En los últimos años, las empresas están experimentando una profunda transformación interna y en sus relaciones con el exterior gracias a la innovación abierta.
La innovación abierta es un nuevo enfoque estratégico y cultural por el que las empresas, para crear más valor y competir mejor en el mercado, optan por dejar de depender solo de las ideas y los recursos internos; para abrir el juego también a las ideas, soluciones, herramientas y conocimientos tecnológicos procedentes del exterior; en particular de las empresas emergentes, las universidades, los institutos de investigación, los proveedores, los inventores, los programadores y los consultores. Al mismo tiempo, este nuevo enfoque de innovación conlleva una revisión de los procesos de la empresa y de los perfiles de los puestos de trabajo dentro de una cultura interna cambiada.
Cómo nace el término innovación abierta
La primera persona que dio una definición de la nueva estrategia de innovación que está transformando el mundo empresarial fue Henry Chesbrough, economista y autor estadounidense y director de la facultad del Centro Garwood para la Innovación Corporativa en California.
Chesbrough bautizó el nuevo concepto con un libro titulado “Open Innovation: The New Imperative for Creating and Profiting from Technology”, publicado en 2003 por Harvard Business School Press.
El académico reflexionó sobre el hecho de que la globalización había hecho que los procesos de investigación y desarrollo fueran cada vez más costosos y arriesgados porque el ciclo de vida del producto se había acortado. Según Chesbrough, el paradigma de la “innovación cerrada”, es decir, la investigación realizada dentro de los confines de la empresa, ya no podía ser suficiente, a pesar del temor de las empresas a dejar de ser las únicas “propietarias” de los inventos y de los intentos legítimos de proteger la propiedad intelectual con patentes y otros instrumentos. Después del primer ensayo, siguieron otros sobre estos temas. Por lo tanto, la innovación abierta tiene ya casi un cuarto de siglo, pero su aplicación se está llevando a cabo de forma gradual y, sorprendentemente, aún no todo el mundo ha comprendido plenamente su eficacia.
Definición de innovación abierta
A lo largo de los años, la definición de innovación abierta también ha evolucionado a la par de la situación económica y social del mundo. Aquí está la explicación más reciente del propio Chesbrough:
“La innovación abierta es un modelo de innovación distribuida que implica flujos de entrada y salida de conocimientos gestionados de forma selectiva a través de los límites de la organización, hasta el punto de generar también “spillover”, el fenómeno que se produce cuando una actividad económica produce efectos positivos incluso más allá de los ámbitos para los que actúa”.
En su explicación, el conferenciante destaca cómo la aplicación de la innovación abierta no solo se expresa a través de acciones, tal vez puntuales, como el crowdsourcing, las colaboraciones con start-ups o universidades, o la innovación de los usuarios; sino que su aplicación implica la revisión de los procesos de la empresa y de los perfiles de trabajo, con un fuerte componente cultural.
Todas las actualizaciones sobre el estado actual de la innovación abierta están contenidas en el último libro de Henry Chesbrough: “The Future of Open Innovation – Creating Value from Open Innovation in the Age of Exponential Technology” (Hoepli)
Cómo nace la colaboración entre empresas y startups
El paradigma de la innovación abierta pudo surgir y desarrollarse porque en los últimos años quedó claro que la innovación cerrada ya no era suficiente: por un lado, el conocimiento y el talento viajaban (y siguen viajando) a una velocidad cada vez mayor gracias a las redes y a la facilidad de movimiento, por lo que resultaba más difícil mantenerlos en la empresa de por vida. Por otra parte, los mercados de capitales, como en el caso de las start-ups de Silicon Valley, también han comenzado a centrarse en empresas basadas en modelos y enfoques de negocio completamente nuevos y disruptivos en comparación con el pasado.
Como explicó a EconomyUp Solomon Darwin, director ejecutivo del Centro Garwood para la Innovación Corporativa de la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de California (el “hogar” de Henry Chesbrough y de la innovación abierta), por un lado, las grandes empresas son dinosaurios necesitados de innovación y por ello recurren a las empresas jóvenes. Por otra parte, las empresas jóvenes, al igual que los huevos, necesitan un entorno protector que actúe como incubadora para que crezcan bien y se fortalezcan.
El modelo de innovación abierta
El modelo de innovación abierta permite a una empresa acceder a las innovaciones disponibles en el mercado e integrarlas en su modelo de negocio. Un proceso de este tipo también permite acelerar el tiempo de comercialización, es decir, pasar menos tiempo de la fase de concepción del producto o servicio a su introducción en el mercado: algunas de estas fases, como la creación de prototipos de ciertos productos manufacturados, también pueden ser asumidas por entidades externas, como las empresas de nueva creación en ciertos casos. Según este esquema, no son los que producen las mejores innovaciones internamente los que se vuelven más competitivos, sino los que consiguen crear productos y servicios innovadores, modulando mejor lo que viene de dentro y lo que pueden obtener de los actores externos al perímetro de la empresa. Son pocas las grandes empresas que disponen de un conjunto de recursos internos tan amplio y funcional que no necesitan intercambiar con el exterior. E incluso estos se están dando cuenta de que las contribuciones externas son un estímulo importante y a veces esencial.
Cómo poner en práctica la innovación abierta
Las formas concretas en que se realiza la innovación abierta pueden ser muchas. Puede hacerse lanzando un concurso de ideas innovadoras, celebrando acuerdos de colaboración con socios, abriendo centros internos o grupos de reflexión, o realizando adquisiciones entre las empresas más interesantes. Veamos algunas de estas formas.
Convocatoria de ideas, hackathons, premios
Son muchas las empresas que buscan ideas innovadoras entre las realidades más dispares (start-ups, pequeñas y medianas empresas, asociaciones o incluso particulares) utilizando la herramienta de la convocatoria de ideas, es decir, un concurso de ideas generalmente dirigido a personas o empresas activas en sectores específicos del mercado. La organización de la convocatoria, así como el recorrido, los objetivos fijados y los resultados, varían en función de la empresa que lanza el reto. No se descarta que los organizadores decidan invertir, directa o indirectamente, en las empresas que hayan desarrollado las innovaciones más prometedoras.
Algunas empresas pueden decidir poner en marcha hackathons, concursos de programación en los que piden a los desarrolladores y programadores que desarrollen soluciones digitales innovadoras relacionadas con un sector específico en un plazo limitado (24 o 48 continuos, en general).
También es posible que las organizaciones opten por conceder premios como método para identificar y destacar realidades innovadoras que hayan despertado su interés y con las que, eventualmente, pretendan continuar su relación.
Incubadoras y aceleradoras de empresas
Para aportar innovación dentro de una empresa, se puede decidir la creación de incubadoras o aceleradoras de empresas gestionadas directa o indirectamente por la empresa. Estas estructuras pretenden apoyar los esfuerzos iniciales de las jóvenes empresas y acompañarlas en su crecimiento, proporcionándoles herramientas y espacios útiles para desarrollar un negocio eficaz. La supervisión del proceso de aceleración por parte de la empresa puede permitir una colaboración más directa y específica.
Colaboración
Otra vía de innovación abierta se refiere a la posibilidad de establecer acuerdos con socios externos. Pueden ser acuerdos interempresariales, por los que una empresa delega en otra, normalmente más pequeña, la creación de ciertas innovaciones o la producción de artefactos específicos. Pueden ser contratos de colaboración entre empresas y start-ups. Las multinacionales y las empresas pueden optar por establecer asociaciones y relaciones de colaboración con universidades, centros de investigación o grupos de investigadores. O una gran empresa puede aliarse con otra gran empresa, que hasta ahora podía considerarse un competidor potencial, para alcanzar objetivos comunes. En este caso hablamos de co-innovación, un paradigma de innovación por el que las nuevas ideas y enfoques procedentes de recursos internos y externos se integran en una plataforma para generar nuevos valores y bienes compartidos por todas las partes interesadas, incluidos los consumidores.
Adquisiciones
La adquisición por parte de corporaciones o grandes empresas de start-ups o PYMES innovadoras se considera una de las principales herramientas para hacer innovación abierta. Las empresas que adquieren participaciones mayoritarias en start-ups se aseguran ideas, tecnologías y competencias de un solo golpe. En varios casos, la adquisición también implica la contratación de los socios y/o empleados de la empresa emergente, con el fin de mantener la continuidad con la gestión anterior e integrar los talentos digitales identificados en su plantilla.
La innovación abierta en el mundo
Las empresas internacionales más avanzadas han sido capaces de aplicar estrategias eficaces de innovación abierta. La primera regla de la innovación para Google es “La innovación viene de cualquier parte”. Basándose en este principio, el gigante de la web fomenta los intercambios con otras start-ups, algunas de las cuales son adquiridas directamente o financiadas a través de Google Ventures. Samsung, por mencionar a otro de los grandes, ha abierto varios centros de innovación abierta, incluido uno en Silicon Valley, en el corazón de la innovación mundial. Pero también ha habido casos flagrantes en los que los grandes han faltado a la cita de la innovación abierta y han fracasado. Kodak tenía en casa a un empleado que inventó la primera cámara digital y le advirtió que no hablara de ello, mientras que Siemens solía dar a los empleados un presupuesto para que pudieran financiar ellos mismos las ideas personales más innovadoras. Sony lanzó el primer lector de libros electrónicos, pero Amazon se impuso con su Kindle, aunque quedó en segundo lugar, porque fue capaz de tener más en cuenta el ecosistema que le rodeaba. Michelin lanzó neumáticos muy innovadores, pero poca gente los compró porque se olvidó de incorporar a los talleres, es decir, no pensó en la cadena de suministro. A nivel internacional, hay ejemplos de empresas que han conseguido innovar aprovechando al máximo las ideas originadas por empleados, colaboradores, investigadores o start-ups, y otras que no han entendido la importancia de esta estrategia o no la han aplicado.
Innovación abierta: la fase de madurez
La innovación abierta, decíamos, tiene ya un cuarto de siglo, por lo que el paradigma ha evolucionado con los años. Como explicó Salomon Darwin a EconomyUp, la innovación abierta significa hoy en día un conocimiento que se extiende en todas las direcciones gracias a la velocidad, la eficacia y la omnipresencia de las nuevas tecnologías. Pero saber gestionar este flujo de conocimientos es esencial. “Todo se está volviendo cada vez más digital y basado en el software”, explica el académico. “Los activos se están desmaterializando y volviéndose más ligeros, móviles y rápidos, impulsados por el aprendizaje automático. La tecnología digital está ayudando a acelerar la innovación abierta, ya que permite resolver los problemas más rápidamente y de forma más participativa.”
Por Luciana Maci
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