes. De esta forma, la producción se proyecta en 4.7 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 24.8% interanual.
Sorgo
Por último, la Bolsa de Comercio de Rosario indica que el sorgo alcanzaría un millón de hectáreas sembradas con un avance de área del 25.5% interanual. Las estimaciones de producción son de 3.2 millones de toneladas, una cifra que gana 700.000 toneladas con respecto al ciclo previo.
¿Qué impacto tiene el cambio climático en la producción agrícola nacional?
El cambio climático altera las condiciones naturales que sostienen la producción agrícola en Argentina, y los fenómenos más perjudiciales para el país son las inundaciones y sequías.
Según el informe sobre el clima y el desarrollo de los países (CCDRs, por sus siglas en inglés) de Argentina, desarrollado por el Banco Mundial, las pérdidas anuales de activos debido a inundaciones suman USD 1.400 millones. Mientras tanto, las pérdidas debido a las sequías podrían significar el 4% del PBI para 2050.
Sin medidas urgentes, Argentina será testigo de un aumento del 65% de la frecuencia de sequías agrícolas hasta el 2050 y olas de calor un 6247% más prolongadas, según G20 Climate Risk Atlas. De esta manera, el país perdería alrededor del 8% de su PBI para el 2100.
El aumento de olas de calor y sequías, junto con la disminución de precipitaciones anuales, afecta la variabilidad de la producción, con una tendencia a rendimientos más bajos para muchas especies cultivadas. A esto se le suma una probable reducción de la calidad de los alimentos. Frente a esta situación, los cultivos responden con cambios en la duración de las temporadas, la aparición temprana de fases fenológicas y un posible desplazamiento hacia latitudes y altitudes mayores.
Por último, con respecto a las emisiones de carbono, G20 Climate Risk Atlas señala que restringir el aumento de temperaturas a 2 °C hará que el costo de los efectos climáticos en Argentina baje hasta un 0.71 % de su PBI para el 2050 y un 2.5 % hasta el 2100.
¿Qué tecnologías están transformando la agricultura en Argentina?
La producción agrícola en Argentina se ajusta a los desafíos que impone el cambio climático a través de nuevas herramientas tecnológicas. Hoy en día, la agricultura de precisión es una necesidad competitiva con el fin de optimizar rendimientos, reducir costos y tomar decisiones basadas en datos.
Con el objetivo de caracterizar el estado actual de la agricultura digital, la Sociedad Internacional de Agricultura de Precisión (ISPA) llevó a cabo una investigación en la que identificó el nivel de adopción de tecnologías en Argentina, Brasil, Uruguay y Chile.
En el caso de Argentina, las tecnologías con mayor nivel de adopción fueron GPS (94%), teledetección (80%), aplicaciones móviles (79%) y mapeo (68%). Mientras tanto, en concordancia con los demás países de la región, la implementación de dispositivos IoT fue inferior al 20%.

¿Cómo se comparan los rendimientos agrícolas argentinos con los de otros países?
Desde hace tiempo, los rendimientos agrícolas argentinos mantienen al país en una posición destacada en Sudamérica. Si bien no lidera todos los cultivos, en los últimos años alcanzó altos niveles de eficiencia en soja, maíz y trigo.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, de las casi 130 millones de toneladas promedio que se cosecharon entre 2017 y 2021 en Argentina, 93 millones de toneladas tuvieron como destino el mercado externo. Durante este período, entre los principales cereales, el país exporto en promedio 31 millones de toneladas al año de maíz, seguido por el trigo con unos 11 millones de toneladas.
A continuación, los rendimientos agrícolas argentinos en comparación con los de otros países alrededor del mundo, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario:
Cultivo | Argentina | Otros países |
Harina de soja | Produce 28 millones de toneladas al año en promedio, es el exportador mundial número 1 y cuenta con el 40% del mercado. | Brasil produce 17 millones de toneladas al año en promedio. Estados Unidos produce 12 millones de toneladas al año en promedio. |
Aceite de soja | Produce 5.2 millones de toneladas al año en promedio, es el exportador mundial número 1 y triplica a Brasil. | Brasil es el exportador mundial número 2, pero todavía está lejos en términos de volumen. |
Poroto de soja | Produce 6 millones de toneladas al año en promedio y es el exportador mundial número 3. | Brasil produce 85 millones de toneladas al año en promedio y es el exportador mundial número 1. Estados Unidos produce 54 millones de toneladas al año y es el exportador mundial número 2. |
Harina de girasol | Produce 1 millón de toneladas al año en promedio, es el exportador mundial número 3 y cuenta con el 7% del mercado. | Ucrania produce 4.4 millones de toneladas al año en promedio. Rusia produce 1.7 millones de toneladas al año en promedio. |
Aceite de girasol | Produce 1 millón de toneladas al año en promedio, es el exportador mundial número 3 y cuenta con el 7% del mercado. | Ucrania produce 5.6 millones de toneladas al año en promedio. Rusia produce 4 millones de toneladas al año en promedio. |
Sorgo | Produce 1 millón de toneladas al año en promedio y es el exportador mundial número 2. | Estados Unidos produce 5.4 millones de toneladas al año en promedio, es el exportador mundial número 1 y cuenta con el 68% del mercado. |
Maíz | Produce 31 millones de toneladas al año en promedio y es el exportador mundial número 2. | Estados Unidos produce 58 millones de toneladas al año en promedio y fue el exportador mundial número 1 histórico. Brasil superó a Estados Unidos en los últimos años y es el exportador mundial número 1. |
Trigo | Produce 11.6 millones de toneladas al año en promedio, es el exportador mundial número 6 y cuenta con el 7% del mercado. | Rusia produce entre 36 y 50 millones de toneladas al año y es el exportador mundial número 1. La Unión Europea cuenta con el 16% del mercado, Estados Unidos con el 13%, Canadá con el 12%, Ucrania con el 9% y Australia con el 9%. |
¿Qué políticas públicas afectan actualmente al sector agrícola argentino?
Si bien fueron modificadas con el tiempo, las políticas públicas marcan el camino de la producción agrícola en Argentina. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), las políticas actuales se caracterizan por un conjunto de incentivos indirectos, intervenciones en los mercados y medidas fiscales:
- Estructura fiscal y derechos de exportación: se trata de la imposición de retenciones sobre los productos agrícolas. Aunque en los últimos años hubo reducciones parciales, estos gravámenes actúan como un impuesto a la producción exportable.
- Tipo de cambio y restricciones comerciales: tiene que ver con el acceso limitado a divisas extranjeras y a la existencia de múltiples tipos de cambio. Esto debilita las señales de precios del mercado internacional y distorsiona la planificación agrícola. Además, las políticas comerciales restrictivas afectan la capacidad de los productores de integrarse a las cadenas globales de valor.
- Apoyo limitado a la innovación y extensión rural: se refiere al bajo apoyo presupuestario directo a la innovación agrícola en Argentina. La inversión pública en investigación y desarrollo (I+D) representa un porcentaje menor del PIB agrícola en comparación con países como Brasil. Además, la cobertura del sistema de extensión rural es limitada, lo que restringe la difusión de herramientas digitales, tecnologías de precisión y prácticas sostenibles.
- Regulaciones ambientales y sanitarias: se relaciona con que, si bien existen marcos regulatorios para buenas prácticas agrícolas, el monitoreo y cumplimiento varían por región. Esto es relevante frente a la presión internacional por la sostenibilidad de las exportaciones argentinas.
- Poca previsibilidad y estabilidad institucional: hace referencia a los cambios frecuentes en las alícuotas y a las restricciones a las exportaciones o en los mecanismos de financiamiento, que generan desconfianza y dificultan la planificación de largo plazo. Esto impacta en la adopción de tecnologías digitales que requieren amortizaciones prolongadas.
¿Cuáles son las perspectivas futuras para la producción agrícola en Argentina?
¿Y hacia dónde va el agro argentino? Todo indica que el futuro está en la agricultura digital. Startups AgTech, sensores remotos, inteligencia artificial y big data ya están dejando su huella en el campo. El desafío ahora es claro: aprovechar estas tecnologías para tomar mejores decisiones, producir más y cuidar los recursos.
Estas herramientas permiten optimizar el uso de recursos como el agua, fertilizantes o semillas, además de anticipar plagas, mejorar los rindes y reducir el impacto ambiental. De este modo, se prevé un crecimiento en la adopción de tecnologías de agricultura de precisión.
Por otro lado, la expansión de los modelos colaborativos y regenerativos podría reconfigurar el modelo productivo. Estas iniciativas combinan las prácticas sustentables con inteligencia artificial, blockchain y monitoreo satelital. Así, podrían sentar las bases de una agricultura más resiliente y orientada a los estándares de los mercados internacionales. Asimismo, el acceso a financiamiento verde y programas de carbono podría acelerar esta transición.
Por último, el contexto geopolítico y la creciente demanda mundial de alimentos posicionan a Argentina como un proveedor estratégico. Ante esta situación, es fundamental fortalecer la infraestructura digital rural, mejorar la conectividad y capacitar al capital humano para operar tecnologías emergentes.
Preguntas frecuentes sobre producción agrícola en Argentina
¿Qué papel juega la agricultura familiar en la producción agrícola argentina?
La agricultura familiar representa más del 65% de las explotaciones agropecuarias y es clave en la producción de alimentos frescos para el mercado interno. Su inclusión digital mediante tecnologías accesibles puede mejorar trazabilidad, sostenibilidad y acceso a cadenas de valor.
¿Cómo se financian los proyectos agrícolas en Argentina?
El financiamiento agrícola proviene principalmente de bancos públicos y privados, fideicomisos rurales, cooperativas y fintech AgTech. Las líneas de crédito verde y bonos sostenibles están creciendo como alternativa para inversiones en tecnología y mitigación climática.
¿Qué certificaciones son necesarias para exportar productos agrícolas desde Argentina?
Las principales certificaciones incluyen Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), GlobalG.A.P., certificaciones orgánicas y trazabilidad ambiental. Estas garantizan cumplimiento con regulaciones fitosanitarias y sostenibilidad, exigidas por la Unión Europea, EE.UU. y China.
¿Qué regiones están emergiendo como nuevos polos agrícolas en el país?
Zonas del NOA y NEA, como Salta, Santiago del Estero y Corrientes, están expandiendo su frontera agrícola gracias a mejoras en riego, mecanización e infraestructura. La digitalización impulsa su competitividad mediante el monitoreo remoto y gestión de precisión.
¿Cómo afecta la infraestructura logística a la competitividad agrícola argentina?
La limitada infraestructura vial, ferroviaria y portuaria incrementa los costos de transporte hasta un 30% del valor exportado. Invertir en logística inteligente y trazabilidad digital es clave para reducir brechas de competitividad frente a países como Brasil o EE.UU.