Para muchos, el Metaverso será el futuro de la Internet que conocemos hoy en día. Pero por ahora, no es solo más que eso, ya que aún se encuentra en plena construcción. Las empresas más importantes del mundo están invirtiendo millones de dólares para que el “sueño se haga posible”, aunque todavía resta un largo camino por recorrer.
Para construir un súper universo interconectado a través de Realidad Virtual, no bastará con una buena conexión a Internet o un poderoso 5G.
De hecho, los especialistas afirman que hará falta un profundo trabajo a nivel hardware y software, y que, para darle vida al Metaverso, se requerirá un aumento de mil veces en la eficiencia computacional; incluyendo aquí infraestructuras híbridas de nube perimetral y nuevos chips para alimentar redes informáticas críticas de baja latencia.
Índice de temas
Infraestructura en la Nube
Especialmente a aquellas organizaciones del Metaverso que alojen mundos y experiencias virtuales, la infraestructura en la nube las permitirá almacenar y analizar las grandes cantidades de datos que generen.
Para que tomen realmente dimensión de lo que hablamos: el popular videojuego Fortnite, que se asemeja mucho a lo que se busca crear con el desarrollo del Metaverso, generó en 2018 cinco petabytes de datos al mes. Por eso, para analizar toda la información de su flujo de datos se apoya en la computación en la nube y se ejecuta casi en su totalidad en Amazon Web Services (AWS).
Aquellos usuarios con dispositivos que actualmente carecen de la potencia de procesamiento suficiente para acceder al Metaverso también se verán beneficiados por los avances en este espacio de la infraestructura en la nube.
Al respecto, The Logistic World indica que la computación en la nube permite que las experiencias se procesen en un servidor remoto y luego se transmitan a un dispositivo.
Infraestructura perimetral
Sobre todo, en aquellas situaciones donde se necesite que la información se procese en tiempo real, el Edge Computing (Computación perimetral en español) puede resultar bastante útil. Por ejemplo, en los casos donde se necesiten procesar comandos durante juegos altamente competitivos o se utilicen sensores de seguimiento manual en un auricular VR.
