Como era de esperarse, con el avance de la tecnología muchas compañías que anteriormente desarrollaban sus procesos en planta de forma manual comenzaron a volcarse a la automatización de los procesos. Y es que su implementación – entre varias otras cosas- permite optimizar el rendimiento del personal y, a su vez, reducir costos innecesarios. Algo que en la actualidad busca cualquier compañía y más si pertenece a la región de Latam.
Por lo general, los responsables de diseñar y añadir este tipo de tecnologías de automatización en las empresas provienen del campo de la Ingeniería de Procesos de Fabricación y Automatización. Estos suelen trabajar para empresas OEM (término que se utiliza para clasificar a las fábricas que suministran componentes o piezas finales), colocando sistemas de automatización y software en equipos originales.
Respecto a su implementación hay que decir que, dependiendo de los productos que se fabriquen y el equipo que se utilice detrás, los procesos de automatización pueden variar. De todas maneras, los especialistas en la materia distinguen tres tipos:
Índice de temas
Automatización Flexible:
Está puede controlar los sistemas de manejo de materiales para una línea de ensamblaje completamente automatizada o un proceso de ensamblaje robótico. Este tipo es ideal para operaciones discretas o muchos lotes.
Programable:
Siguiendo parámetros específicos, los programas de computadoras monitorean la máquina y la ejecutan. Sirve para la fabricación por lotes o discreta. También, puede verse en operaciones de alimentos de gran volumen, líneas de montaje robóticas de autos o mecanizado CNC.
Automatización fija:
Suele utilizarse para producir grandes volúmenes de tiradas largas de hilo, molduras de plástico, ingredientes alimentarios, entre otros productos. Es conocida como “fabricación de procesos”. Siguiendo las especificaciones, la automatización de procesos puede hacerse cargo del control de la velocidad del husillo, la humedad, la temperatura y otras variables para el funcionamiento.
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