La pandemia, sin lugar a dudas, significó un antes y un después para muchas marcas. Y es que, la obligada digitalización de sus negocios las llevó a reflexionar sobre si realmente era necesario que hicieran tanto hincapié en las tiendas físicas. En los últimos dos años una gran cantidad de locales se mudaron a lugares de menor tamaño o directamente se reconvirtieron en showrooms.
Si bien muchas preservan cierto espacio para mantener la experiencia de compra presencial, otras pasaron a ser solo centros de pickup, explican los especialistas. Y eso, gracias al servicio omnicanal que ofrecen.
Estas nuevas tendencias de consumo se ven claramente en eventos como el CyberMonday o el Hot Sale, donde las marcas se suman a realizar rebajas en sus productos o dar ofertas especiales para que los usuarios se animen a comprar. Y en el último tiempo, el número de retailers que compró por primera vez de forma online aumentó exponencialmente, al igual que lo hicieron las facturaciones de cada una de las firmas participantes.
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La complementación de escenarios
Los especialistas en el sector afirman que incluso en eventos como los mencionados anteriormente, la complementación es el escenario ideal. ¿Por qué? Básicamente, porque le da la libertad al cliente de elegir su experiencia preferida y, además, las marcas pueden aprovechar al máximo el stock de sus tiendas físicas y la disponibilidad del equipo de ventas.
De todas formas, cada canal tiene su encanto: una ventaja de la tienda física, por ejemplo, es que la persona que quiere comprar puede recibir una atención personalizada y además comprobar personalmente la calidad del producto o probárselo. Por otro lado, las tiendas ecommerce se destacan por darle la comodidad al usuario de que pueda adquirir un artículo desde cualquier lugar y en cualquier momento, y recibirlo en su casa sin tener que salir.
La tecnología reduce la brecha
Gracias a los avances en la tecnología, los límites son cada vez más delgados. Hoy en día, implantando herramientas y soluciones de calidad, las empresas pueden ofrecer en sus tiendas virtuales una experiencia más humana y cercana a la física. ¿Cómo? Por ejemplo, con un chat que brinda una atención inmediata y personalizada. O, yendo un poco más lejos, probándose ropa a través de la Realidad Virtual (algunas firmas reconocidas del mundo de la moda ya lo han explorado).
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